7 | CUTE PUPPIES

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0.7- lindos perritos

La mañana era como siempre lo era en Forks; aburrida

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La mañana era como siempre lo era en Forks; aburrida. El cielo siendo siempre abrazado por grandes nubes grises, el lugar siempre con sensación de humedad porque cada cierto tiempo la lluvia arrasaba en aquel pueblito.

Me había casi acostumbrado al horroroso clima de aquí, aunque a mi personalmente no me gustaba los días nublados, estaba acostumbrada a pasar en ciudades soleados pues yo no necesitaba ocultarme del sol.

Isabella, ella era todo lo contrario a mi. Le gustaba el clima frío, nublado, apagado. A mi los días así me hacía tener ganas de estar dentro de la cama, viendo unas películas y dormir todo el día, pero ella no. Era terca, demasiado, le gustaba salir, cuando le nacía hacerlo, sentarse en el patio de mi casa tapada con una manta mientras me escuchaba hablar de mi vida en Alemania.

Me pregunta cosas de la época, preguntándome sobre la moda de ahí, la música que se escucha, como son las personas, entre otras infinidades de preguntas que yo respondo para poder saciar su curiosidad. Pero, ¿cómo le explicó que no voy a Alemania desde 1723? Le invento mi vida ahí, me siento un poco mal al hacerlo, pero es por su bien.

Ella definitivamente no estaba bien psicológicamente, no creo que soporte el hecho de que su nueva amiga sea una vampira al igual que su ex novio que le había dejado un trauma y herida difícil de borrar. Sé perfectamente que ella conoce todo este mundo, pero no la atormentaría con mis problemas, suficientes con los suyos para que tuviera cargar con mis pecados.

—¡No, no lo hagas! —aquel grito generó que casi dejara caer el vaso de agua que estaba tomando.—¡Edward, no me dejes!

Cerré los ojos unos segundos y así también en segundos estaba a un lado de Isabella, agarrándola de sus muñecas para evitar que siguiera rasguñándose. Charlie me había comentado sobre estos sucesos que su única hija lamentablemente pasaba.

—Isabella.—Su nombre fue como un susurro casi inaudible entre mis labios, escuchándola sollozar de bajo de mi—. Vamos, bonita, no sigas —casi suplico. De seguro me veía patética viniendo de mi al suplicarle a una simple humana.

𝐘𝐎𝐔'𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐍𝐄 | 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐒𝐰𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora