Amor Gamer

Nuevo jugador

Había pasado unos días desde su primer entrenamiento como manager. Entre los tres nada había cambiado, Kuroo les seguía molestando a ambos por su vicio a la consola, Kenma aparentaba no enterarse de nada aunque su amigo sabía ya, casi con total seguridad, que no podía quitarle el ojo de encima a su amiga, y Mizuki se encontraba en su burbuja, había soñado en el día que se conocieron y, cada vez que lo pensaba, su corazón latía más fuertemente.

--Chicos, en un par de horas me voy a Miyagi.-- Para ninguno de los dos era sorpresa, sin embargo no podían evitar echarla de menos. Kenma pausó el juego y los tres se miraron.

--¿Volverás el domingo no?-- Preguntó el mayor girándose en la cama.

Los tres se encontraban en la casa de la chica jugando a la play.

--Por supuesto, no podéis vivir tanto tiempo sin mi.-- Ella habló en broma pero los chicos que se encontraban en esa habitación sabían perfectamente que era verdad, ella era muy importante para ambos aunque puede que no de la misma manera.

Sin decir nada más reanudaron la partida. Sin embargo, poco tiempo después los chicos volvieron a pararla.

--Cuéntanos que pasa.-- La habían notado inquieta desde hace un rato y sabían que si no preguntaban ella no lo diría.

--¿Recordáis el torneo de la semana pasada?-- Susurró la pelinaranja lo más bajo que pudo.

--Si.-- Respondieron casi al unísono confundidos.

--Pues por lo visto un equipo me quiere reclutar para jugar profesionalmente.-- A estas alturas parecía un flan, le temblaban las manos del nerviosismo. Los chicos abrieron enormemente los ojos. Sabían que ella jugaba de manera impresionante, pero no se esperaban que los profesionales la tuvieran en la mira.

Las palabras no salían de sus bocas asustando a la chica, la opinión de ellos para ella era de las más importantes, quería que ellos la apoyaran, por lo que continuó hablando.

--He decidido aceptar, lo hablé ayer con mis padres y piensan que es una gran oportunidad, por lo que seguramente en algunos partidos o entrenamientos no esté.-- Los miró fijamente y rápidamente añadió.-- ¡Pero eso no quiere decir que deje de ser manager, ni mucho menos!

Otra vez el silencio, sentía que le iba a dar un paro cardíaco a este ritmo, sus caras eran indescriptibles.

--¿Qué equipo?-- Sorpresivamente Kenma fue el primero en salir del trance, ahora analizaba todas sus palabras meticulosamente, no quería perder detalle de nada.

-- ZGDX.-- Volvió a quedarse en shock, era el equipo más famoso de todo Japón.-- Principalmente compiten el el juego de LOL nacionalmente. En internacionales son competiciones más variadas, he quedado con el capitán para que me presente al equipo el próximo lunes después de clases.

-- ¿Hay más mujeres que compitan profesionalmente?-- Esta vez habló el pelinegro, siendo su respuesta una negativa con la cabeza-- Ya veo...enhorabuena enana.

Se acercó y le revolvió el pelo, ella miró a Kenma y el sonrió levemente felicitándola.

Había pasado el fin de semana, por un lado Shoyo había felicitado a su hermana y se la había presentado a su amigo Kageyama, el cual le hacía bastante gracia su comportamiento. Por otro lado, el fin de semana de Kenma había sido bastante más calmado, se sentía orgulloso, preocupado y alegre al mismo tiempo aunque, realmente, lo que más le apetecía era verla. Había salido con los del equipo a pasar el sábado y el domingo había estado con Kuroo jugando a la play, el cual era bastante malo incluso en el Mario Kart.

Empezó a sonar el teléfono del más joven haciéndole pausar el juego.

--Es Mizuki.-- Descolgó el teléfono y la puso en altavoz.