Capítulo 49

2.5K 211 77
                                    

Pov Narrador

La semana de la apuesta comenzó bien para Naruko, había estado practicando duro en una parte de aquella ciudad para ganarle a aquella mujer.

Ya había perdido la cuenta de cuántos globos había destruido en esos días, pero tampoco le importaba.

Cuándo los días se le empezaban a acabar es cuando recién se dio cuenta de su situación.

Y cuando menos lo esperó, sólo me quedaba un día para completar la semana.

Había hecho mucho progreso, pero seguía sin poder hilar y potenciar el chakra en una esfera, siempre terminaba por ser demasiado o no pudiendo mantener su forma.

¿Segura que no quieres mi ayuda? — preguntó por segunda vez Kurama al ver que la rubia se frustraba con otro intento fallido.

Ya no utilizaba los globos, ahora simplemente lo intentaba con sus manos.

— Sí, estoy segura — respondió. No quería usar la ayuda de Kurama en todo o si no nunca aprendería nada. Simplemente no deseaba aprovecharse.

Ese día era el último y la ponía nerviosa pero a la vez le daba la adrenalina necesaria para seguir entrenando, aunque, la cantidad de chakra que había usado era muchísima, necesitaba un descanso.

Pero una voz conocida la hizo voltearse.

— Sólo te queda un día muchacho — recordó la Sannin — Y yo aún no veo un buen avance — se cruzó de brazos mientras la veía entrenar.

Naruko le sacó la lengua.

— Vayase a dormir anciana, ya se le pasó su hora de la siesta — bramó divertida y Tsunade frunció el ceño, aunque por dentro le causó algo de gracia — Ya verás que yo voy a ser Hokage — farfulló, pero Tsunade la pudo escuchar.

Pensaba que se estaba volviendo loca pero...ese niño le recordaba mucho a su pequeño hermano y a su difunto novio.

Una tercera voz se hizo presente.

— Mientras él entrena, ¿qué te parece si hablamos un poco? — Jiraiya apareció detrás de la Sannin y ella no lo notó por estar perdida en sus pensamientos.

Últimamente no le prestaba atención a nada por el estrés que sentía.

— Está bien — respondió cuando dejó de pensar. Un poco de sake no le vendría mal a nadie...

Jiraiya y Tsunade pronto se vieron solos en el mismo restaurante donde se reencontraron hace casi una semana. Ordenaron sake y después todo fluyó.

— Sé que hablaste con Orochimaru, te pidió que le curaras sus brazos, ¿verdad? — fue directo sin titubeos o duda en sus palabras.

Tsunade se paralizó un momento, pero después se calmó tomando la botella y sirviendo en los pequeños vasos especiales.

— Sí — respondió sencillamente.

— Lo que sea que te haya prometido, no vale la pena. Él planea destruir Konoha — dijo mientras tomaba el líquido servido de un trago — Ya deberías saber que no hay que tratar con él.

La mujer llevó su mano a su frente fatigada.

— Lo sé, pero por un momento lo llegué a considerar — admitió.

— Si aceptas ayudar a Orochimaru yo mismo te mataré — amenazó no totalmente convencido de sus palabras.

La de ojos avellana se sorprendió un poco por sus duras palabras pero lo disimuló bien. Tomó la botella y le sirvió más de ese líquido al peliblanco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Quién? [NarutoFem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora