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Hay tres pisos, el primer piso es en el cual están las personas lo suficientemente cuerdas para saber que es que lo que esta bien y que es lo que esta mal, el segundo piso es donde están las personas las cuales pueden hablar consigo mismos, el tercer piso es el peor de todos pues están las personas que están lo suficientemente mal de la cabeza para encerrarlos en una oscura y blanca habitación y ser tratados como animales.
A Fleur le causaba escalofríos el tercer piso, ¿y a quien no? El largo y grande pasillo del tercer piso parecía una de las escalofriantes escenas de la serie American Horror Story.
Fleur daba pequeños pasos,pasaba por las puertas las cuales estaban conformadas por metal grueso. Algunas de las puertas tenían una pequeña ventana cuadrada de vidrio que no parecía fácil romper, y habían otras que no tenían ventana, eran solo metal.
Fleur daba pasos pequeños al sentirse un poco "opacada", cada paso que daba sentía como era observada.
Una ayuda y débil voz la hizo detenerse en seco.
De forma rápida y "valiente" se volteo abruptamente, miro a su alrededor para ver quien era la dueña de esa peculiar voz.
Dio pequeños pasos mirando las ventanas en cada puerta.
-¡¡Ah!!-. Soltó un grito y dio un pequeño salto asustada al ver que en la ventanilla de la habitación a su derecha habían dando un puñetazo.
El ruido y la sorpresa la asustó mucho. Su mano fue a parar en su pecho intentado regular su respiración.
No iba a negar que casi grita por tremendo susto que recibió.
Al analizar levemente la situación, su mirada se enfocó en la ventanilla.
Esta era más grande que la de otras habitaciones, al parecer la persona que habitaba allí no estaba tan desquiciada.
La chica se acercó lo suficiente a la ventana haciendo que este se empañara un poco por su respiración. Sus manos se posaron en el vidrio, y sus ojos estaban fijados solo en aquella asustada chica.
La miraba con diversión, en sus ojos mostraba lo divertida que se encontraba, le parecía tan jodidamente atractivo.
(...) dejó de pegar su cara en la ventana y se separó un poco, permitiéndose a si misma observar mejor aquella chica.
Fleur solo se quedó pasmada, intentando hacer lo posible para no asustarse lo suficiente.
(...) cambio su expresión a una más de seriedad y la miro de arriba, abajo.
Este acto hizo que Fleur se sintiera más nerviosa. No era un secreto que la mayoría de las personas que se encontraban en el psiquiatra le tuvieran miedo a los del tercer piso. Este miedo se debía a que habían psicópatas, esquizofrénicos, y inclusive asesinos. Con tan solo escuchar nombrar al tercer piso, la mayoría se les ponían los pelos de punta.
