El sonido de los pájaros poco a poco iba despertando a Kuroo que dormía tranquilamente en su cama. Esa tranquilidad acabaría rápido, pues cuando abrió los ojos estiró la mano hacia el otro lado de la cama buscando al otro, vio que Kenma no estaba. Se temía lo peor. La anterior noche había acabado molido y sintiendo mucha lástima mientras sentía a Kenma temblar.
Se levantó corriendo y se quitó los pantalones que tenía para ponerse otros, los primeros que había por ahí. Después, cogió una camiseta cualquiera y se la puso, porque había dormido sin nada en la parte de arriba. Buscó por la casa pero nada. Cogió las llaves y salió corriendo a la calle. Respiraba agitadamente.
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Mientras tanto, Kenma estaba en la calle, dando un paseo matutino para despejar su mente de todas las preocupaciones. Comenzó a correr más rápido y se le vino a la cabeza Kuroo. Se le escapó una pequeña sonrisa. Pasaron algunos minutos y empezó a marearse y a sentir su cuerpo pesado. Se tuvo que apoyar en un banco y respirar hondo. No parecía calmar su respiración, cerró los ojos y se cayó al suelo.
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Kuroo no había parado de correr por las calles, rezando por encontrar a Kenma. Le costó bastantes minutos llegar a la calle donde lo vio. Para su sorpresa, no estaba solo. Su expareja lo agarraba del cuello en el suelo. El rubio parecía inconsciente. Ahora que se fijaba mejor, llevaba un cuchillo apuntando el cuello.
Su cara estaba descompuesta, sentía miedo porque la muerte estaba ante sus ojos. ¿Todo se había acabado por ese chico?
Se escuchó el ruido de una pistola y el ex cayó, llenando a Kenma de sangre. Una escena desagradable de ver, pero que al verla Kuroo pudo correr hacia el rubio. Lo atrajo a su cuerpo llorando por lo mal que lo había pasado. No tenía ni una herida, menos mal. La persona con la pistola solo se alejaba. Llevaba un traje negro. Le echó una mirada al cuerpo de la expareja, pero no sintió nada. Indiferencia. Cargó a Kenma y corrió por las calles con el cuerpo del otro. Hasta llegar a su casa.
Dejó a Kenma en el sofá y lo tapó. Pasaron unos minutos y Kuroo se sentó en el suelo en frente del otro. Cuando por fin abrió los ojos.
- ¿Kuroo? - dijo el menor abriendo los ojos despacio. Kuroo y él se quedaron muy cerca. Y allí, despierto, estaba el amor de su vida. Kuroo apoyó la mano en la mejilla de Kenma, y poco a poco se acercó hasta besar con cuidado al otro.
- Kuroo... - susurró separándose un poco.
- Te quiero. - dijo mirándolo a los ojos - Sé mi novio.
- Me lo pensaré, Kuroo. - dijo sonrojado.
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Aprendiendo A Amar - kuroo x kenma -
Short StoryKenma Kozume. Relaciones tóxicas, ansiedad, miedo, desesperación. En esta historia tendrá que lidiar con todo ello y más, hasta encontrar a alguien que le enseñe a querer de verdad. Será Kenma, ¿amado por primera vez?