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Capítulo 10. SECRETOS.

— Tienes que sonar convincente —le había dicho Jess a Mini, porque la muy idiota "no sabía cómo fingir estar mal", esas simples palabras sonaban idiotas.

Ya tenía casi una hora que habían llamado, estaba seguro de que Tyler vendría, y con suerte Cassie. Le había dicho a su madre que llamara a Cassie y le dijera todo lo que había pasado.

Estaba recostado en la cama de hospital, esperando a que el ocaso se fuera y llegara la noche, así las enfermeras le darían medicamentos para apaciguar el dolor y que pudiera dormir un poco. Miro por la ventana, pensado en si Cassie ya estaría en el aeropuerto rumbo a casa, se consoló con el hecho de saber que aunque mil millas los separaran, ambos estaban viendo el mismo cielo.

— Que cursi eres —se reprimió a sí mismo.

Hoy en día en ese hospital, sólo casi todo el día, tenía demasiado tiempo para pensar. Pensaba, por ejemplo ahora, en la primera vez que había visto a Cassie; ella parecía un pequeño conejo perdido en un enorme bosque, recordaba su desaliñado cabello castaño y en ese entonces con un corte hasta el hombro, recordaba su temblorosa voz al decirle si conocía un lugar donde pudiera quedarse. Ese día Jess había acompañado a su madre por las compras, y cuando su madre vio a Cassie no dudo en ofrecer su casa como posada. Jess estuvo más que feliz y de acuerdo con esa decisión.

Desde ese momento supo que Cassie era lo más cercano al primer amor que alguna vez alguien haya experimentado.

(...)

— Señorita, —Tyler se tomó el cabello entre las manos, demasiado estresado para discutir con la incompetente vendedora que no podía venderles dos estúpidos boletos de avión— necesitamos dos boletos a Estados Unidos, que tan difícil puede ser que no puede usted hacerlo...

— Déjame a mí —dijo Cassie moviéndolo a un lado. Tyler se fue a sentar a una de las sillas en la sala de espera.

— Ya le dije a tu amigo que el avión está a punto de despegar, no puedo hacer nada.

— Oh, pero yo sé que aun puedes hacer algo, —Cassie miro en el gafete de la señora, era una de esas que parecían estar enojadas con la vida— Sofía. —luego sonrió y saco de su pantalón un billete lo suficientemente grande para que Sofía detuviera unos minutos el avión.

— ¿Cómo lograste que te vendiera los boletos? —Tyler estaba de mejor humor ahora.

— Brazos arriba —dijo el tipo encargado de revisar que los pasajeros no lleven armas o cosas por el estilo.

— Tengo mis maneras. —Cassie sonrió y luego se dirigieron al pasillo por el cual llegarían al avión.

Tyler iba mirando por la ventanilla del avión, Cassie se había quedado dormida unos veinte minutos atrás, se había recargado en el hombro de Tyler al dormir, era un peso que a él le parecía reconfortante. Giro la mirada hacia Cassie, se percató de que aun dormida tenía ese ceño entre sus cejas, pensó en lo cómico que era que sus cejas parecieran juntarse. Un mechón de cabello se deslizo del moño que se había hecho en el cabello, él sintió la necesidad de colocarlo en su lugar, eso hizo. Pero luego sintió una necesidad aún más grande de besarla.

Trago un nudo en su garganta, entonces se dio cuenta de que poco a poco se había ido acercando a ella, con cuidado de no lastimar su cabeza que aun reposaba en su hombro. Estaba tan cerca, podía oírla respirar claramente. Entonces se removió un poco, pero claro, Tyler no lo noto. Vio su boca entreabierta, llamándole, diciéndole que dejara de pensar y lo hiciera; que la besara.

La beso.

Pero para cuando el junto sus labios con los de Cassie, ella ya había despertado, no se había movido al verlo tan cerca, pero cuando él la beso, vaya que se movió. Al principio confundido, luego vio realmente lo que estaba pasando, sería una mentirosa si dijera que nunca había pensado en besarlo.

Se dejó llevar, ¿Por qué no?

Y un beso que había comenzado simplemente como un deseo de él, había despertado algo más en ella.

— ¿Este es el momento en el que te enamoras de mí? —pregunto Cassie con una sonrisa cuando se separan. Se miraban a los ojos.

Si. Pensó Tyler.

Aunque ese era un secreto que aún no estaba dispuesto a confesar.

(...)                

— Ya te dije que la encontrare.

Otro golpe sucio en el estómago. Un golpe que le saco todo el aire de los pulmones a Jake.

— ¿Qué dedo quieres que me chupe? —Dijo su padre— No soy un idiota, llevas diciendo eso por una semana. Ya sabía que eras un incompetente. Lo que no es porque decidí darte una oportunidad.

Jake se quedó callado.

— ¿Quiere que terminemos? —pregunto el matón de su padre. Y por "terminar" no se refería a irse y dejarlo en paz.

Jake sintió como toda la sangre abandonaba su cuerpo, esperando por el veredicto de su padre.

— Si, imbécil. Quiero que mates a mi único hijo. —Su padre miro al matón como si fuera un estúpido sin cerebro. Luego se rasco la barbilla cuando vio que ese tipo no sabía diferenciar entre algo real y un sarcasmo— Escucha, pedazo de idiota. No quiero que lo mates, quiero que hagas tu trabajo y lo ayudes a buscarla. Él —dijo señalando a Jake—, es mi hijo, no le haría nada que pudiera dañarlo permanentemente. Pero tú, no eres más que otro tipo totalmente reemplazable.

Ahora era Mario, el matón, quien sintió su vida pasar en un segundo.

— Lárgate —dijo su padre a Mario. Eso hizo. Luego se volvió a Jake— ¿Sabes que puedes confiar en mí, no hijo? Hago esto por tu bien.

Jake pensó en esa escena del Rey León cuando Skar le dice a Mufasa que confié en él y luego lo deja caer por el risco.

Sabía que así era su padre, si confiaba en él, él no dudaría en dejarlo caer por el risco. Porque su sed de venganza por el padre de Cassie era más grande que otra cosa.

N/A: hola :3, ¿Cómo están? Aquí está el nuevo capítulo, espero que les guste. No olviden votar y comentar su opinión, me ayudan mucho a seguir con este proyecto.

Estoy en exámenes y tuve curiosidad, ¿ustedes estudian para los exámenes o nah? Yo solo repaso como diez minutos antes ggg

Bueno, nos leemos la próxima semana, gracias por leer.

DestruyemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora