『♡』 EMBARAZO DE AMOR 『♡』 || Kookmin ||

Capítulo 17

Jimin despertó sintiéndose bien, era la primera noche después de casi 2 meses que dormía de tirón, no se había levantado ni una vez y debido a ello se sentía descansado. Se estiro en la cama y notó que estaba solo, sonrío y se levanto. Se dirigió al baño y cuando termino de hacer sus necesidades bajo a la cocina donde estaba Jungkook preparando el desayuno. El pelinegro vestía unos simples pantalones de chándal dejando al descubierto su torso haciéndolo ver sexy.

Jimin se relamió los labios al verlo.

— Buenos días bonito. — le dijo el pelinegro con una sonrisa.

— Buenos días. — le dijo un poco cohibido por lo que pasó anoche. La culpa empezaba a querer apoderarse de él sin embargo no se arrepentía de nada. — Perdón. — dijo haciendo que Jungkook dejara de hacer lo que estaba haciendo y se girara a verlo con el ceño fruncido. — Por lo de anoche, perdón. — volvió a decir con el rostro caliente y sus mejillas rojas.

— No importa, ambos lo queríamos. — le dijo sonriendo y volviendo a los panques que estaba cocinando. 

Jimin sonrío y asintió, después de todo el pelinegro tenía razón, ambos lo querían.

Además no era tan malo, cuando el bebé naciera ellos no se volverían a ver y todo estaría bien, tal vez con lo que paso anoche los sentimientos de ambos se aclaren y desaparezcan por completo, pero antes de que eso pasará Jimin quería aprovechar por completo.

El miedo de que Jungkook dejará a Yeri y a su bebé cuando este naciera aún lo atormentaba pero no había nada que pudiera hacer más que esperar a que ese día llegara, aunque esperaba que nunca sucediera. Por lo pronto disfrutaría el momento, estaba a nada de aliviarse y debía de estar relajado.

Se acerco a Jungkook lentamente abrazándolo por detrás y depositando un húmedo beso en la espalda de este. Jungkook se giro con una sonrisa en sus labios, Jimin lo miro por unos segundos pidiéndole permiso con la mirada al pelinegro el cual asintió, entonces atrapo sus labios en un beso suave mientras exploraba el torso ajeno con sus manos.

Una sonrisa traviesa apareció en sus labios y bajo sus besos por el cuello del pelinegro logrando sacarle jadeos y gemidos por lo bajo, aquello lo hizo sentir bien. Jimin solo había estado con una persona sexualmente y con esa vez tuvo para quedar embarazado por lo que su inexperiencia no le daba para nada seguridad, pero al escuchar los pequeños gemidos de Jungkook supo que lo estaba haciendo bien.

— Bájate el pantalón y súbete aquí. — le dijo señalando la mesada de la cocineta.

— No es necesario que lo que hagas.

— Pero quiero hacerlo. — le dijo con inocencia. 

Jungkook asintió haciendo lo que el rubio le pidió, siseo un poco al sentir lo frío de la madera en su trasero ahora descubierto. El rubio se metió entre sus piernas y comenzó a chupar su falo con determinación haciéndolo jadear.

Era el mejor oral de toda su vida, a decir verdad, era el primer oral de su vida. Cuando conoció a Yeri él era virgen y por obvias razones todas sus experiencias las tuvo con ella, sin embargo la castaña era muy reservada en la cama y no practicaban muchas cosas, entre ellas estaba el sexo oral.

Una vez lo intentaron pero a ella simplemente le asqueo el siquiera pensarlo por lo que Jungkook decidió que estaba bien, pero justo ahora, con el rubio entre sus piernas saboreando toda su longitud, nada estaba bien. Los labios de Jimin le encantaban tanto que sentía se volvería adicto a ellos.

Jungkook se dejo llevar, disfrutando el momento queriendo que no acabara nunca, quería los labios de Jimin en su polla siempre, quería hacerlo suyo y lo quería en su vida, a su lado, quería que Park Jimin fuera su única perdición. Enredo sus dedos en las hebras rubias del menor y comenzó a hundir su cabeza más en él haciéndolo tragar todo. Jimin lo miro con sus ojos cristalizados y llenos de lujuria y sintió que la poca cordura que le quedaba se esfumaba por completo.