Jeon Jungkook se levantó y, apoyando su mano en el pecho de su ahora sumiso, lo apoyó de espalda contra la cama, aún de rodillas y con un agarre seguro, tomó los nudos centrales de la soga y levantó a Jimin, colocándolo cerca del cabecero, quedando recostado de costado aún con las piernas flexionadas hacia atrás y las manos detrás de su espalda. Jungkook se acercó y se acosto a su lado, apoyando su cara en su mano.
_El shibari no sólo te ata y te restringe, Jimin, sino que te libera de muchas formas.
El rubio no habló, sólo siguió escuchando todo lo que el pelinegro tenía para decirle.
_Te aleja de cualquier responsabilidad que tengas por mas simple que parezca. Te protege y te contiene. Quiero te que centres en ti, y en nada más. Siente tu cuerpo ser restringido, y verás que te sentirás más liviano.
Jimin suspiró e intentó hacerle caso a Jungkook. Sintió unas manos acariciar sus cabellos y se dejó hacer, cerrando los ojos.
Entendió lo que había hecho. Entendió que nuevamente, Jungkook le había dejado ser y sentir lo que realmente era. No había estado enojado con él en ningún momento. No había querido pelear con él de ninguna manera.
Estaba enojado con sus padres, y no había podido decirles nada.
Estaba enojado con sus hermanos, y no les había dicho nada.
Estaba enojado consigo mismo, y necesitaba desprenderse de algún modo. Estaba enojado con el mundo, con la sociedad en la cual había sido criado pero que entenida que no iba a cambiar, o que al menos, sentía que seria algo imposible de hacer por él solo. Sintió que era en vano luchar.
Un problema a la vez.
Así que intentó relajarse en aquellas sábanas, atado como un animal en el matadero, pero que paradójicamente -o no -, no se sentía de la misma forma. Parecía estar encerrado, pero por algún motivo, no se sentía así.
Había sido la única vez en la cual había sido encasillado con su pleno consentimiento. Sus manos estaban atadas como cada vez que debía elegir la vestimenta y apariencias para salir en alguna entrevista. Su cuerpo siendo reprimido por cuerdas como cada vez que sus padres le azotaban con sus comentarios filosos e hirientes. Sus rodillas hacia atrás y duras, como cada vez que se arrodillaba en la iglesia para fingir orar.
Pero Jimin había elegido todo eso. O al menos, no había dicho su palabra de seguridad.
Jungkook se había encargado de hacerle recordar que siempre la podía usar, que era la tarjeta roja, que podía detener todo en ese preciso instante si a Jimin se le apetecía, cosa que no sucedió. Por mas que le hubiese pedido, rogado, insultado y degradado, Park Jimin no había dicho la palabra de seguridad y eso era algo que al pelinegro le parecía bien. Se sintió orgulloso por un momento al ver a su sumiso recostado pacíficamente, simplemente mirando a cierto punto en la habitación. Pero ya no estaba tenso, o al menos no del todo. Cuando había llegado, Jeon se había dado cuenta que sus ojos no habían podido parar de ver todo a su alrededor, alterado y casi alterándolo a él. Cuando lo colocó sobre su regazo, los había cerrado.
Y menos mal, porque Jungkook no podía aguantar tener esa mirada en el rostro de una persona tan hermosa. Para alguien que podía actuar y fingir a la perfección sus emociones, el rubio había sido tan transparente con Jungkook que le sorprendió. Quizás, había podido romper del todo aquella coraza que el sujeto se armaba cada vez que los problemas llegaban a su vida.
El quería que Jimin dejase de fingir, dejase de mentir y de engañarse a si mismo mientras creía estar engañando a todo el mundo. Se mentía a él, no a sus fans.
Así que se le había ocurrido la idea del shibari luego de que uno de sus pacientes con ataques de ansiedad le había platicado de la práctica. Jugkook nunca iba a confesarle eso a Jimin por la ética laboral, pero eso no significaba que el no pudise apreder de sus pacientes.
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S.S.C.
FanfictionJimin habia sido siempre el sujeto correcto. Soltero, sin hijos pero con una enorme fila de pretendientes a la espera de una migaja de su atención. No esperaba pasar desapercibido cuando había dejado la comodidad de su hogar, demasiado cómodo y ab...