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Minho peinó su cabello por primera vez desde que era pequeño, bueno, claro que lo cepillaba, pero no lo peinaba con gel ni nada

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Minho peinó su cabello por primera vez desde que era pequeño, bueno, claro que lo cepillaba, pero no lo peinaba con gel ni nada. Pero esta vez era la excepción, todo por su Jisung.
Se peinó de forma en que su frente quedara descubierta, obvio no iría con su peinado ocasional, se colocó una camisa blanca de manga larga, tapando algunos de sus tatuajes; un pantalón de vestir negro que encontró por mera coincidencia, que seguro su madre lo había dejado para que se vistiera un poquito más decente.

Se puso colonia y quito los aretes de sus orejas, ¿delineador? Ni loco, hoy no.
Miro sus uñas pintadas de negro... ¿Sería buena idea despintarlas? Pero... Sung las había pintado para él... Lo pensó demasiado y decidió no hacerlo, se veía formal y muy diferente a como siempre. Esperaba dar una buena impresión a sus padres.

Tomó su mochila y la colocó en su hombro mirándose al espejo por última vez. Salió de casa mirando a sus amigos recargados en la cerca.

—De qué juguetería te escapaste, muñequito.— Se rió Changbin.

—Pareces un muñeco de porcelana, Minhonnie.— Sonrió Hyunjin.

Minho bufó, sabía que empezarían a molestarlo ese par de idiotas.

—Jódanse.— Comenzó a caminar.

—Ya en serio, por qué te ves como un pendejo hoy.

—No me veo como un pendejo, Changbin, sólo me vestí formal para, mmm, conocer a los papás de Jisung.— Dijo lo último casi como un susurro.

—Woow, entonces ¿van en serio?

Minho se ruborizó, llevaba mucho tiempo conociendo a Jisung, desde que entraron a la universidad para ser exactos. Tenían pequeñas charlas e incluso llegaron a comer juntos, pero nunca tuvo el valor para hacer lo que estaba haciendo con el últimamente.

—Sí, vamos en serio.— Sonrió resaltando sus dientes delanteros.

—Woow, mucha suerte, hermano. Espero no te pase lo que me ocurrió con Seungmin.— El tono de Hyunjin era melancólico, su amigo no podía superar al castaño aún.

—Espero que no, Hyunjin.— Acarició su espalda.

☠️

Minho había sido el centro de atención ese día, desde que llegó las miradas se posaron en él y un montón de chicas se acercaban a pedirle su número. Sin saber que era "Minho, el chico emo", como le habían apodado.

Al pelinegro no le interesaba ninguna de esas personas, él quería ver a su pequeño rubio, quería sorprenderlo con su cambio de imagen. Lo esperaba otra vez pacientemente afuera del salón, con una pequeña piruleta del mismo sabor que le dio Jisung aquel día.

Cuando salió miro sus ojitos abrirse y una pequeña "o" formada en sus gorditos labios.

—Woow, Minhonnie, te ves muy bien.— Sonrió.

—Vaya, te bañaste.— Agregó Seungmin que se encontraba al lado de Jisung.

—¡Seungmin!— Lo regañó.— Ignóralo, Minhonnie, ¿nos vamos?

Minho asintió, tomando la mano del rubio tímidamente, entrelazándolas para irse juntos.

🎀

El recibimiento de los padres de Jisung fue tan bueno que incluso lo sorprendió, no le hicieron ninguna pregunta incómoda, fueron amables y las conversaciones eran amenas. A pesar de su timidez, tomó confianza y les contó que estaba estudiando medicina, sobre sus padres, y muchas cosas más.
Los padres de Jisung lo llenaron de comida, le decían que comiera muy bien para que no se enfermara y cosas del tipo.

Minho estaba satisfecho de esa tarde, nunca espero ser tan bien recibido, se regañó mentalmente por haberse preocupado tanto en vano. En este momento se encontraban sentados en la banca de madera afuera de su casa, el sol se había escondido ya, sus manos estaban entrelazadas y su vista en el anochecer.

—Espero no te hayas sentido incómodo.

—Para nada, Sung, tus padres fueron muy atentos, me sentía nervioso.— Se sonrojó.

Río dulcemente.— Me di cuenta, por cierto, quería decirte algo.

Minho lo miro, sus ojos conectaron.
Jisung sonrió y acarició su cabello.

—Minhonnie, si no te siente a gusto con este tipo de ropa, peinados, zapatos.— Río.— Puedes vestirte como lo haces siempre, a mí me encantas de esa forma. Sé que lo hiciste para quedar bien con mis papás, pero no escondas lo que eres ¿bien? Ellos te aceptarán seas como seas, porque eres la persona que yo quiero; y yo, yo te quiero también como seas, no me importa cómo te vistas, de qué color tengas delineados tus ojos o tus uñas tintadas.— Hizo una pausa.— Me encantas de cualquier forma, Lee Minho.

Minho sonrió y sintió sus ojos cristalinos, sin duda había encontrado a su otra mitad. Lo besó y deseó nunca separarse de su pequeño rubio, al que amaba como nunca lo hizo con nadie más.

¿Eres emo? | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora