Venus 2

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La casa es impresionante, conserva el mismo estilo que el pueblo. No es grande pero tampoco es pequeña, en el piso de arriba están las 3 habitaciones, en el que cada una tiene un baño, además de los invitados. Por dentro es bastante rustica pero con un toque de modernidad. No es para nada pretenciosa la casa ni el barrio, pero comparación de la mía es una mansión. Igualmente no me quejo, mi hogar es mi hogar, aunque no me vendría mal dejar de compartir habitación con mis hermanas. Por lo menos lo voy a tener por 5 meses.

Cenamos y me dedico a retirarme para irme a dormir a pesar que sea súper temprano. Sé que este día voy a tener que tratar de descansar lo que pueda. Porque el lunes cuando comiencen las clases no voy a pegar un ojo.

Al siguiente día me dedique a organizar mis cosas, diseñar y coser un par de prendas, etc. Hoy ya es mi primer día en el instituto al igual que para los demás. En eso tuve demasiada suerte, al menos puede que pase desapercibida. Elijo ponerme un jogger engomado color negro, agregándole una camiseta básica del mismo tono, unas convers e accesorios infaltables. Si admito que soy una fanática a morir de los look total black. Decido ir caminando para conocer mejor el pueblo, solamente espero no perderme. Buena manera de empezar el día seria. 

A metros reconozco el colegio, está lleno de estudiantes con mucho estilo, eso me gusta. Cada uno tiene su personalidad única tanto que te das cuenta sin hablarles. Haciendo que se note la división de amigos que hay. Me adentro despacio para que ni se den cuenta de mi existencia.

Para me pregunto yo, si apenas puse un pie en la entrada todos se giraron a verme mientras hablaban a lo bajo. No puedo distinguir las miradas, si me critican, halagan, o lo que sea, preferiría ninguna la verdad.

Busco mi casillero, guardo mis cosas y entro a la clase. Se me hizo difícil de llegar, 4 pisos como para no perderse y llegar tarde.

-¿Quién es usted y porque llega tarde? - Me dice el profesor de mala gana por supuesto haciendo que devuelta todos me miren interrogándome.

Pero de la nada todos empiezan hablar entre ellos sorprendidos como juzgando, ni siquiera dejándome tiempo para contestar. A lo que me percato que no era por mí. Hay alguien atrás mío, no llego a verle la cara, soy demasiado pequeña y el demasiado grande. En cambio lo que más se llevó mi atención es su sonrisa y un lunar en particular en la mejilla. Parece que recién sale de la cama por su cabello color café revuelto, que con sus ojos marrones claros todo encaja perfectamente. Me quedo viéndolo por un buen rato, me suena bastante familiar. Me recuerda demasiado a alguien pero no puedo recordar a quien ..

-Pasen por favor, ya nos están haciendo atrasar demasiado

-Si Profesor Vázquez lo siento- Habla con una voz grave pero con un poco de delicadez. Por la ternura y en el tono que se refiere.

Después de horas de clases, llegó el lunch, la parte que quise evitar todo este día. Agarro valentía y me siento sola en una mesa, mientras como, hago nuevos diseños de vestidos, esta vez no para mí.

-Ey ¿eres la de intercambio no? - Me habla una chica a mi lado con una gran sonrisa, en ningún momento me entere que alguien se había sentado junto a mí. Me da buena espina, es muy sencilla, tiene el cabello teñido de rubio resaltando con sus ojos oscuros.

Asiento con la cabeza-¿me llamo Venus, tu eres?

-Me llamo Chiara, ¿Eres de Argentina? Me encanta tu acento

Seguimos hablando todo el tiempo que nos quedó. Me cayó demasiado bien. Es increíble como no pueda tener más amigos, a lo que observo, ya que todos están constantemente con su grupo de amigos. Por supuesto que intercambiamos nuestros números, es muy raro que tenga esta conexión tan rápido. Ni siquiera con mis amigas me sucedió. De todas maneras nunca tuve una relación fuerte con ellas, siempre me sentí la oveja negra. Y me lo hacían ver, no de mala intención, simplemente se podía notar lo diferente que soy; y así poco a poco me fui distanciando. Igualmente seguimos teniendo contacto (escaso pero lo hay). Al momento en que viajé les conté con toda la emoción tenía que encima, pero no tuve ninguna respuesta, mucho menos una despedida. Y obviamente me dolió sin embargo yo me lo busque también.

Al estar volviendo a la casa, noto que alguien me sigue. De reojo puedo comprender que es el chico con que me cruce hoy. Y varias veces más el día por cierto, me quedaba viendo de una forma en que me obligaba a hacer lo mismo. Tal vez su casa queda cerca y punto. Pero pasa un buen rato y no se va, me queda menos de una cuadra asique apresuró el paso. Entro a la casa como lo normal. En cambio no fue todo tan así, ya que me sobresalto porque detrás mío abren la puerta. Los señores Ekop estaban trabajando hasta la tarde por ende ellos no eran. Que puedo hacer, ¿y si son ladrones? Por las dudas agarro un paraguas que estaba a la mano y espero atrás de la puerta.

-¡¿Pero qué mierda haces en mi casa?! - Grita el chico al verme cuando cierra la puerta, es quien me estaba siguiendo hace rato, si con el que me cruce en el instituto. Y si por lo ende el hijo de los Ekop.

-Mmm no se deberías tratar así a tus huéspedes- Digo un poco apenada ya la vez sarcástica por la tensión.

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