El tal Robins entra en la habitación y en cuanto lo veo se que lo conozco, es Matt, un compañero de la escuela de medicina de mi hermano, ¿Qué demonios hace aquí?
Veo a Hendrik de forma interrogante y Matt termina por entrar a la habitación y cerrar la puerta, en cuanto nota mi presencia sonríe con evidente sorpresa.
— Alisson, vaya, ¿Cuánto tiempo?— se acerca rápido a saludarme con un beso y un abrazo y yo lo saludo con menos entusiasmo, su presencia aquí solo remueve recuerdos dolorosos.
— Matt, que gusto verte de nuevo — doy un ligero paso hacia atrás y noto la mirada de Henry en la mano que Matt sigue apoyando en mi cadera, me renuevo un poco y Matt entiende la indirecta.
— Robins que bueno verte — Hendrik llama la atención del susodicho y le da la mano, Matt toma una postura profesional y saluda a Henry de igual manera. — Te he llamado para que ayudes a la señorita Flores con un inconveniente — ¿Inconveniente? ¿Se dió cuenta de los ojos de loca que pongo cada que lo veo? ¿Me vio comiendo mantequilla de maní con papas fritas? Ay madre, o peor aún, ¿Cree que necesito revisión médica por lo torpe que soy? — En la mañana tuvimos un accidente, entre por la puerta con un café bastante caliente que terminó manchando todo su tórax y probablemente haya causado alguna lesión, me gustaría que la pudieras revisar, sabes que me tomo muy en serio los accidentes que ocurren en mi empresa y no me gustaría que mi mano derecha sufra ningún inconveniente por mi culpa.
Si me permiten me retiraré para que la puedas revisar, volveré a entrar para hablar de los próximos planes señorita Flores. — antes de que pudiera decirle algo salió por la puerta casi corriendo, cobarde, sabes que odio los doctores y hospitales. Entrecierro los ojos al mirar la puerta.Matt se aclara la garganta y vuelvo a poner mis ojos en el
— No hay necesidad de que me revises, en serio, estoy bien, ya me he tomado una pastilla y cuando llegue a casa me pondré alguna pomada, el señor Harper solo sobre actúa algunas veces. — Matt observa a su alrededor y niega con la cabeza
— No puedo hacer eso, si se entera que no te he revisado me patear el trasero anda siéntate y te revisaré rápido— inspiro profundamente y tomo asiento, esto será vergonzoso — Necesito que te descubras el pecho — pone un maletín que no había notado en el suelo mientras yo desabrochó botón tras botón, no es que nunca me haya desnudado enfrente de un hombre, es solo que estar con extraños con un simple brasier con transparencia no es lo más bonito del mundo. Matt se acerca cuando he puesto la camisa en el reposa brazos del sillón, se coloca unos guantes y analiza la zona.
— Apenas es una quemadura de primer grado, te pondré esta pomada y toma un poco de ibuprofeno si sientes ardor, si se presenta comezón o ronchas no te rasques, te daré una receta para la pomada, aplícala dos veces al día y en un par de días estarás como nueva — Matt deja de mirar mi pechos y ve mis ojos, aplica la pomada con suavidad aún cuando insisto en ponerla yo misma — Me alegra verte, hacía tiempo que no sabía de ti
— Si bueno tengo mucho trabajo y debo cuidar a mi mamá
— ¿Cómo está ella? La Vi por los pasillos del hospital hace unas semanas lucía bien —termina de aplicar la pomada y me pasa la camisa, me ayuda a ponerme la y cuando hago un intento de abrochados solo despeja mis manos con amabilidad — Debes tener cuidado es una zona sensible — Me sonríe con amabilidad pero yo solo quiero salir de aqui lo más rápido posible
— Mi mamá está bien, gracias por preguntar, ¿Eso es todo? — Matt reacciona y retrocede para tomar su maletín
— Si, verás que con esa pomada te pondrás bien enseguida, me alegra verte, tal vez, ¿Podrías darme tu número de teléfono? Para no perder la pista, cualquier cosa que necesites sabes que estoy a un teléfono de distancia — sonrió de manera forzada y le pasó mi móvil, me pongo de pie y también tomo mis cosas espero que Hendrik no tenga mucho más para decirme mi mamá ha estado sola bastante tiempo y si no salgo rápido comenzará a llamar a la policía y los bomberos para buscarme.
Matt me abre la puerta y me dirijo a Hendrik que está sentado en mi silla de escritorio, al vernos salir sonríe y apaga mi computadora
— ¿Ya terminaron?
— Si Matt cree que es algo pequeño y no hubo necesidad de llevarme a internar al hospital señor Harper— sonrió falsamente para que vea mi molestia por llamar a un doctor sin necesidad
— Lo mejor para mis empleados señorita Flores — Sonríe con sus malditos dientes perfectos y sus ojos azules como el océano Atlántico brillan con diversión — Señor Robisn muchas gracias por venir — le da la mano a Matt una última vez y Matt me besa la mejilla
— No te pierdas mucho Flowers te estaré llamando — se despide y camina hacia el ascensor, en cuanto desaparece por las puerta fulminó con mis ojos a Henry
— Anda no te enojes era necesario
— No lo era
— Por supuesto que sí
— Claro que no, yo misma me iba a encargar
— Era necesario... Para mí, sabes cómo soy con este tipo de cosas, además soy tu jefe — Me regala como a una niña de siete años y la gran diferencia de altura no ayuda en lo absoluto, me hago la indignada y no lo volteo a ver, Henry se ríe entre dientes — Anda te llevo a casa, ya es tarde y el último autobús ya se fue— reviso mi reloj en mi muñeca y veo que efectivamente, el último autobús ya está apunto de llegar a mi casa sin mi. Asiento de mala gana y caminamos juntos hacia el ascensor.
— Con respecto a Dominique llegará el próximo viernes y necesitaré que me ayudes a preparar una fiesta de bienvenida, quiere que empiece a relacionarse con los inversores y nuestros clientes más prestigiosos, te enviaré el número de su asistente personal para que puedan organizar todo lo necesario con el y su banda y su muy apretada agenda
— ¿En dónde quieres hacer la fiesta? — Pregunto una vez que termine de anotar todo en las notas de mi celular
— En casa de mis padres, llama a la esposa de mi papá ella te ayudará en todo— asentí y me puse una alarma mañana a las 9 de la mañana para llamar a la señora Harper, el ascensor llegó al último piso que es donde únicamente los automóviles de Henry estaban aparcados, se subió en una camioneta volvo negra, subí al asiento de copiloto y Henry emprendió camino, mi casa no estaba muy lejos pero la hora con lluvia y tráfico no ayudaba en lo absoluto. Prendió la radio y la voz de Mariah Carey inundó todo el automóvil.
Inspire discretamente y su colonia amaderada llegó a mis fosas nasales, su aroma combinado con el asiento de cuero del carro le daban un grandioso toque varonil, lo mire, llevaba un traje negro y un abrigo café, hacía bastante aire pero Henry tenía su ventana abierta, tenía una ligera barba que empezaba a crecer y su cabello cobre brillaba con las luces del exterior
— ¿Qué pasa? — Me sobresalté y mire mi ventana rápidamente mientras un rubor ascendía por mis mejillas
— Nada solo pienso en tu hermano— menti como pinocho
— Si, es increíble que la estrella de rock quiera ponerse un traje y trabajar en una oficina — nego con la cabeza y sonrió — Pero deja de darle tantas vueltas, ya no estás trabajando, te exigen mucho — me miró por una milésima de segundo y eso bastó para hacer mi corazón aletear
— Si bueno, mi madre me ha enseñado a trabajar duro por lo que quiero — al instante me arrepentí de decir eso, ¿qué tal que piensa que estoy coqueteando con el?, mierda
— ¿Y qué quieres Alisson? — Me miro, la luz roja del semáforo iluminaba la mitad de su cara de una forma enloquecedora, eventualmente su mirada fija hizo que mis mejillas se sonrojara y quise gritar a los cuatro vientos que lo único que quería era que me amara con la mitad de la intensidad con la que yo lo amo
— Darle una buena vida a mi madre.
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Detrás De Archivos
RomanceAlisson Flores ha estado enamorada de su sexy jefe desde la primera vez que lo vio, después de cinco años ese enamoramiento solo ha ido creciendo y tomando fuerza, pero para Henrik Harper no es lo mismo, solo la ve como una empleada más y no piensa...