The Film •afi•

2.

Ashton.

Estaba sentado en la oficina del señor Roland emocionado y ansioso por contarle la idea de mi proyecto, lo mejor de todo es que esto va a ser tan beneficioso tanto para mi como para la facultad, y eso ayudará a que más personas se quieran unir a este hermoso lugar donde la creatividad crece.

Ya llevaba una semana planeando todo lo que haría para comenzar con mi proyecto, claro que tengo mi habitación lleno de papeles y fotos por todos lados, para buscar la mejor manera de acercarme a las personas "populares" y descubrir más allá de los que ellos creen "superior".

La puerta principal se abrió haciendo que yo rápidamente reaccione y me levante de mi lugar con una gran sonrisa posada en mis labios. El señor Roland entra con su expresión neutra como siempre y se sienta frente a mi juntando ambas manos sobre los papeles de archivos de otros estudiantes.

—¿Y bien? —Me pregunta expectante para que comience a hablar. Yo asiento sentándome en mi lugar nuevamente y saco mi cuaderno de ideas, donde todas mis anotaciones de la semana estaban ahí.

Se lo entregué animoso y él comenzó a revisar pagina por pagina todo lo escrito por mi. Desde pequeños extractos de explicaciones hasta pequeños mapas conceptuales donde se encontraban los principales conceptos que tratará mi proyecto de grabación. Oh, sí, también intenté usar mis mejores dotes de dibujo para dibujar a la chica que me topé el primer día.

Claro que no me quedó perfecto, pero era para especificar de que ella será mi protagonista.

El señor Roland dejó el cuaderno abierto específicamente en la parte donde estaba la chica dibujada, yo lo miré extrañado mientras que él sonreía de par en par.

—¿Esta es la chica de la cual hablas en las primeras páginas?

—Sí, señor.

—Me parece que la dibujaste con un rostro dulce y tú, en el extracto de ella la describes como una chica totalmente desagradable —Se encoge de hombros. —Se me hizo curioso.

—No soy muy bueno para el dibujo y le aseguro que ese rostro no representa para nada lo que ella en verdad es —Aclaré tan rápido que sentí que mi garganta comenzó a picar. Carraspee disimuladamente.

Él me miró extrañado por unos segundos, pero luego le quitó importancia siguiendo con otras de las páginas.

Mis manos estaban sudorosas sobre mi regazo, que intentaba controlar pasándolas por mi pantalón. Me ponía nervioso saber que algo esté mal de toda mi investigación, de hecho, hasta me tuve que desvelar para escribir todo lo que tenía recopilado desde el primer día hasta ahora.

Lo más difícil fue, tener que ser un tipo de espía luego de clases para seguir a ese grupo de populares y no fue para nada agradable tener que ocultarme tras vestidos de mujer casi todos los días. Me tenía algo impresionado todo el tiempo que las chicas se pasaban de compras, es como si el dinero les cayera del cielo.

Sentí envidia, pero luego pensé que prefiero ser una persona que trabaja para pagar sus propios estudios en vez de ser alguien mimado por mis padres y que me dejen hacer todo lo que se me de la gana.

—Irwin —Me interrumpe. —Tu proyecto es perfecto y justamente lo que estaba buscando que hicieras —Me sonríe ladeada mente antes de entregarme nuevamente el cuaderno. —No me esperaba menos de ti, por eso te puse este tipo de trabajo.