𝗞𝗜𝗦𝗦 𝗠𝗘 ➤ jakehoon

𓏲 𝙚𝙡𝙚𝙫𝙚𝙣

Jake ese día se encontraba solo en su casa. Sunghoon no había ido y el castaño tampoco fue a la de él. 

Era extraño, siempre se juntaban pero aquel día no, aquel día no se habían visto ni se habían enviado un mensaje, lo cual extrañaba a Shim, pues siempre buscaban la manera de verse todos los días.  

El castaño sólo deseaba que no le haya pasado nada grave.

Decidió enviarle un mensaje, seguro le explicaba qué sucedía. 

Jakey
hey
√√ 16:25
¿Hoon?
¿estás ahí?
√√ 17:49

Shim miraba la pantalla de su móvil con el ceño levemente fruncido. Le había enviado tres mensajes y sólo los había leído. 

Comenzaba a pensar en cosas horribles y en seguida sacudió la cabeza, en un intento de que aquellos pensamientos se alejaran de su mente. Le daba miedo pensar en que algo pudo haberle sucedido. 

Comenzó a morder su labio inferior un poco nervioso, no estaba seguro de qué podía hacer. 

Jakey
¿está todo bien?
√√ 17:53 

De nuevo no hubo respuesta por parte de Park. Y en seguida, comenzó a teclear para así enviarle otro mensaje. 

Todo esto lo estaba volviendo loco. 

Jakey
Hoonie
en serio me estás preocupando
√√ 17:58
sólo contesta algo
lo que quieras
necesito saber si estás bien
√√ 18:00 

Hoonie♡
estoy bien
sólo estoy enfermo
no te preocupes
perdón por no avisarte 

Jake suspiró de alivio y no pudo evitar sonreír levemente. En seguida comenzó a teclear su respuesta. 

Jakey
¿quieres que vaya a tu casa?
puedo hacerte algo de sopa

Hoonie♡
no, Jake
estaré bien
seguro mañana me siento mejor
hablemos luego 

Definitivamente Shim había sentido que el menor le contestaba con frialdad y comenzaba a sentirse terrible por ello. 

No sabía qué hacer. El pelinegro le había dicho que no fuera pero su comportamiento comenzaba a resultarle preocupante. 

Sin pensarlo más, se levantó de la cama, guardó su móvil y sacó una sudadera de su armario para luego ir escaleras abajo, agarró las llaves y salió de la casa cerrando la puerta detrás de él. 

No le importaba si Sunghoon estaba enfermo, tenía que cuidarlo y eso es lo que iba a hacer. Tomó el autobús hacia la casa del menor y al poco rato llegó a su destino. Tocó la puerta tres veces, esperando a que alguien abriera. 

No sucedió. 

No hubo respuesta, nadie había abierto la puerta. 

Supuso que la madre de Sunghoon se encontraba trabajando, pero ¿su hermano dónde estaría? No tenía idea. Volvió a tocar la puerta, ahora más fuerte. 

Al poco rato, abrieron la puerta y vió a Sunghoon. Pronto, comenzó a mirar cada parte de él, parecía estar en perfecto estado. No lucía enfermo. 

Park salió de su trance y abrió los ojos de par en par. 

— Jake, — habló al fin el pálido — ¿qué mierda haces aquí? 

El aludido frunció el ceño, estaba molesto. 

— tú — acusó, ignorando las palabras del más alto mientras lo señalaba con el dedo índice — me mentiste. 

El peli castaño no podía creer lo que el de cabello negro le había dicho. 

— Shim — suspiró pesado, cerrando los ojos y cuando los volvió a abrir, procedió — de verdad necesito que te vayas. 

— no hasta que me digas qué sucede — se cruzó de brazos. Necesitaba una explicación, no lograba entender la actitud de Sunghoon hacia él. 

— hablemos luego, ¿de acuerdo? — suplicó Park, esperando que el mayor se marchara — mira, — hizo contacto visual con el castaño— mañana estaremos bien. Por ahora sólo necesito estar solo — intentó llegar a un acuerdo con el más bajo. 

Jake enarcó una ceja. 

— ¿por qué? — dijo. 

Por primera vez no iba a rendirse tan fácil ante Park. Necesitaba respuestas y estaba dispuesto a luchar, así aunque el menor se negara. 

— sólo por hoy, Jakey — rogó en un susurro, tenía la cabeza gacha. 

— me quedaré aquí entonces — se encogió de hombros — necesito que me expliques. No me interesa cuánto tarde, pero no voy a moverme de aquí. 

Sunghoon estaba asombrado, muy pocas veces había visto a Jake ser terco. Definitivamente no era algo que el más bajo hiciera. 

Shim por un momento sintió una tensión que jamás había sentido en sus cuatro años de amistad. Debido a esto, el de cabellos castaños se negaba a irse y el pelinegro por su parte no encontraba una forma de hacer que el más bajo se marchara. 

— Jake, — murmuró rendido — ¿podemos hablar de esto mañana? por favor, sólo necesito estar solo. 

¿Qué era tan difícil? ¿Porqué quería estar solo? el de menor estatura no entendía nada de lo que estaba sucediendo y Park no le estaba diciendo absolutamente nada. 

Sentía la necesidad de ceder pero al mismo tiempo tenía una intriga que le era increíble incluso para él. 

Shim se mordió el labio inferior un poco, sin mirar al otro. No estaba seguro sobre qué podía hacer. 

Sunghoon suspiró pesado y en seguida jaló a Jake dentro de la casa, cerrando la puerta detrás del mayor para después estamparlo contra la pared y unir sus labios en un beso hambriento. 

Todo fue tan rápido para Shim que apenas pudo reaccionar, sin embargo al poco rato le correspondió el beso tomando la cara del mayor entre sus manos, mientras que el más alto tenía una mano en su cadera y la otra apoyado cerca de la cabeza del castaño. 

Park comenzaba a hacerse débil y aquello le estaba molestando demasiado. 

— ¿qué me has hecho? — había dicho una vez se separaron, apenas audible. Jake al principio no había alcanzado a entender a lo que se refería hasta algunos minutos después. 

Había abierto la boca para hablar pero el pelinegro, tomó su mandíbula y lo besó una vez más, callándolo. En seguida Jake olvidó lo que quería decirle y le correspondió el beso. 

Sunghoon bajó su mano hasta la pierna del peli castaño, para luego rodear esta en su cintura. Por su parte, Jake hizo lo mismo con la otra, para tomar la cara del menor con ambas manos, de tal forma que podían juntar sus bocas en un necesitado beso. 

Park jamás lo admitiría, pues se negaba a hacerlo. 

Sin embargo, amaba besar a Jake porque sus labios eran adictivos. 

Pero no podía simplemente creer que había terminado enamorado de su mejor amigo.