todos los personajes son creados por Ken Wakui.
sin embargo, queda prohibido cualquier tipo de plagio referente a los capítulos que se toman aquí y/o adaptaciones, ya que estos, son ideas mías.
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Hanma no era el chico lindo que te hacía sentir en el cielo, no era el chico que te hacia sentir la más dichosa y con suerte, y vagamente te hacía sentir apoyada, no tenía sentimientos leales hacia alguien no fuera el mismo y sobre todo; no era el chico que tuviera algún remordimiento sobre sus acciones y pensar en los efectos que estás tenías. Solo le importaba una cosa; divertirse. Sin importar a quien o quienes se llevara a su paso.
Esa noche, con un cielo en un gran diluvio y un frío que el abrigo no era suficiente de lo empapado que estaba, se conocieron solo pudiste sentir intriga, verlo con un enorme suéter, un pantalón y su típico cigarro bajo una sombrilla de algún puesto de la solitaria avenida y su mirada fría, daba misterio y en tu intuición sabías que se escondía algo mas grande. Un secreto.
Eras adicta a la sensación, tal vez por el peligro que transmitía y la soledad que dejaba en su paso, te costo mucho analizar y llegar a notar de lo roto que estaba, de su inestabilidad y el gran daño que dejaría a su paso. Y aún así, seguías ahí.
Ahora lo tenías encima de ti, sabías que esa seria posiblemente la única vez que lo verías en el mes. Tiende a desaparecer mucho y no saber de el durante mucho tiempo, llegaba después de un tiempo considerable, junto con algunos moretones e incluso en ocasiones son sangre impregnada en su ropa. Sus besos fueron recorriendo tu cuello y bajando lentamente logrando sacarte suspiros. Un camino de ellos se hacía presente y succionaba, sabías que dejaría una mancha morada luego. Tironeo ligeramente tu labio y metió su lengua sin permiso y jugaron entre ellas mientras una de sus manos vagaba por tu cuerpo y la otra se sujetaba para no aplastarte.
De un momento a otro, sin saber detenerlo y sin notarlo; te encontrabas totalmente desnuda de la parte de arriba y tus piernas seguían cubiertas por tu falda que habías decidido usar ese día. El seguía tocando todo a su gusto. Dejando un camino de deseo a su paso, deseando mas de él.
- Hanma. - Lo llame cuando sentí sus dedos tocar mi intimidad y como sobaba de esta. Como un chasquido fue suficiente para bajar mi ropa interior y hacer el roce directamente perdiendo todos los sentidos.
Él no me amaba, sus roces siempre se sintieron sin amor, donde el placer era mas grande que cualquier cosa que no pudo involucrar algo mas. Tenía deseo de ella y deseo de tenerla siempre pero nunca existió un deseo de amarla.
Ella sabía esto pero era adicta a la sensación que este la hacía sentir, la hacía subir al cielo y en pocas horas, el mismo la bajaba para recordarle lo que era: una más. Donde al final volvía a sentirse sucia y llorando, deseando tener mas valor para romper este círculo vicioso. Pero cuando el venía, con esa sonrisa y era voz, ella estaba dispuesta a jugarlo todo, incluso si ella estaba de paso. Ella juro estar ahí sin importar que y estaba dispuesta a seguir esa promesa.
Esa noche el se había marchado dejando otro hueco en su corazón y volviéndose a sentir usada. Esa noche de la que jamás volvió a saber nada mas de el y sin despedirse se marchó, dejando la soledad a su paso y su inestabilidad como recuerdo de su ausencia.
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