Capítulo 1.

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Knights

Bajo el ardiente sol del medio día, y rodeados de una multitud masiva, se encontraba Visión, un noble caballero, alto, fuerte y extrañamente atractivo a quién lo lograste ver sin su casco metálico.

Cada año se celebraba un prolongado combate entre los mejores caballeros y guerreros de todo el reino, el motivo era bastante simple, al Rey Magnus le divertía ver a hombres de distintas edades luchas sin cesar por un buen botín de monedas de oro. En ocasiones había terribles bajas que no eran intencionales, puesto que una de las reglas del Rey, era no matar a nadie en la arena, pero en ocasiones los accidentes tocaban la puerta.

Hoy estaba en la arena el callado y misterioso Visión, el hombre había logrado captar toda la atención del Rey y sus allegados, luchaba de manera limpia, como si pudiera leer la mente de sus contrincantes y así poder usar sus ataques contra ellos mismos, eso, o que todos los hombres estaban tan hambrientos por el oro, que luchaban de manera bruta y sin pensar.

Otro guerrero cayó ante la imponente figura de Visión, quién bajo la armadura, se sentía en el mismo infierno, el calor lo estaba matando y fue mientras todos lo seguían aplaudiendo, que se atrevió acercarse desde abajo, hasta pararse frente al lugar donde el Rey lo miraba desde las alturas.

—Majestad.

El Rey Magnus se extrañó de ver al hombre allí abajo y le concedió el permiso de hablar.

—¿Qué ocurre?

Sin retirarse el casco, Visión guardó su espada y se arrodilló ante el hombre.

—Le pido por favor me conceda unos minutos de descanso, llevo dos combates seguidos y necesito hidratarme.

Wanda, quien era la única hija del Rey, se acercó a su padre y se dedicó a mirar al hombre vestido con armadura.

—Considéralo, el sol está horriblemente ardiente hoy, es pleno medio día y yo ya tengo hambre. No quiero imaginar a esos hombres de ahí.

Wanda miró a su padre con ojitos tiernos y Magnus, sabiendo que no podía decirle que no a ninguno de los caprichos de su hija consentida, accedió.

Levantándose de su trono, Magnus se acercó al borde de la plataforma y apoyándose en el barandal exclamó.

—Por primera vez, desde el inicio de este maravilloso torneo, tomaremos un descanso. Pueden ir todos a sus casas y comer algo, retomaremos todos los combates a las cinco de la tarde, hasta el anochecer.

Visión se quedó de rodillas hasta que el Rey le permitió levantarse, cuando se vio sólo en la arena, se escabulló a la zona de espera de los combatientes.

Podría ir hasta su cabaña y volver, tenía suficiente tiempo, pero el simple hecho de ir y venir, lo cansaría más de lo que ya estaba, mirando que nadie estaba a su alrededor, se retiró el casco y lo dejó a un lado. Miró al frente, la arena del lugar se movía en todas direcciones por el viento. Se levantó y lentamente se acercó hasta el barril que contenía agua fresca, bebió un par de tragos, hasta que se dio cuenta de que alguien lo observaba desde una esquina del lugar.

Se dio la vuelta y tras tomar el casco metálico, se dispuso a caminar en dirección contraria.

—No, no, espere. No quise asustarlo.

En el acto se quedó muy quieto, pero sin llegar a darse la vuelta.

—Necesito retirarme, debo almorzar algo y me quedo sin tiempo.

—Yo igual tengo hambre. —el joven rubio, alcanzó a notar cierto tono distinto por parte de la joven tras decir esas cuatro palabras— Quiero que se dé la vuelta.

Sir Vision, nice to meet you. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora