Camille pisa el acelerador y conduce a toda velocidad rumbo a la comisaría; propuso que nos fuéramos en el auto de Daniel. Y qué bueno que lo hizo, no hubiera podido pedir un taxi por lo paralizada que me encontraba cuando vi a Daniel entrar en la patrulla.
Camille luce preocupada, está mordisqueándose las uñas de la mano que tiene libre.
—¿Creen que lo hizo? —Tara lanza la pregunta que ninguna se ha atrevido a hacer.
—No —habla Camille con la vista fija en la carretera—. Él no sería capaz.
Quiero pensar lo mismo, Daniel ha estado con Carl sin condición alguna, es ilógico pensar que él lo haya hecho. Debe tratarse de un error o qué sé yo.
Guardo silencio hasta que llegamos a nuestro destino. Bajamos del auto y entramos con prisa a la sala principal. La señorita de la recepción nos pregunta el porqué de nuestra presencia y le contamos lo sucedido.
—Daniel Muller —dice mirando las carpetas que tiene en el escritorio—. Tendrán que esperar un momento, están cumpliendo con el protocolo —dice dándonos a entender que es probable que lo estén interrogando.
Nos alejamos y tomamos asiento en las sillas verdes que están en la sala, y en ese momento suena el teléfono de Camille.
—Es papá —dice cuando ve la pantalla. Se levanta y camina unos pasos para contestar.
Si Daniel es el culpable, ¿qué razones tuvo para hacerlo? ¿Tuvieron problemas antes de que Carl desapareciera? No recuerdo haberlos escuchado discutiendo la última vez que jugaron videojuegos en mi casa.
Para ser sincera, no pensé ni por un momento que él fuera capaz de hacer tal cosa, se mostraba tan comprensivo e igual de angustiado que yo.
Miro a mi alrededor, observando las paredes de las que cuelgan carteles desgastados con mapas de Kanwill.
—Recuerdo haber visto a Carl antes de que desapareciera —dice Tara de repente.
Clavo mis ojos en ella.
—¿Con quién estaba?
—Lo observé por ratos —dice. Sus ojos se han oscurecido—. Lo vi bailando con una morena en medio de la sala y no lo volví a ver hasta que volvió a pasar en medio de la multitud buscando no sé qué. Minutos después, ya sabes lo que pasó.
—¿Por qué no habías dicho eso? —La tomo por los hombros—. ¿Quién era la chica? ¿Recuerdas su cara?
—No lo sé, me sentía abrumada y no lo recordaba hasta esta mañana. —Se rasca las sienes—. Creo haber visto a la chica unas cuantas veces en el instituto pero no estoy segura.
—Tara, necesito que me digas quién era —ordeno—. No sabemos si ella lo hizo pero al menos habremos descartado a alguien de la lista.
Ella traga saliva con dificultad y habla:
—Creo que se llama Esther.
Jamás en mi vida he escuchado de esa chica. Tal vez la conozca de cara.
—¿Deberíamos decirle a la policía? —vuelve a hablar.
Sé que no estoy siendo transparente en cuanto a la información que he brindado, lo cual ha sido así por miedo a que esa persona detrás de todo me haga daño o a mi familia, pero por lo menos esto no es algo que me haya hecho o dicho directamente el anónimo, por lo que creo que lo más conveniente es decirlo.
—Creo que sí —digo.
—Papá viene para acá —anuncia Camille cuando cuelga el teléfono.
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Perseguida [Escribiendo]
Mystery / ThrillerMegan no tenía ni idea de lo caótica y agonizante que se convertiría su vida desde la noche de la sospechosa desaparición de su hermano Carl. ¿Y lo peor? Llegar al fondo del problema podría desatar una cascada de verdades acerca de su incógnito pas...