𝗞𝗜𝗦𝗦 𝗠𝗘 ➤ jakehoon

𓏲 𝙨𝙞𝙭

Maratón 3/4

"Me gustas, Sunghoon."

El pelinegro se quedó a dormir en la casa del castaño, pues anoche habían llegado algo tarde y se había despertado antes. 

Por lo que ahora se encontraba mirando el techo, con un brazo bajo su cabeza mientras pensaba en las palabras que Jake le había dicho la noche anterior.

«¿Qué siento yo por él?» se preguntó Sunghoon. 

El más alto quería a Shim, demasiado. 

No soportaría que algo le pasara y amaba cuidarlo. De hecho, siempre se había preocupado por el mayor. 

Las veces que Jake se enfermaba y tenía que quedarse en cama por varios días, Sunghoon iba a visitarlo para que no estuviera solo y pasar el rato con él. Además, Park podía quejarse de la mucha tarea que sus maestros le dejaban o lo mucho que su profesor de literatura, el señor Kim, lo odiaba. 

Pero todo eso no importaba. No importaba porque no era lo mismo que sentía Jake por él. 

Lo que el de cabellos cafés sentía por Sunghoon no sólo era preocupación por el menor, no sólo lo quería. Shim estaba enamorado de Park y no había nada que se pudiese comparar con eso. 

El pelinegro necesitaba darle una respuesta pronto a Jake pero en realidad no tenía idea de cómo y si sería tan rápido como deseaba. 

Tampoco quería lastimarlo, era lo último que quería. 

— te ves guapo cuando estás pensativo — susurró una voz un poco ronca. Jake había despertado y lo miraba. Cuando Sunghoon lo miró con una ceja alzada, se tapó la boca en seguida. 

Recién se había dado cuenta de lo que dijo y sus mejillas estaban rojas. 

Park sonrió de lado.

— ¿cómo estás, Jakey? — preguntó el más alto cambiando de tema — ¿te duele la cabeza? 

— un poco — hizo una mueca. 

Sunghoon negó divertido. 

— ¿quieres que te traiga algo? — lo miró expectante — puedo hacerte una sopa. 

Jake asintió sonriéndole después de pensarlo un poco. 

— ahora vuelvo, entonces — tomó la cara del mayor entre sus manos y depositó un pequeño beso en sus labios. 

El pálido se paró de su lugar dejando al castaño en su cama para dirigirse a la puerta de la habitación y bajar las escaleras. 

Escuchó una voz masculina en la cocina y se extrañó, acercándose lentamente a aquel lugar. 

Luego recordó que era sábado por lo que el padre de Jake no trabajaba hoy.

El señor Shim era un hombre de negocios, muy pocas veces se encontraba en casa y los días que estaba con su hijo, sábados y domingos, pasaba el tiempo en su estudio hablando por teléfono con clientes o sus trabajadores. 

Sunghoon siempre se sentía mal por el hecho de que su amigo de cabellos castaños estuviese solo en casa. Por lo que, de hecho, prefería estar en casa del mayor que en la de él mismo. 

— lo necesito para el lunes, Kang — dijo el señor Shim— de acuerdo, sí. Gracias, nos vemos el lunes — colgó. 

Sunghoon había entrado cauteloso, intentaba no molestarlo pero no funcionó pues el señor lo miró mientras comía una pasta algo sorprendido. 

— Sunghoon, — habló tapándose la boca con una mano mientras masticaba y luego tragó — ¿qué haces aquí? 

— hola, señor Shim — saludó con una sonrisa nerviosa — anoche Jake y yo fuimos a una fiesta, — explicó, rascándose la nuca algo incómodo — y volvimos algo tarde así que me quedé. Lo siento — se disculpó. 

— no, está bien Hoon — le sonrió tranquilizándolo — prefiero que te quedes aquí a que vuelvas tarde a casa. 

Park sonrió agradecido. 

Sin decir nada más, Sunghoon agarró las cosas que necesitaría para la sopa que le haría a su amigo. 

— ¿resaca? — cuestionó el señor Shim al lado del joven quien seguía preparando la sopa.  

— sí, me duele un poco la cabeza — mintió e hizo una mueca. 

El padre de Jake rió negando levemente la cabeza. 

— si es para Jake no me enojo — habló mirando a Park— pero dile que si va a volver a beber que no tome demasiado. No le gusta el alcohol así que no sabe hasta donde puede tomar. 

Sunghoon asintió de acuerdo con él.

Tenía razón. Jake no era del tipo de adolescente que salía a fiestas para alcoholizarse. Prefería salir con sus amigos al cine, ir a comer o sólo quedarse en casa. En cambio, Sunghoon no disfrutaba tampoco beber, sin embargo podía hacerlo sin ningún problema. Además, él aguantaba un poco más que el de menor estatura. 

Cuando la sopa estuvo lista, tomó un tazón y sirvió en él un poco para luego agarrar una cuchara, llevándosela a su amigo quien esperaba en su dormitorio revisando su teléfono. 

Jake al verlo se sentó en la cama recargándose en la cabecera de esta y colocó el plato sobre sus piernas para comenzar a comer.

— tu padre dice que la próxima vez que tomes no bebas demasiado — susurró Sunghoon mirando al mayor soplando su sopa. 

— ¿le dijiste que bebí? — dejó la cuchara en el plato y miró al pálido expectante. 

Park asintió. 

— tranquilo, no me dijo nada — sonrió tranquilizándolo — sólo eso. 

Jake sólo esperaba que, cuando su amigo se fuera, su padre no le reprendiera. 

Lo que quedaba de la tarde, Sunghoon la pasó cuidando a su amigo y decidieron ver películas o solamente charlar. Aunque a veces compartían uno que otro beso.