Capítulo 4 ( Lo ocurrido )

349 29 1
                                    

Después de unas horas Kuroo se despertó. Miró a Kenma con una pequeña sonrisa. Ahora estaba con él, mucho más tranquilo. Pero vio algo extraño en el otro, podía sentir su respiración agitada. Posó su mano en la frente del chico y estaba muy caliente, sin duda tenía fiebre. Kenma temblaba, ya no por el frío.

- ¿Kenma? - dijo Kuroo intentando despertarlo.

No respondía. Seguía igual así que el otro llamó a los médicos para que lo revisaran. Los profesionales llegaron rápido y separaron a los chicos, poniendo a Kenma en una camilla aparte. Le estaban tomando la temperatura cuando de repente abrió los ojos. Entró en pánico al no ver a Kuroo con él.

- ¡Kuroo! - gritó el rubio desde el fondo de su garganta, asustando a muchos de allí.

Kuroo al escucharlo corrió hacia él, apartando a los médicos. El chico al verlo se relajó un poco y alzo sus manos para que el pelinegro lo abrazase. El chico sin pensárselo dos veces lo hizo. Ahora Kenma estaba más relajado y dejó que los médicos le dieran un calmante para la fiebre. Una vez hecho eso, se sentaron.
- Quiero saber lo que ha pasado, Kenma.
- Te quiero, Kuroo. - dijo Kenma bajando su mirada.
Kuroo sonrió ante esas palabras, que viniendo del otro eran bastante, pero no podía distraerse, tenía que saber el por qué de sus heridas. Tomó la mano de Kenma, regalándole una sonrisa, y le hizo un pequeño gesto para que le dijera lo ocurrido.

- Mi expareja - comenzó a decir el chico con un nudo en la garganta - me hacía daño. Pensaba que sería diferente, no me esperaba esto... - Kenma no pudo seguir, tenía miedo a volver a caer en aquellas mentiras.
Se agarró la cabeza al pensar que eso le podría haber costado la vida.

- Ey, sh... - dijo Kuroo con una voz suave mientras tomaba las manos de Kenma, para apartarlas de su cabeza. Después, el chico pudo seguir.

- Esta vez se ha pasado. Los golpes eran, frecuentes. - dijo haciendo pausas - Pero nunca llegó a este punto. En clase estaba hablando con un amigo, al parecer mi pareja lo malinterpretó y pasó lo que pasó. - Kenma aún tenía la mirada posada en sus manos, las cuales seguían con las de Kuroo.

- No tiene derecho a tratarte así, Kenma. Me alegro de que lo dejaras.
- Kuroo, gracias. - pronunció el rubio con lágrimas en los ojos.
- Siempre voy a estar aquí.

Esas fueron las últimas palabras para después abrazarse y dormirse de nuevo, había sido un día muy duro.

Aprendiendo A Amar  - kuroo x kenma -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora