El Universo en común

Venus 5

Me levanto sumamente temprano para estudiar. Aunque no tengamos evaluaciones ya que apenas empezaron las clases quiero dejar una buena impresión. No soy una estudiante muy inteligente que digamos, me cuesta mucho y por eso me tengo que esforzar el mas que los demás. También de que tener buenas notas me ahorra problemas, a mí me ayuda a seguir mis metas. Cuando por fin puedo concentrarme en el estudio escucho la alarma de mi celular. Alejo todos los libros que están encima del celular pero veo que es una llamada, va mejor dicho video llamada de mi madre y supongo que mis hermanas están también. 

Siendo sincera no tengo muchas ganas de escuchar gritos, y discusiones de las gemelas. Mejor atiendo, puede ser que estén de buen humor, además las extraño un montón como para no verlas por eso.

-¡Ey Venus por fin atiendes! Creímos que estabas dormida. Estas más grande, y delgada. ¿Estas comiendo bien no? – Habla sin respirar entre cada oración.

-Shh no grites Mamá, son las 4AM el resto están dormidos. No estoy delgada tranquila que estoy comiendo más de lo normal- Por un lado me molestan esas preocupaciones excesivas, pero por el otro nunca las había necesitado tanto. Ahora que estoy lejos entiendo que solamente lo hace porque le importo.

-Ay perdón Cariño, todavía no me acostumbro a los horarios.

-Nosotras te dijimos, no somos tan tontas – Añade mi hermana Aura con una mala cara. Por lo visto me equivoque y si están de mal humor. Ya que mi otra hermana desde atrás se ve que está del mismo humor.

-Bueno chicas, lo siento ya saben cómo soy. ¿Cómo va tus estudios por allá hija?

-Bien por ahora, demasiado sereno. Acaba de empezar todo, no puedo decir mucho.

-¿¡Conociste ya un muchacho para que me traigas?! – Habla mi hermana Nix mientras se abalanza a la pantalla.

-Claro que no, apenas hace unos días que llegue. Además ya te dije que no te iba a llevar a nadie secuestrado- Se va alejando formando un puchero en su rostro.

-¿Y para ti no vas a buscar uno?- Salta Aura curiosa, provocando que sienta un calor desde la cabeza hasta la punta de los pies.

-Cállate, no quiero escuchar nuevamente todas las incertidumbres de ella.- Estoy de acuerdo por primera vez en la historia con Nix, de por si soy alguien que no cree al 100% en sus sentimientos y sobre lo que piensa de alguien; en una relación o algo parecido se me dificulta el doble. Hasta el punto de dejar dementes a mis hermanas sobre él.

Nos pasamos un buen tiempo hablando sobre Allariz y como sigue la rutina de ellas. Sin faltar por supuesto las inquietudes de mi madre. Al colgar me recuesto en la cama por un momento. Pero ese momento se convirtió en horas.

-Venus, ¿vienes al instituto?- Me sobresalta una voz masculina detrás junto con golpes suaves a la puerta. Al segundo que recuperó la consciencia me doy cuenta de quién se trata.

-¡Sí! Ya bajo me quede dormida

Lo único que deseo que no se note demasiado mi cara de recién despierta, porque no tengo tiempo para maquillarme ni mucho menos plancharme el cabello. Tampoco es algo infaltable para mí, suelo llevarlo de esa manera porque me gusta pero nunca es algo escandaloso. Aparte creo que es un complemento perfecto para un buen look, dependiendo de el obviamente.

-Tranquila deja de correr, mi padre ahora nos va a dejar su automóvil para que no tengamos que ir todos los días caminando. – Formándose una sonrisa burlona por mi desesperación.

Me alivia totalmente esa noticia, por suerte me despertó 20 minutos antes y yo en un plazo récord pude prepararme. Lo que no vamos a llegar tan tarde como parecía.

Ya dentro del coche se dignó a hablar - ¿Tan tarde te quedaste hablando con tu novio por llamada?- Añade con un tono curioso pero a la vez con una risa irónica, creo que es para que me sienta interrogada.

-No tengo novio, estaba hablando con mis hermanas y mi madre... ¿Te desperté?

-Calma, un segundo te llegue a oír no más, luego seguí durmiendo. ¿Así que no tienes novio?- Pregunta de nuevo con la intención de que lo reafirme

-Tenia, tiempo pasado.

-Raro... - Habla entre dientes creyendo que no logro escucharlo, pero lo hice.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No no no, nada no me prestes atención.

Todo el resto del camino lo pasamos en silencio, se lo ve muy pensativo. Al igual que yo, me dejó desconcertada, que habrá querido decir con Raro. La mayoría de chicos, para no decir todos, son de pensar que varias chicas por no cumplir sus expectativas o ser diferentes no pueden tener novio. Si eso llega a ser a lo que se refería, voy a tener que rebuscar como voy a tolerar vivir por meses con alguien así.

Estando con Chiara sigo dándole vueltas en la cabeza a la conversación de la mañana. Nunca fui una persona de la que le diera importancia a circunstancias secundarias para mí, a cada instante me mantengo distraída, manteniendo mi rutina. En cambio siempre se me resuelto fácil analizar a las personas. Y por momentos algo que me divierte la verdad.

Esta vez soy consciente que están tratando de analizarme, pero lo que no está enterado es que no es posible que me logre conocer cuándo ni yo me conozco. Mucho menos que me abra sin más para que sepa toda mi historia.

No soy alguien que este acostumbrada a hablar sobre ella misma. Además de mis objetivos, no puedo hacerlo. Sinceramente no sé por qué; tengo millones suposiciones. Puede que sienta que molesto a los demás como para querer usarlos como apoyos. Puede que siempre que lo intento pienso que los demás tienen problemas mayores. Puede que no quiero alejarlos por miedo a que no les guste lo que soy. Puede que necesito más ayudarlos a ellos que yo a mí. Puede que no confió en nadie. Porque cada una de ellas y algunas de las que pienso son totalmente verdaderas. Todo aquello me sucede o eso creo por momentos. Pues sospecho y pongo en duda todo lo que siento y todo lo que pienso.