Charlotte

VII CAPÍTULO

¡Apartense, apartense! Dijo el juez que llegó para el levantamiento del cadaver. Y llegaron dos camilleros y la cubrieron con una sábana blanca, luego la subieron  con una camilla en un furgón.
-¿cómo ha muerto? Preguntó Charlotte.
El Sr. S miró hacia el balcón  de la casa de la difunta Madame Corvely situado sobre la tienda,  lleno de plantas rotas por el costado del balcón
-Supuestamente ha caído del balcón pero una vecina asegura qué escuchó gritos y forcegeos antes de que cayera, me temo que no sea un accidente.
- Yo hace unos días también la escuché discutir con alguien, todo esto es muy sospechoso. Dijo Charlotte preocupada.
Luego el Sr. S con mucha cortesía le abrió la puerta de la tienda a Charlotte y este quedó embriagado por el perfume que desprendía su pelo. Luego mientras el Sr. S interrogaba a las modistas Charlotte escuchó que la campanita de la puerta sonaba y fue a ver quien era. Entró un esvelto hombre con un elegante traje y una chistera que le daba un aire muy interesante, y llevaba un gran bigote rizado por las puntas que hacía juego con su vistosa perilla. Charlotte ya lo conocía pues era el socio de Madame Corvely, este nunca le había caído bien.
- Hola Charlotte, me he enterado de que le había pasado algo a Madame Corvely ¿Qué le ha sucedido?
-Ella ha caído por el balcón y ha muerto. Dijo Charlotte.
-Oh dios mio, no sabía nada, ¿Se sabe como ha caído?
-No pero el inspector esta investigando el caso.
El Sr. S se acercó a Charlotte y le refirió que ya había acabado. Charlotte le presento al socio de la difunta. El Sr.S quiso Interrogar también a este.
-¿Le puedo hacer unas preguntas?
-Sí, claro pero es que tengo mucha prisa. Dijo él esquivo.
- No le llevará mucho tiempo.
¿Qué hizo esta mañana, a la hora de la muerte de la difunta?
- Nada en especial, estube desayunando.
-¿y tiene algun testigo que lo afirme?
-Sí ,mi ama de llaves.
-Me han dicho que unos días antes de morir Madame Corvely tubo una discusión con alguien, ¿sabe usted con quién fue?
-Sí, conmigo pues le dije qué no ganaba beneficios suficientes con su tienda y nos enzarzamos en una discusión pero jamas como para haberla empujado. Dijo el socio.
-Bien, ya tengo la información que necesitaba muchas gracias.
Luego el socio se fue y los dos subieron a la casa de Madame Corvely, los recibió una sirvienta, la cual les dió información sobre la familia de la difunta.
- Madame Corvely era viuda y tenía dos hijos uno esta postrado en la cama y apenas puede decir nada ni moverse y el otro creo que salió esta mañana.
-Gracias, cuando vuelva avisenos.