💻 Extra 💻

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Dominique
París 2:30 am.

—Entonces, irás a trabajar con el tieso de tu padre— Terry dió una calada al porro que sostenía entre sus dedos y se lo paso a Genevive —Suena a un montón merdique
—No tanto, se lo prometí al viejo y quiero arreglar unos asuntos en América, solo será un mes a lo mucho—Puse los ojos en blanco y bebi de una botella de tequila ¿O brandy?, No tenía idea pero sabía bien con el porro —Hace tiempo que no voy
—Si un montón de niños ricos enfundados en trajes y diciendo los porcentajes de cada mes, suena completamente exitante, como para hacerte una paja con esa idea sexy
— Cierra la boca Raúl —le lance un vaso lleno del líquido misterioso en su perfecta cara y lance el vaso por la ventana, la torre Eiffel me saludaba desde mi apartamento, la verdad es que, estaba cansado, estaba cansado de la prensa, de la presión de crear algo nuevo, de que todo el mundo se metiera en mis asuntos, de que no pudiera salir con Bayle Stuart porque estaba muy ocupada regresando con su exnovio desde los 17 años, patético, necesitaba un cambio, un nuevo aire.
Ir con mi padre no era la mejor opción pero si el mejor lugar para huir, su casa era un diamante comparado al departamento que tenía aquí, pero agradaba París, excepto la idea de Miles de paparazzi persiguiendome por todas partes, Merde, pero eso no importaría en un par de días estaría haciéndole la vida imposibles a Henry uso pantalones caros para sentarme en una silla y girar.
Puaj, ese era mi futuro por los próximos 30 días, mi vuelo salía dentro de 12 horas, llegaría antes de lo previsto para arruinar cualquier intento de "Fête de bienvenue" con lindas tazas de té, cualquier cosa que mi madre planea llevaba tazas de té incluidas.
Mire las payasadas de Genevive y Terry y me consoló la idea de que fueran a seguirme hasta américa para seguir haciendo música o solo para estar tocando me las bolas cada dos por tres o incomodar a mi madre en el caso de Raúl
—Amigo tienes que probar esto— Gen estaba alzando un macarrón que gustosamente acepte y chupe sus dedos con delicadeza, si, américa no sonaba mal.
Tome la mano de Gen y la guíe a mi habitación mientras Terry y Raúl compartían un nuevo porro.
América sonaba genial entre las piernas de Gen.

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