Midnight - NCT dream

02. Jeno

"¿Se sentirían orgullosos de mí? o ¿seguirían pensando que lo mejor fue dejarme solo?" Ese fue el primer pensamiento de Jeno al llegar a aquel imponente y antiguo edificio, ¿por qué alguien como Jeno estudiaría Bellas Artes? él sabía perfectamente que su imagen imponente y un poco agresiva no encajaría nunca en un lugar así.

Ni siquiera sabía cómo se iba a regresar a su pequeño apartamento si apenas había logrado llegar a esa academia casi a las afueras de su querida ciudad, en pocos minutos se suponía que llegaría Haechan, el amor platónico de su mejor amigo, ese mejor amigo que le repitió hasta el cansancio que si algo le pasaba a ese muchacho de piel bronceada estaría muerto. Haechan también era su amigo, pero no era su cómplice, era como una mamá que lo reprendió por todo.

- ¡Hola Jeno! - Gritó Haechan justo detrás de Jeno

- Hola... ¿Cómo llegaste hasta aquí? - Preguntó Jeno teniendo la esperanza de que pudieran regresar juntos al acabar las clases.

- ¿De verdad es lo único que me vas a decir en nuestro primer día aquí? - Dijo Haechan con un tono un poco decepcionado

Jeno no lo entendía en lo absoluto ¿Qué esperaba? A él solo le preocupaba cómo los niños ricos, los hijos de las personas más poderosas de todo un continente iban a humillarlo a él y a su amigo, porque aunque Haechan no fuera tan pequeño a comparación de Jeno físicamente, él era inocente, tierno y claramente no sabía pegar siquiera un puño.

Jeno ni siquiera contestó, solo siguió caminando mientras buscaba al número del aula, Haechan solo lo perseguía.

- ¿Sabes que si me ignoras Mark te golpeará? - Haechan se burló

- ¿Sabes que si me sigues molestando el que se llevará un golpe eres tú? más bien cállate y muéstrame en que aula tienes clase - Respondió Jeno

Haechan se lo mostró y por coincidencia, tal vez, sus aulas no quedaban lejos una de la otra, Jeno dejó a Haechan en la puerta del aula de coro y siguió caminando hasta encontrar el aula que decía en letras de madera "Historia del arte antiguo", lo único que pensó fue lo que pensarían los todos esos niños que vivían en burbujas de lujos sobre él, un don nadie, que no tenía papás, un chico lleno de tatuajes que no vivía en la zona más lujosa de Seúl, solo alguien más en el mundo, sin dinero, ni apellido que lo precediera.

Solo sacudió su cabeza y entró, se sentó tan atrás como pudo, al lado de una ventana que dejaba ver el inicio del otoño y un estacionamiento lleno de carros deportivos y camionetas relucientes. ¿y si vengo en mi moto? se preguntó a sí mismo y negó rápidamente ¿Qué haría una mugrosa moto en un estacionamiento con autos más costosos que su apartamento?.

La maestra llegó, se sentó en su escritorio y saludo a los alumnos, Jeno sabía que era llamativo, ni siquiera llevaba la corbata roja que llevaban los demás estudiantes, tampoco ese pantalón caqui, solo unos jeans, porque aunque sí le preocupaba lo que los demás pensaran de él nunca iba a perder su esencia.

Y como Jeno temía lo primero que hizo aquella anciana maestra fue preguntar por el chico nuevo, el becado. Jeno se paró y dijo que era él, la maestra le pidió presentarse, se volvió a parar y empezó.

- Mi nombre es Lee Jeno, tengo 21 años y estoy en el cuarto semestre de Bellas Artes - Jeno tampoco quería que sus compañeros se enterar de su vida entera en la primera clase, por lo que evito ciertos datos que le pidió su maestra.

- Bien Jeno, ¿por qué bellas artes?- pregunto la maestra con ternura

- Porque desde muy chico amo dibujar y creo que el arte es la manera más hermosa de expresar los sentimientos más oscuros y hermosos de cada persona - Jeno no pudo resistirse a contestarle a esa anciana que después de su respuesta lo miro con sorpresa y una sonrisa.