Un secreto

5 2 0
                                    

El campamento había terminado sin problemas. ¿Habían podido conseguir una oportunidad durante este para estar con quien querían? Pues algunos sí y otros no, por lo que las emociones a la hora de despedirse eran muy diversas.

--Nos vemos en la Spring High-- Se despidieron los capitanes del Fukurodani y Nekoma, para, posteriormente, irse cada uno por caminos distintos.

No solo había comenzado el torneo para los jugadores de voley, también habían comenzado las competiciones para la manager del Nekoma.

La chica se encontraba emocionada, estaba sentada junto al entrenador viendo el segundo partido del día, se les había dado realmente bien, el ánimo del equipo estaba muy elevado. Por fin pitaron el final del partido, el Nekoma había vuelto a ganar, y tras saludar a las gradas y al equipo contrario, se fueron directos a los vestuarios.

El entrenador Nekomata hablaba animadamente de las jugadas junto a la manager del equipo, ambos estaban muy contentos por el equipo. De lo inmersos que estaban en su charla no se dieron cuenta de que el equipo ya se estaba acercando hasta que el capitán apoyó su brazo en la cabeza de la pelinaranja.

--¿Nos vamos?-- Ambos asintieron y, tras mirar contra qué equipo jugarían al día siguiente se marcharon.

--Mañana no podré ver el último partido-- Comentó con disgusto la chica recordando la hora-- Empiezan las internacionales.

El equipo entero puso una cara de disgusto, justo les tocaba enfrentarse al Nohebi, y la presencia de la manager aliviaba mucho la tensión.

Tras esa corta charla cada uno se dirigió a sus proximos destinos, yendo los tres amigos de la infancia juntos, como era costumbre desde hace ya mucho tiempo.

--Oye Tetsuro, ¿te traes algo con el rubio del Karasuno o qué?-- La chica dijo con tono de burla al haber pillado a su amigo viendo una foto del bloqueador central del Karasuno. El pelinegro solo se sorprendió y apagó inmediatamente el teléfono haciendose el loco.

--Pero que dices-- Le delataban los nervios, por lo que sus dos amigos se sorprendieron, ambos sabían que ella lo estaba diciendo en broma, pero, ¿y si no lo era?-- No me miréis así.

El reproche del pelinegro les hizo reaccionar, estaba sonrojado mirando al lado opuesto, la chica se limitó a reir suavemente, consiguiendo que su pareja le mirara con ternura.

--Sabes que si así fuera podrías contarnoslo, ¿verdad?-- La chica apoyó una mano en su brazo para llamar su atención haciendo que el pelinegro asintiera con la cabeza y soltara un suspiro.

--De repente os habéis convertido en expertos en el amor, ¿no?-- Les acusó a modo de broma haciendo referencia a la relación que estaban manteniendo sus dos mejores amigos, y tras un breve momento de silencio habló de nuevo.-- Creo que me atrae.

Era curioso que teniendo tantos chicos y chicas interesadas en el, este fuera a interesarse por el único chico que parecía no querer tener nada que lo relacionara con él. Mira que el amor era difícil.

--¿Has hablado con él desde el campamento?-- El chico solo negó con la cabeza apenado.-- Bueno, pues lo primero es quedar con él, podríamos invitar al Nekoma y Karasuno, así no tendría excusa y no se cuestionaría nada. Y si preguntan podemos poner de excusa a mi hermano.

El plan había convencido a ambos chicos, tanto al pelinegro que tenía ganas de ver a ese chico de gafas, como al rubio que se había decidido a decirle a su amigo pelinaranja que mantenía una relación amorosa con su hermana.

Tras preparar ese futuro acontecimiento Kuroo se despidió de sus amigos y entró a su casa, Kenma por el contrario, fue con la chica hasta la residencia que compartía con sus compañeros, esa noche se quedaría en su casa, iban a estrenar un nuevo juego.

Amor GamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora