Born To Die | Peter Pevensie

CAPITULO 11

La puerta de mi nueva habitación se abrió unos minutos más tarde, dejando ver a Susan y a Lucy. Cuando las faunas terminaron de desenredar mi cabello se ocuparon de las hermanas Pevensie.

–¿Cómo será todo?

–Oh, irán con Aslan por supuesto, les colocarán sus coronas y habrá una gran celebración.– la fauna que respondió ni siquiera me miraba, estaba demasiado ocupada arreglando el cabello de Susan.

–Princesa, póngase el corsé, por favor

Me levanté de mi asiento sujetando con fuerza la toalla al rededor de mi cuerpo y caminé hacia un enorme biombo. Una de las faunas vino tras de mí para ayudarme a ajustarlo.

–Maldición ¿debo jadear cuando hable? Esto aprieta todos mis órganos, no considero que sea sano.

–Lo lamento majestad, pero sirve también como ropa interior. Ya verá que tarde o temprano se acostumbrará a llevarlo

Resoplé para apartar un mechón de cabello que caía sobre mi frente. Me incliné contra la pared sintiendo a la fauna seguir apretando el corset. Sujete con más fuerza la toalla, que ahora sólo cubría de la cadera para abajo.

Cuando terminó de apretar mis órganos me pasó unas bragas del mismo color del corsé. Las coloqué con prisa bajo la toalla y al fin la saqué de mi cuerpo para colocarme una bata que me extendió la misma fauna.

–Ahora vamos a maquillarla, lo necesario, no queremos que parezca una señora cuando aún es una niña

–Dejo mi rostro en tus manos

La fauna puso un poco de delineador en mis ojos, aunque estaba casi segura de que aquí lo conocían de otra manera. Sus manos se movían deprisa por mi rostro, nunca había visto a alguien ser tan precisa con el lápiz delineador, si es que podía llamar así a su pedazo de tiza.

–Déjame el peine, tú termina de maquillarla.– la fauna que había estado conmigo cambió de lugar con la fauna que atendía a Lucy.

–Ah, maravilloso trabajo hiciste en sus ojos. Su alteza, le aplicaré un poco de color a sus labios y brillo también

–Adelante

Separé ligeramente mis labios para que pasara sobre ellos el labial, que parecía más una tiza de color rojizo al no tener base. Puso sobre mis labios una extraña mezcla que desprendía un olor a sandía, pero que le daba un brillo extra a mis labios.

–Está lista, su majestad. En un momento terminaremos con sus majestades y podremos mostrarles sus vestidos

Hizo una reverencia antes de correr tras del biombo para ponerle el corset a Susan.

–¿Lucy llevará corsé?

–No, majestad, ella es aún muy pequeña para usarlo

–Que alivio.– dijo Lucy con una sonrisa en sus labios.

–Dios, odio el corsé.– Susan se sentó junto a mí. Las faunas se acercaron a ella para comenzar a maquillarla.

–¡Yo también quiero que me maquillen!

La fauna que atendía a Lucy volteo a verme, pidiendo permiso para hacerlo.

–Con un poco de brillo en los labios bastará, aún es muy pequeña para maquillar sus ojos

–De acuerdo, su alteza

La fauna se encargó de colocar un poco de brillo sobre el color natural de los labios de Lucy. La pequeña se veía de lo más emocionada porque probablemente su mamá no hubiera aprovado ni siquiera el brillo.