cap 5

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Hola, eh vuelto, encerio perdonen, pero eh estado ocupada un ching* y neta quería compensarlo, así que siéntense y lean con una tacita de té o café que este capítulo será largo.

Hola, eh vuelto, encerio perdonen, pero eh estado ocupada un ching* y neta quería compensarlo, así que siéntense y lean con una tacita de té o café que este capítulo será largo

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–Mexico, honey ya regrese–

Hablo abriendo la puerta con una bolsa del mandado que México me pidió traer.

Por una extraña razón la casa estaba en un completo silencio, algo que me suele preocupar, ya que mi esposo tenía la costumbre de poner su bocina a todo volumen cuando limpiaba

–baby?–

Digo mientras entro a la casa sin recibir respuesta de ninguno, me empiezo a preocupar, así que dejó la bolsa de lado y voy a la cocina, no está, en la sala, tampoco, así que decido ir a el cuatro dónde encuentro a un mexicano dormido mientras abraza a el pequeño entre sus brazos.

No pude resistirme a esa bella ecena y decidí sacar mi teléfono y tomarle una foto ambos, se veían tan tiernos juntos que realmente pensaba en decirle a México que nos quedemos con el pequeño.

Sonará tonto pero yo desde hace unos meses e querido tener una pequeño estado compartido con México, hacernos cargo de un pequeño llenaba mi corazón de ilusión y fantasía.

Decido caminar hacia la cama y acostarme alado de mi amado esposo y de el pequeño abrazándolos protectoramente.

Una sensación tan linda pero a la vez cálida estaba presente y me imaginaba cada mañana al despertar ver a mi lindo esposo en brazos tener a el pequeño bebé.

Decido quedarme a sus lados y sin querer el sueño hace que me gane y termino abrazandolos con cuidado

–usa, usa...USA– puedo escuchar a mi esposo moverme lentamente mientras le tomo de la mejilla izquierda acariciándolo.

–sorry mex, no aguante las ganas y me quedé dormido– digo mientras veo como su expresión es de molestia y preocupación, yo solo suelto una leve risa y tomo sus ambas mejillas acercándolo a mi boca dándole un beso.

Al principio se resiste pero luego corresponde lentamente, decido separarme de él con cuidado y levantarme para ver al pequeño

—y el baby¿dónde está?– pregunto mientras mi esposo se levanta para acomodar su ropa

–inprovise una cama con las almohadas y una cajonera, está cansado, no quería despertarlo y dejarlo en nuestro lado es sin duda de que lo aplastemos y lo dejemos como tortilla.

Rio al escuchar el comentario de mi esposo y me levanto para abrazarlo por detrás.

–jeje, siempre sabes que decir mi Mex– digo para besar su cuello tiernamente y sostenerle de la cintura.

Al principio como siempre se niega, es divertido ver cuándo me detengo se enoja y si sigo igualmente se enojara

–hmg~ USA...te dije que está el chamaco aqui– dice mientras puedo notar sus mejillas ponerse rojas

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