todos los personajes son creados por Ken Wakui.
sin embargo, queda prohibido cualquier tipo de plagio referente a los capítulos que se toman aquí y/o adaptaciones, ya que estos, son ideas mías.
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La mirada del pelinegro la analizo mientras la veía recostada en su cama, fue inevitable en el sentir lástima y dudar de alguna forma de lo que una vez sintió. Se acercó lentamente a ella, no quería despertarla y mucho menos tener una discusión con ella. No estaba preparado y no tenía en mente que decir esta vez para justificarse. Paso su mano ligeramente dando ya un toque leve a su cabello y nuevamente la culpa se centro en él. Pensó en las mil maneras de como había llegado a ese punto y en busca de ello, encontraba cualquier pretexto para no tener que cargar con la responsabilidad.
Nunca te vayas sin despedirte, porque jamás estoy segura de que te volveré a ver. Esa voz. Resonaba constantemente y el recuerdo de aquel día se hacia vivido. El día que casi pierde la vida y después de ver a su madre y su novia llorar por el, fue lo esencial para hacerse el mismo la promesa; de nunca volverlas a hacer pasar lo mismo.
La cruda voz de la castaña hizo eco en su conciencia dejando un amargo trago a su pasó. Él hacía lo que justamente ella odiaba y en eso, había roto su promesa. Era consciente de su daño porque infinidad de veces la escuchaba sollozar en las madrugadas cuando llegaba haciendo caso nulo y fingiendo que no notó verla así. Sin hablarle, sin besarla, sin preocuparse. ¿O si?.
Y de nuevo su corazón se sintió vacío, la culpa que había estado evitando desde hace tiempo llegaba de manera cruda, haciéndolo llegar a su realidad. Y en medio de una mala jugada de su mente, recordó las veces que mentía diciendo que iría a reuniones donde a él no le era permitido entrar. Vagaba por las calles en busca de encontrar congruencia hasta que conoció lo inevitable, su falta de cercanía hacía ella hizo paso para encontrar consuelo en otra persona, recordó el tacto que generaba en el y fue inevitable sentir que era su refugio donde el no encontraba cercano a su actual novia. Sintió el nudo en la garganta pero su tacto seguía siendo casi inconsciente por este mismo. Era consiente de su mierda y sus malos tratos, pero era demasiado cobarde con ponerle fin a esto. No era valiente para terminar con el principio del caos.
- Hasta que al fin llegas - La voz ronca de la castaña lo saco de su nudo de pensamientos e inconsistentemente retiro la mano de su cabello algo apurado - ¿Dónde estabas? - Murmuró, volteando a verlo y finalmente enfrentarlo. Su rostro se veía triste y en el un cabello despeinado se hacia presente.
Sus ojeras; las mismas que un día juro curar, eran mas notables que en otras ocasiones y sus ojos rojos e hinchados se hicieron presente. Eso había sido el principio para quebrarse completamente y perder todo sentido, perder su cordura y en ello la valentía que era tapada por cobardía.
La boca de Baji estaba vacía, su mente, corazón y conciencia no daban uso para otra mentira mas. Su corazón latía con demasiada fuerza y él podía jurar que en esa habitación donde el ruido era inexistente llegaba a escucharse. La miro a los ojos, y sus ojos se empezaron a cristalizarse pero sabía que un llanto no vendría, al menos no en ese momento, ella esperaba una respuesta y no fue mucho lo que sostuvo su mirada cuando casi por instinto tuvo que retirarla.
- Estoy cansada Baji - Su voz eran tan baja y calmada, se escucha quebrada y temía que en ese mismo rato, finalmente se deshiciera de eso. Desde hace tiempo perdió todo sentido para hacerla sentir bien. - Tú y tus mierdas - Ella rió sin gracia y finalmente decidió levantarse y sentarse en la cama todavía envuelta en sábanas.
- Siempre arrastras a todos en esto, ¿no Baji? - Él no pudo seguir viéndola y evitada su mirada a toda costa.
¿Como es que había pasado esto?. No, ¿como es que permitió hacerla llegar a esto?.
- Maldita sea, yo... - Intento hablar pero el nudo se volvió a hacer presento y solamente escucho como ella volvía a reír sin gracia. Alzo su mirada y ella nunca la desvió, al contrario, era desafiante.
- No ocupas seguir más aquí, puedes irte cuando quieras - Soltó sin más y el quería creer que estaba en su peor pesadilla y era nuevamente una mala jugada de su mente- Lo se todo, no necesitas quedarte, no aparentes estar donde nunca estuviste.
Sintió como el mundo paro por milisegundos, como el ruido de los coches que iban por la calle esa madrugada se hubiera detenido e incluso pudo sentir como sus respiraciones se habían cortado.
Y la escucho sollozar y nuevamente su corazón fue inevitable volver a sentirse vacío, las palabras seguían sin salir y se sentía desesperado. Necesitaba decir algo para calmarla y que estuviera bien, necesitaba disculparse. No, quería sentirse bien él y no tener que cargar más con esto. Pero lo cierto, es que su lugar ya no era hacerla sentir bien, no tenía palabra para consolarla cuando él era la razón de su corazón roto y sus ojos tristes.
- No supe como terminarlo, lo lamento - Finalmente dijo el pelinegro rompiendo el llanto, dejó finalmente salir todo y se sentía vulnerable. Sus piernas no le respondían y no pudo moverse, ni siquiera tuvo el valor de irse esa noche.
La noche donde te fuiste, dejando un gran sabor amargo, la noche donde su presencia hacía tanto sentido a mi ser que me costaba llegar a analizarlo. La noche donde tuve que dejarte porque nunca pude saber querer. Y las noches, que seguirás sin estar.
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yo siento que baji sería el chico que te rompería el corazón de la forma mas cruda posible y te dejaría siendo un desastre en medio de ello. tengo pedidos abiertos para saber sus intereses, pondré un apartado para saber que les gustaría leer :).
estoy pensando en hacer una historia completa de esto o una segunda parte :).
