5.

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Jisung y Minho llevaban exactamente un año y medio juntos. Empezaron a formalizar desde el día que Jisung lo llevó con sus padres, luego le tocó al pelinegro llevarlo con los suyos.
Estos quedaron atónitos, pues pensaban que Minho nunca tendría pareja, al pelinegro nunca le había llamado la atención absolutamente nadie, hasta que llegó Jisung.

Su relación era un diez de diez, siempre estaban juntos, parecía que tenían imanes y no podían despegarse el uno del otro.

Su lugar favorito de citas era el cementerio, era raro para muchos, pero para ellos se convirtió en "su lugar especial", podían sentarse en alguna banca y platicar un rato. La soledad de ese lugar les gustaba.

El día que Minho lo llevo por primera vez al cementerio le dio miedo, pensaba que en cualquier momento un muerto se saldría de su tumba y lo perseguiría por todo el lugar. Luego Minho lo abrazo y le dijo que nunca le pasaría algo si estaba a su lado. Y eso era cierto, jamás le pasaría algo si estaba alado de su Minhonnie.

Ahora Minho tenía que dar un paso grande, pedirle a Jisung que se fueran a vivir juntos. El simple hecho de separase de su pequeño rubio era doloroso, siempre querían quedarse un ratito más juntos; siempre querían hablar un ratito más, y esos ratitos se volvían horas y horas. ¿No era una mejor idea irse a vivir juntos?

Minho tenía un pequeño trabajo de medio tiempo, a él aún le faltaban dos años para acabar la carrera de medicina, en cambio Jisung ya estaba trabajando, pues su carrera de comunicaciones no era tan larga como la suya.

Así que por eso mismo quería mudarse con él, ya no se veían en la universidad ni nada, a veces tenían días que no se miraban. Pues ambos estaban ocupados.

Minho esperaba a su bolita de arroz pacientemente sentado en la banca del cementerio, donde siempre pasaban las tardes.
Su novio llegó y comenzó a darle besos por toda la cara, llenándose su boquita de pintura negra, que para los ojos de Minho era de lo más lindo.

—Amor, ¡te ves precioso!

—Sung, tú te ves aún más preciso que la última vez.

Jisung se sentó a su lado entrelazando sus manos.

—Sung, quiero hablar contigo de algo.

—¿Qué pasa, Minhonnie?

—Bueno, y-yo, cre-creo que, debeeríamosirnosavivirjuntos.— Habló rápidamente sintiendo la mirada de Jisung, agachando su cara con vergüenza.

—Pensé que no me lo pedirías nunca.— Sonrió abrazándolo, acurrucándose.

—¿Entonces, vivirás conmigo?

—Haría todo contigo, Minho.

Minho quiso llorar como siempre cuando Jisung le decía algo lindo. Aún no sabía cómo fue que terminó con ese pequeño rubio, pero estaba agradecido de tenerlo a su lado.

—Minho ¿eres emo?

Jisung, soy el amor de tu vida.

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Amores, este es oficialmente el final de la historia. Como siempre, espero que hayan disfrutado de la historia, muchas gracias por leer y llegar hasta aquí, lxs amo <3

¿Eres emo? | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora