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Capítulo 7. TOMEMOS UN BAÑO.

Ambos dormían plácidamente; Tyler en su sillón, una pierna fuera del cobertor que se había llevado con él y con su brazo cubriendo su cara, y Cassie en la cama, boca abajo, en el paso de la noche había perdido un calcetín. Posiblemente estaba por algún lugar de la cama. No había porqué levantarse temprano o poner algún tipo de despertador así que no lo hicieron.

Eran ya las 11:30 de la mañana y si el teléfono de Cassie no hubiera sonado lo más seguro es que durmieran hasta la una de la tarde.

Casi se cayó de la cama cuando ese molesto timbre de teléfono comenzó a sonar.

— ¡Calla esa cosa! —gruñó Tyler mientras metía su pierna dentro del cobertor, era un día lluvioso.

— Ya voy. —Cassie estiró el brazo hasta que su mano alcanzo su teléfono. Miró la pantalla y se tensó cuando vio el número de su madre en ella.

Pensó en no contestar, ella no tenía por qué llamarla. No había ningún motivo. Finalmente respiro y contesto.

— ¿Bueno? —su voz sonaba como si alguien la estuviera estrangulando con sus manos. Al escuchar su voz, Tyler se levantó curioso del sillón. Articulo un "¿quién es?" a Cassie, pero la chica meneo la cabeza restándole importancia.

— Cassandra —dijo su madre del otro lado del teléfono, sonaba molesta—, dime, ¿qué hiciste esta vez?

— ¿De qué hablas? —soltó tan fría como pudo, era de esperarse que su madre sólo la llamara cuando creía que había hecho algo relativamente malo.

— No te hagas la tonta, Cassandra.

— ¡No lo hago! ¿De qué me hablas? —Tal vez Stephany, su madre, nunca había estado con ella. Pero incluso ahora que Cassie ya era una mujer, el desprecio con el que su madre le hablaba la hacía sentir una niña pequeña.

— Hablo, de que Jake vino a mi casa —Cassie sintió la sangre abandonar su cuerpo. Tyler vio como Cassie se ponía pálida de repente y se acercó a ella. Cassie ni siquiera lo noto—, y quiero saber qué hacía exactamente no sólo en París, si no tocando a mi puerta como un desquiciado. —poco a poco el tono de voz de su madre había subido tanto y con tanta cólera que Tyler pudo escuchar lo que decía.

Cassie trato de mantener la compostura. — No sé qué hacía en tu casa, no sé qué hacía en París. Y sinceramente madre no me interesa. —mintió. Tuvo el presentimiento de que si le decía algo a su madre ésta iría corriendo a decirle a Jake todo.

— Y si no sabes nada, ¿Por qué preguntaba por ti y por un chico?

— ¡Yo no controlo a Jake, Stephany! —Nunca se había atrevido a gritarle, y mucho menos a llamarla por su nombre, pero creyó que era el momento de empezar a hacerlo— ¡No lo sé!

— Ouch —Tanto Cassie como Tyler, que poco a poco se había acercado más y más al teléfono, escucharon el falso dolor de la madre de Cassie—, ¿Ya no me dices mami?

Cassie se había quedado sin palabras, su madre disfrutaba de todo esto. Cassie nunca le había importado en lo más mínimo y no le importaba tratarla como si no hubiera pasado nueve meses dentro de ella. Tyler vio como Cassie estaba petrificada en su lugar, tomo el teléfono y colgó por ella.

— ¿Estas bien? —Tyler pasó un brazo sobre los hombros de Cassie, él esperaba que ella se sacudiera su brazo de encima y se fuera, pero al ver que se quedó quieta, Tyler comenzó a trazar círculos con su pulgar. Eso tal vez no la tranquilizaba, pero la hacía sentir mejor.

— Si —respiro hondo—, pero Jake sabe que estamos por aquí, fue a París a ver a mi madre.

— ¿Y él como lo supo? —Seguía trazando círculos.

— No lo sé —Cassie tenía la vista fija en el frente, sin mirar a nada particularmente—, él sabe que mi madre vive aquí. Supongo que creyó que iría corriendo con ella.

— ¿Entonces deberíamos irnos? Debemos recordar que estamos a unas horas de París.

— No lo sé —Cassie se dejó caer en la cama, ahora miraba el techo—, tú también estas en esto, ¿qué crees que deberíamos hacer? —Cassie volteo a verlo, era una mirada triste. Tyler sintió como si le dieran un golpe demasiado fuerte en el estómago, quería que esa mirada desapareciera de su rostro. Quería verla sonreír.

— No —Tyler quito su brazo de Cassie y tomo sus botines—, creo que deberíamos darnos un baño y luego ir a comer algo. Tengo hambre.

— De acuerdo, yo me baño primero. —Cassie saltó de la cama y corrió al baño.

— ¡Espera! —gritó Tyler. Cassie volteo a verlo— La oferta era para que nos diéramos el baño juntos.

Cassie le mostro el dedo medio, sonrió y se metió al baño.

Tyler sonrío también y se dejó caer en la cama que antes había ocupado Cassie.

(...)

Jake había tomado el primer vuelo a Paris que había podido conseguir. Mientras iba en el avión pensaba en dónde podría estar Cassandra con aquel chico, Tyler. Luego de golpe recordó que la madre de Cassandra, Stephany vivía en París. Ahí es donde ellos dos estarían.

O al menos eso creyó, ya que en cuanto llegó a casa de Stephany la mujer se puso como loca mientras juraba que ella no sabía dónde estaba su hija —aunque claro, ella no le decía "hija" a Cassie, le decía "el error", sólo a veces la llamaba por su nombre—.

— Escucha, Jake —le había dicho la mujer—. Yo no sé dónde está Cassandra. Y si vino a París no me importa, ¿Por qué crees tú que le daría cobijo bajo mi techo?

Jake pensó que eso era demasiado cierto, aunque Cassie y Tyler hubieran corrido con ella por saber huir, Stephany era una perra y nunca los dejaría ni siquiera cruzar el umbral de su puerta.  

— Si sabes algo me llamarás, ¿verdad? —Jake la miró de arriba abajo, para tener casi 45 años la mujer tenía un gran cuerpo. Y a él no le importaba dedicarle miradas lascivas.

— No soy idiota, por supuesto que te llamaré. Ahora lárgate de mi casa.

Tras decir eso cerró la puerta de con demasiada fuerza. La mujer tenía agallas.

Ahora Jake estaba sentado en una esquina viendo por todos lados, estaba justo donde había empezado. O tal vez peor incluso. Ahora, además de no saber dónde estaban ese par de tortolos, había matado a alguien y estaba del otro lado del mundo.

Se levantó de golpe, pateo un bote de basura mandándolo a media calle, grito una maldición más y se fue caminando con sus guardias tras él.

(...)

— No sé por qué has querido que yo viniera —dijo Mini que estaba sentada en una silla—, ni siquiera sé del todo por qué he venido.

— Porque... —hablaba lentamente— tú amas a Tyler...

— Yo no amo a Tyler —interrumpió la pelirroja.

— Si lo haces. Lo vi la otra noche.

— Oh, ¿ahora eres algo así como un experto en sentimientos? —dijo Mini con el sarcasmo y petulancia de siempre.

— No, pero tu amorcito se fue con la mujer que amo a Paris. Y no quiero eso. Él no la merece —dijo Jess mientras hacia una mueca, aún le dolía el costado—. Y yo no pienso dejar que se quede con él.

— Ni siquiera puedes caminar, ¿cómo piensas evitar algo mientras no estamos ni siquiera en el mismo continente?

— Con tu ayuda. Tú tienes a Tyler y yo a Cassie. Simple. Claro si nos ayudamos. —Le tendió su mano de la que salía un tubo que le proporcionaba suero al cuerpo— ¿Nos ayudaremos?

Era una oferta demasiado buena para que Mini la rechazará, estrecho su mano con la pálida mano del chico cuyos ojos azules lucían tan vacíos de vida como ella misma.

— Cuenta conmigo.

N/A: Hola aquí está el nuevo capítulo de hoy, espero que les guste. ¿Qué creen que tiene Jess en mente? ¿Cómo logro sobrevivir?

Voten y comenten que les parece, en serio me ayuda mucho su opinión.

Nos vemos pronto!

DestruyemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora