Solo deseo morir.

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-Robertha vamos, ya sonó la campana, llegaremos tarde.- Me decía mi nueva amiga Alice, una niña de ojos color miel y cabello ondulado, con una personalidad hermosa e imán de chicos, la amo por que tiene un encanto irresistible, seguro se baña en miel o algo así.

Estábamos en clase de biología, nos toco realizar equipos para hacer no se que tontada, desde que mi plan era descubrir la infidelidad de mi padre, no he puesto atención a nada. Todos me querían en sus equipos, yo creo que por bonita, por aplicada no, no tenia malas notas pero nunca he sacado a relucir el brillo de mi intelecto. En eso nos invitan a mi y a mi amiga Alice a formar parte de uno donde solo había puras chicas, nos agrado y nos unimos. Al parecer 2 de ellas eran muy intelectuales y las demás, que éramos 3, solo destacábamos por, bonitas.

-Hola, se que acabamos de iniciar clases, mi nombre es Lilith y pues nada, ojala formemos un buen equipo- Exclamo una niña de ojos felinos, cabello lacio y cara delgada.

-Todas ustedes ya se conocían?- Pregunto Alice.

-Amm, solo Lilith y yo íbamos en la misma escuela, a Kataleya la conocimos hace apenas literalmente una hora- Dijo muy sonriente Athenea, chica con pestañas largas, cuerpo voluptuoso y poca estatura. Kataleya tenia una sonrisa bonita y cabello muy rizado, usaba accesorios en su cabello y tenia los labios color cereza, de ojos verdes almendrados. 

Quien imaginaria que después de todo, nos caeríamos tan bien. Las invite a mi casa para realizar el proyecto, todas aceptaron.

-Maaaa ya llegueee

-Oh, Robie hablando en español, que lindo, ¿Cómo te fue cariño?

-Amm lo normal.

-¿Y lo normal es?

-Ay pues bien, conocí nuevas compañeras, ahh por cierto, vendrán a la casa a realizar un proyecto, ¿Pueden ayudarme tu y Julia (Julia es la asistente de la casa) a atender a mis invitadas?

-Amm, me temo que yo no puedo, pero le diré a Julia que te ayude, me encontrare ocupada, recuerda ser amable con ella.

-Claro, bueno, tengo que ir a cambiarme por que no tardan en llegar, así que ¿Dónde esta mi papi?

-En su estudio, ve a saludarlo, pero anda un poco extraño- El semblante de mi madre se torno muy triste.

Fui a su oficina, la puerta estaba cerrada con seguro, pero escuche que estaba hablando con alguien, pegue mi oído a la puerta y escuche mas claro. Mi padre estaba hablando con una mujer, no era mi madre, era alguien mas. Me quede un momento ahí, pero no escuche los pasos de mi padre que venían hacia la puerta, estaba tan recargada a ella que cuando mi padre intento abrirla, caí hacia adentro de su estudio. 

-Robertha, ¿Qué haces aquí en la puerta? Te he dicho que en mis asuntos no te metas - Me lo dijo en un tono muy alterado.

-Pero yo solo quería saludarte, además, me golpee el brazo y me raspe el pómulo.- Eso era verdad.

-No, esto que hiciste esta mal, deja de ser tan enfadosa y entrometida, ya no tienes 5 años- Estaba muy alterado, comenzó a asustarme.

-¿Tan siquiera vas a preguntarme como me fue? ¿Vas a ayudarme a curarme?

-Haz lo que quieras, no tengo tiempo para ti.

Eso ultimo me dolió, pero mas me dolió que me haya dejado tirada en el suelo. Estoy comenzando a sospechar mas sobre esa mujer. 

Fui a curarme, en media hora después llegaban mis compañeras, yo estaba destrozada, ellas no podían verme así. 

Algunas de ellas llegaron temprano, platicamos sobre algunas cosas sobre nuestras familias, todas hablaban de lo mucho que sus padres las trataban bien, yo no tuve mas remedio que llorar...

-Robertha, ¿Te encuentras bien?

-No, acabo de discutir con mi padre hace poco.

-¿El te hizo eso?- Me pregunto Kataleya señalando mi pómulo.

-Oh claro que no, es que estaba jugando con Kate mi gato y me aruño.-Mentira.

-¿Podemos ayudarte en algo Robertha? Podemos estar para ti.- Exclamo Athenea.

-Son todas un amor, pero, acá entre nos, deseo descubrir si mi padre le es infiel a mi madre.

-Claro que si, te prometemos que esto será un secreto y vamos a ayudarte, seremos como los ángeles de Charlie.-Dijo muy seria Alice.

-Pero, los ángeles de Charlie solo son 3 y nosotras solo 5, bueno 6- Dijo Lilith tomando a Kate entre sus brazos, el estaba muy cómodo. 

-Bueno, entonces, te ayudaremos.- Exclamo muy sonriente Kataleya.

Ese día marco historia en mi vida, nos volvimos amigas y hasta detectives.

Pero por la actitud de mi padre, ese día también deseaba morir.

RoberthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora