『♡』 EMBARAZO DE AMOR 『♡』 || Kookmin ||

Capítulo 20

Jimin se encontraba en el parque paseando al pequeño Jung Su en su cochecito, ese pequeño que le había cambiado la vida por completo.

Después de haberse graduado pudo conseguir un trabajo de medio tiempo y también había podido rentar un pequeño apartamento. Taehyung, Jin y Namjoon aún le seguían ayudando con el pequeño quien pronto cumpliría sus 7 meses, todo marchaba bien.

Decidió sentarse a descansar en una banca, saco al pequeño del cochecito y lo sentó en su regazo mientras le enseñaba las flores y el paisaje a su alrededor, debido a que ya era algo tarde el clima era agradable.

— ¿Jimin? — escucho una voz demasiado familiar que le hizo levantar la cabeza, y entonces lo vio, ahí estaba, con esa sonrisa que tanto le encantaba y viéndose mejor que nunca.

El pelinegro se acerco hasta ellos con una gran sonrisa en su rostro.

— ¿Jungkook? — dijo cuando lo tuvo de frente.

— Oh por Dios Jimin, mírate estás... precioso. — le comento y Jimin sonrío con timidez. — ¿Y a quien tenemos aquí? — preguntó poniéndose de cuclillas frente al pequeño.

— Oh, él es Jung Su.

— Esta tan grande... — murmuro fascinado viendo al pequeño. Jung Su le sonrió a Jungkook haciendo que este se enamorará de él al instante, era un mini Jimin ante sus ojos. — ¿Puedo... cargarlo? — pregunto y Jimin asintió entregándoselo. Jungkook lo tomo en brazos como si de una pieza de porcelana se tratara, tan perfecta y frágil. — Es igual a ti. — murmuro mirando al pequeño y Jimin rió.

— No sabía que estabas en Seúl.

— Volví hace una semana. — dijo sentándose a un lado de él con el pequeño aún en brazos.

— Ya veo. — asintió. — Sé que... No hablamos desde ese día en el hospital pero... De verdad quería agradecerte todo lo que hiciste por nosotros y también... Quería disculparme por lo que paso y... Entiendo si me odias.

— ¿Por que te odiaría? — pregunto mientras le hacía cosquillas al pequeño entre sus brazos.

— Por... Lo que paso entre y tu Yeri... Ya sabes, por mi culpa ella ...—

— No fue tu culpa, al contrario debería agradecerte, me hiciste un favor.

— ¿De qué hablas?

— Ese día Yeri me confeso todo. — dijo mirándolo. — Ella mantenía una aventura con uno de los profesores de la academia y planeaba llevarse al pequeño una vez la adopción fuera concretada. Ya había pensado pedirme el divorcio y yo simplemente le adelante el gusto. — sonrío. Jimin suspiro sintiéndose aliviado de que al final todo resultara bien para su pequeño. — Debo irme. — dijo mirando su reloj y entregándole el pequeño a Jimin. — Quisiera que nos juntáramos a platicar, ya sabes... Ponernos al día, si quieres. — dijo apenado y Jimin rió.

— Me encantaría.

— ¿Podrías esta noche?

— Claro.

— Bien. — dijo y después de intercambiar su número de celular con el rubio se fue de ahí despidiéndose de ambos.

Eran las 7 de la noche y el pelinegro se encontraba frente al espejo de su habitación escogiendo el mejor atuendo para su salida con Jimin.

Le había mandado al rubio la ubicación de un lujoso restaurante en el que se verían dentro de una hora y aún no sabía que ponerse, quería verse perfecto para él.