Primeras impresiones

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Ok, antes de revolver más las cosas, empecemos poniendo algo de consistencia a esta desagradable, a falta de adjetivos más respetuosos, historia que Kageyama experimenta.

☆ ★ ✮ ★ ☆

Kageyama pedaleaba con un ritmo justo camino a su nueva preparatoria, más que preparado para iniciar en la escuela Karasuno (no precisamente emocionado pues fue rechazado en la primera para la que aplicó, eso era un gran golpe a su ego y prácticamente una decepción a si mismo, por más de una razón).
Pero para nada deprimido, es más, en este colegio había una cosa mejor que su propia nostalgia.

- ¿Kags?

Al escuchar esa voz que extrañaba escuchar se detuvo en seco.
Detrás de él, su amigo de infancia.

― Tadashi.

Yamaguchi Tadashi, un delgado chico con cabello verdoso adornado por un ahoge y maravillosas pecas por todos lados.

Importandole muy poco su bicicleta la soltó y rápidamente corrió hacia él para abrazarse cariñosamente, diablos, extrañaba mucho tenerlo tan cerca.
Nunca había sido alguien de abrazos, hasta que se trataba de él.

― Sabía que vendrías a Karasuno pero no esperaba verte de camino, creciste tanto ― Sus palabras eran acompañadas por pequeñas palmadas en su cabeza que recibía más que gustoso.

― Me hubieras dicho que vendrías por aquí y hubiera ido a recogerte ― Disfrutaba de tenerlo cerca y si cambiar su rumbo y reducir su tiempo de desayuno le garantizaba tener un poco de tiempo más con él lo tomaría.

― Sabes que eso no es necesario, además, alguien ya me está acompañando.

Tras decir eso se separó un poco para extender su mano a alguien más que hasta ahora no había notado.

Un chico rubio, con lentes y una mirada que no sabría decir si era tranquila o indiferente.

― Bueno ¿y a quién tenemos aquí?

― Tsukki, él es Kageyama, mi amigo desde niños, Kags, él es Tsukishima, un amigo de la secundaria.

¿Tsukki? ¿Y ese apodo de dónde había salido?

Yamaguchi se hizo a un lado, ¿invitándolos a presentarse? Lo social no era su fuerte.

El primero en acercase fue el rubio.

― Kageyama, había escuchado de ti, el prodigio de volleyball ¿no es así? ― Extendió su mano para saludarle, entre más rápido terminarán con esto más rápido podrían irse.

Estrechó su mano de manera incomoda. ― Yo nunca había escuchado de ti ― Aunque su intención no era insultarlo. Su tono no era el más amistoso, pero su tono nunca era apropiado.

― Kags, tu tono ― Rápido reaccionó Yamaguchi, dándole un ligero empujón al pelinegro. Entendía lo difícil que era socializar para su amigo, no quería malentendidos.

― Déjalo así Yamaguchi. Ya nos presentamos ¿Podemos irnos ya? ― Pero claro, el golpe ya había sido recibido.

El megane tomó a al más bajo por el codo, tratando de animarlo a irse. No quería hacer una escena, era el amigo de Tadashi después de todo. Lo dejaría pasar, pero ahora solo quería caminar juntos en paz.

En cuestión de segundos esta presentación era retomada por Yamaguchi. Tratando de aminorar el ambiente incómodo. Pero en silencio había una pelea entre los dos más altos. ¿Por qué? No lo tenía del todo claro todavía, pero no iba a perder. Porque si se trataba de lo que creía, él nunca cedería.

¡Aléjate de Yamaguchi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora