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Capítulo 1
MOTOS Y CHARLAS.

«Ten una vida normal, Cassie. Ten una vida normal» Se decía a sí misma.

Cassie pasaba a trompicones entre el gran tumulto de gente. Había quinientas personas mínimo. Jess se aferraba a su mano como si no hubiera un mañana. Podía sentirlo temblar, aunque no sabía si era por la emoción o por miedo. Un gran chico, pensaba Cassie, pero algo miedoso.

— ¿Por qué estamos aquí? —preguntó Cassie a su amigo.

— ¿Diversión? —el ojiazul sonrió de oreja a oreja, Cassie sonrió junto a él. Ella sonreía falsamente, pero había practicado tantas veces que parecía real. 

La idea de una noche de diversión de Cassie no era precisamente una carrera clandestina de motocicletas, pero era mejor al hecho de estar sola en su departamento. Era mucho mejor.

Estaban en las afueras de Virginia, la brisa de media noche hacia que el cabello de Cassie volará por todos lados, estaba arrepintiéndose de haber venido.

Pronto toda la gente a su alrededor comenzó a correr gritando al ver a los participantes ponerse en la línea de meta. Eran un total de cinco personas, todos hombres y todos con unas motocicletas que de seguro pesaban cuatro veces lo que ellos.

Todos —en especial las mujeres— vitoreaban un nombre en particular: Tyler. 
Cassie miró a los cuatro chicos, curiosa por saber cuál de ellos era Tyler y por qué lo aclamaban tanto.  Pero ninguno movió un sólo dedo del acelerador de la moto mientras esperaban la señal para avanzar.

Pronto una chica pelirroja que llevaba ropa que apenas si tapaba lo necesario se colocó en medio del camino, tenía una sonrisa petulante en la cara.

«Zorra» pensó Cassie automáticamente.

La chica pelirroja colocó sus manos tras su espalda mientras gritaba: "¡En sus marcas!, ¡listos!" y con un ágil —y practicado— movimiento de mano se sacó el brasier y gritó "¡FUERA!".

Cassie pudo escuchar el rugir de las motocicletas al avanzar y ver las marcas que habían dejado en la carretera. Jess, a su lado, estiraba el cuello para ver a los participantes correr.

— ¡Mira! —Gritó Jess como un niño pequeño— Tyler va en primero. —Cassie entorno los ojos, pero por más que se estirara su metro sesenta y cinco no la dejaba ver por encima de las personas, así que su esfuerzo fue en vano. No vio al tal Tyler. 

«Tienes que ganar, Tyler. Gana. Gana. ¡Gana!» Tyler podía sentir el aire bailando entre su cabello —castaño y corto—, se inclinaba hacia adelante para ganar velocidad.

— ¡Wilde! —Gritó Alec, quien iba en segundo, Tyler lo ignoró, estaba casi a mitad de la carrera— ¡Vas a morder mi polvo, bastardo!

«Idiota» pensó Tyler. Alec no era más que un pobre chico que se creía la octava maravilla del mundo así que él siempre lo evitaba.

Tyler redujo su velocidad para dar vuelta al gran bote de basura que habían puesto para marcar dónde los participantes darían la vuelta. Derrapo un poco casi raspando su rodilla, pero se compuso al instante.

Volvió a acelerar.

Volvió a inclinarse.

Volvió a ganar.

Mini llegó corriendo a su lado, «aún sin brasier» se dijo Tyler asimismo negando con la cabeza. Ella se abalanzó a sus brazos en cuanto él se bajó de la motocicleta. Le dio un beso en los labios y la colocó en el suelo.

Pronto llegó Rich, el organizador, le entregó lo que había ganado hoy y se fue con un asentimiento de cabeza. Gesto que Tyler imitó.

— ¿Me llevarás a celebrar, bebé? —Mini susurró en su oído, eso causó la reacción que Mini siempre tenía sobre Tyler. Era una chica guapa, sin duda; pelirroja, proporcionada, lo suficientemente descarada y sexy, pero sobre todo ella no buscaba nada que Tyler no pudiera —o no quisiera— darle. Sexo casual. Eso es lo que había entre ellos. Le sonrió de lado a la pelirroja.

— Por supuesto.

Se volvió a subir a la motocicleta, Mini se subió detrás de él y lo tomo por la pretina del pantalón.

Él aceleró, necesitaban llegar a su departamento. Había tanta gente a su alrededor felicitándolo que apenas si podía maniobrar.

Aceleró un poco más, Mini iba besándole el cuello. Él iba tan distraído que no se dio cuenta de la pequeña chica castaña que platicaba con un chico frente a ella sin tener en cuenta la motocicleta que estaba a punto de arrollarla.

Cassie apenas sintió un golpe en la cadera, cayó al suelo y luego pudo ver a la gente amontonándose a su alrededor.

Su costado comenzó a doler, pero un sentimiento lejano, el dolor era lejano.

La habían atropellado, eso estaba claro siendo este un lugar tan lleno de motos y autos.

Extrañamente en lo único que podía pensar ahora, tirada en el suelo y viendo todo como si de una película de su vida se tratase, era que no podría ir a ver La Cenicienta al cine.

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N/A: Hola :3 hasta aquí el primer capítulo, espero que les haya gustado.

¿Qué pasará con Cassie? 

No olviden votar y comentar que les parece, eso me ayudará muchísimo.

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