𝐘𝐎𝐔'𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐍𝐄 | ❝Ella es todo por lo que he estado rezando, ella parece el tipo que lo rompe❞
𝐅𝐀𝐋𝐋𝐎𝐍 una vampira de más de 1000 años va a un pequeño pueblo de Arizona para distraerse y alejarse de su padre.
𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Isabella Sw...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
0.9- compras y drama.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esto de tener a media manada de lobos en mi coche se estaba volviendo bastante tedioso cuando comenzaron a pelar por la música que sonaría. Jared, Embry y Quil estaban en la parte trasera mientras que Paul al frente discutiendo con los menores, quienes no se decidían y golpeaban su brazo de forma insistente.
—¡Fallon! —chilla Embry cuando apago la pantalla de mi auto, ignorando sus parloteos mientras estaciono frente a una tienda de ropas.
—Mi auto, mis musicas y no subo nenitas lloronas —dicto mientras golpeo la pierna de Paul y este saca mi billetera de la guantera.
—¿Qué hacemos aquí? —curiosea Quil, apoyándose más adelante y mirando la tienda.
—De shopping, obvio.
—Fallon, tú tienes ropa hasta para un continente entero, ¿en serio venimos a que compres más? —dice el lobo, echando su cabeza hacia atrás.
—No para mi, para ustedes —digo yo, sonriéndoles de forma exagerada mientras los escucho quejarse.
—¿Qué? ¡No! Nos vestirás como muñequitos, no.
—Ojalá la ropa no apeste a perro como todo mi auto.
—No olemos a "perro" olemos a naturaleza —se excusa Jared, defendiéndose a él y al resto.
—Yo soy literalmente la naturaleza y no huelo así —giro a verlo, para luego sacar mi perfume de mi cartera—. Huelo a Baccarat rouge 540.
—Eres la persona más insoportable que conozco —me dice Paul, fastidiado.
—Tal vez, pero soy millonaria y linda, así que eso no importa —sonreí burlona y luego abro la puerta—. Abajo, cachorros.
Apenas todos salieron llaveo el coche y miro la tienda y luego a los chicos, definitivamente sería un trabajo difícil. Lucían como mendigos, sin ofender a los mendigos, claro. Estos lucían peor.
Quise tener la mayor paciencia posible mientras ellos iban y venían del probador y las chicas de la tienda ayudaban a traer más y más ropa, pero al parecer nada les gustaba, me encontraba cómodamente sentada en un sofá con una copa de vino que me trajeron mientras veía a Paul salir del probador.
