𝗞𝗜𝗦𝗦 𝗠𝗘 ➤ jakehoon

𓏲 𝙩𝙬𝙚𝙡𝙫𝙚

— Jake — habló el menor llamando la atención del mencionado, quien hizo un sonido con la garganta para que supiera que lo estaba escuchando — ¿vas a hacer algo el sábado?

Se encontraban afuera de la casa del otro, habían regresado de un día juntos en el parque que les quedaba cerca. 

Shim frunció el ceño levemente. 

— no— replicó negando con la cabeza. 

— genial! — sonrió — ¿nos vemos el sábado en mi casa, a las cuatro? 

El de cabellos castaños definitivamente no entendía a qué iba a todo esto. 

— ¿qué tienes planeado? — cuestionó curioso, mirando al pelinegro. 

Sunghoon simplemente sonrió. 

— es una sorpresa — le dió un pequeño beso antes de darse media vuelta e irse, dejando a un Jake atónito. 

La curiosidad comenzaba a crecer en el castaño, incluso pensó en que era algún día especial para los dos pero se dió cuenta que no, era un día como cualquier otro. 

Shim no podía esperar al sábado.      

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Finalmente el tan esperado sábado llegó. 

Las manos de Sunghoon temblaban incontrolablemente y trató de convencerse a sí mismo que era por el frío, pues la ciudad de seúl había amanecido con nubes grises. Incluso había altas probabilidades de que lloviese y Park sólo deseó que la chica del tiempo de las noticias estuviera equivocada. 

Cuando la hora que tanto había esperado llegó, Hoon escuchó la puerta de su casa ser tocada tres veces. Supuso que era su amigo por lo que se despidió de su madre y tomando sus llaves, salió de la casa. Encontrándose con un Jake sonriéndole mientras el más alto le devolvía la sonrisa. 

— ¿me dirás adónde iremos? — preguntó el mayor, viendo como el más alto cerraba la puerta de su casa detrás de él. 

— tendrás que esperar — rió y le dió un pequeño beso en forma de saludo.  

Y así, ambos jóvenes se dirigieron a la parada de autobuses, donde irían a su destino. El viaje fue algo largo pero debido a que platicaban en él caminando, en realidad sintieron que sólo habían estado en el autobús algunos minutos. 

Al llegar, tuvieron que caminar un poco  Jake no dejaba de preguntar adónde irían. Sunghoon sólo reía leve y contestaba con un "ya verás" aunque no se impacientaba ni estaba enojado, sorprendiendo al de hebras castañas. 

Jake logró ver aquellas interminables escaleras de uno de los lugares más famosos y turísticos que corea ofrecía. En seguida supo dónde estaban. 

— ¿qué hacemos en la torre Namsan? — preguntó el mayor mirando a su pelinegro amigo mientras comenzaban a subir las escaleras. 

Sunghoon rió levemente. 

— espera un poco más, Jakey — habló susurrando, sintiendo los nervios creciendo en él. 

Shim no dijo nada y siguieron subiendo las escaleras. 

Al llegar, vieron los puestos que había y decidieron comprar un par de panes taiyaki, de esa forma descansaban un poco de haber subido tanto. 

Cuando estaban listos para subir a la torre, caminaron hacia allá y subieron las escaleras con el menor tomando el brazo algo fuerte del castaño.