II. Invierno Eterno.

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"Los inicios de día normalmente son una mierda y más cuando debes levantarte temprano" fueron las palabras que resonaron en la cabeza de Light al despertar y ver en su reloj que eran las siete de la mañana, por lo cual solo durmió cinco horas.

Sin pensarlo mucho decidió sentarse en su cama mientras se quedó observando el espejo que se encontraba justo adelante de su cama mientras dudaba si salir de su cuarto o no. Su reflejo no era él mismo sino se podía ver a una mujer rubia con pelo teñido de celeste en las puntas que se le quedaba viendo desde la comodidad de aquél espejo.

-Buenos días precioso ¿Descansaste?- Decía aquella jóven chica mientras abrazaba un pequeño oso de peluche que le fue regalado a Light por su madre.

Light al verla no tuvo ninguna expresión aunque fuera una mujer metida en su espejo reemplazando su reflejo, solamente vio a un lado para buscar al peluche vagamente con la mirada el cual encontró en poco menos de un segundo tirado en el suelo al contrario que en el espejo donde ella lo está abrazando.

-Volviste luego de dos semanas, Mariah, no esperaba eso.- Respondió Light observando el como había una taza de café en su mesa de noche la cual fue dejada por su madre mientras dormía.

-Se que estás bastante ilusionado de que tu hermanito hable con tu padre, así que supuse que podría hacerte compañía por hoy.- Respondió Mariah mientras empezó a beber el café desde el espejo, lo cual no afectó el café de Light, por lo cual no le importó a él.

Light tomó con delicadeza el café para empezar a beberlo antes de que se enfriara ya que llevaba media hora en aquél lugar desde que su madre lo puso ahí. "Desearía que este café fuera eterno como mi amor por ti" fueron palabras que sonaron en la cabeza de Light y cuando notó que sonaba por lo menos un poco bien decidió escribirlo en una pequeña libreta que guardaba en su mesa de noche antes de olvidarlo.

Desde su lugar Light podía escuchar como su hermano mayor hablaba con su padre en un tono algo fuerte, la verdad le daba algo de nervios de que estarian hablando pero igualmente decidió pegar su oreja a la puerta para poder escuchar un poco de aquella conversación.

-¡Papá! ¡Solo te pido que le des una oportunidad a Light!- Decía Benjamin desde la sala dirigiéndose a su padre.

-¡Ya te he dicho que no una y otra vez, sabes que él no tiene un Track y es un puto esquizofrénico!- Fueron las palabras que usó el padre de ambos para responderle al mayor de sus hijos sin saber que el otro podía escucharlo.

Casi se podía escuchar como el corazón de nuestro protagonista era roto en miles de pedazos al escuchar como su propio padre hablaba de él de una manera tan cruel. Estaba apunto de dejar de escuchar esa conversación pero justamente la voz de su madre se hizo presente.

-Dale por lo menos una oportunidad, y si no lo hace bien, podré entenderte, pero confía por lo menos en tu hijo. Se que tiene problemas psicológicos pero no es su culpa, sino tuya, así que intenta recompensarle con un intento por lo menos.- Eran las palabras que dijo Marianne para intentar hacer sentir culpable a su esposo y ayudar a su hijo.

Al escuchar las palabras de su madre decidió seguir escuchando aquella conversación con algo de miedo por lo que diría su padre. Aquel hombre se quedó completamente callado frente a su esposa hasta que luego de unos segundos decidió abrir la boca.

-Está bien, pero solo lo haré mientras haya alguien cuidando en el trabajo.

-Juntalo con uno de los aprendices Vanires, igualmente yo me voy a comprometer a cuidarlo cuando esté como Virgilio.- Respondió Benjamín a su padre.

El apoyo de su progenitor llenó su corazón de felicidad, tanto que incluso estaba apunto de gritar de emoción. El padre al terminar aquella conversación solamente salió de la casa para ir directamente hacía su trabajo aún algo dudoso de la idea de su hijo y esposa.
Las horas pasaron y el menor de los Lionheart decidió salir de su cuarto para desayunar mucho más feliz que de costumbre y acto seguido entrar a la ducha sin pensarlo mucho. El agua se deslizaba por él al igual que el jabón que aplicaba para limpiar su cuerpo mientras que observaba su reflejo en el charco de agua bajo sus pies para ver a Mariah desnuda por completo. Él solo tragó saliva y siguió duchándose para poder tomar su tan esperada oferta.

Black Symphonia: Scary Monsters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora