capitulo 3

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Desde lejos se podía notar la tensión sobre aquella mujer que estaba tan nerviosa a tal punto de querer morder sus uñas de la ansiedad que padecía en aquel momento, ver por medio que aquella puerta de cristal a su amigo rubio hablando y exponiendo su idea de marketing conforme a datos de ventas anteriores no era fácil pero aquel chico mostraba todo lo contrario.

Había pasado ya una hora cuando vio que el joven salió del cuarto y llamaban al siguiente, este solo se le acercó con una sonrisa que incluso hizo pensar a Konan que únicamente ella era la nerviosa, pero ya estando cerca de ella dió un fuerte suspiro mientras se limpiaba su sudor, solo aparentaba aquella actitud confiada, estaba muerto del miedo.

- como te fue? - pregunto Konan mientras le pasaba una botella de agua

- creo que bien, solo hablé de mi idea y me hicieron algunas preguntas que no habían quedado claras, pero supongo que bien - decía mientras respiraba agitadamente y tomaba agua - ser observado por todos los directivos es incómodo

- jaja dímelo a mí que nisiquiera estaba adentro y me estaba muriendo del susto, solo hay que esperar a que den su veredicto y te confirmen si quedas como asistente - habló Konan mientras se dirigían al ascensor - no lo puedo creer, llevo trabajando 5 años y me han subido de a poco el sueldo, y este es tu tercer día y estás a un paso a qué te dupliquen el sueldo que envidia - le dió un pequeño codazo jugando con Deidara

La tarde paso algo lenta, con trabajo pesado para los dos moviéndose de un lado a otro llevando documentos, cuando eran las 6 muchos comenzaron a irse al lugar para despedirse y dirigirse a su casa y Deidara no fue la excepción ya llevaba dos noches sin poder dormir bien, necesitaba descansar mejor o se quedaría dormido en medio del trabajo.

Espero unos minutos mientras se despedía de Konan y tomo su celular de su pantalón para llamar un taxi, aunque haciendo cuentas todos estos días estuvo mal gastando dinero en taxi, era mucho más barato ir en colectivo aunque fuera peligroso, pero aún así necesitaba ahorrar el mayor dinero posible aunque con esa oportunidad de asistente tal vez esas preocupaciones pasarían a segundo plano, sonreía tontamente Deidara

- que sucede porque estás parado a media recepción con el celular en mano? - pregunto aquel presidente que se le había quedado mirando

- em, estaba pensando si es mejor tomar un taxi es más seguro pero más costoso, por otro lado el colectivo es más barato pero me arriesgo a qué me roben - hablo Deidara haciendo reír a Obito cosa que lo hizo enojar un poco

- perdón - dijo mientras limpiaba sus lágrimas de la risa - nunca voy a entender esta clase de problemas

- pues obvio, tu naciste en cuna de oro - dijo Deidara con obviedad en sus palabras

- oye, eso no es tan fácil como dices, mis padres y tíos se partieron la espalda para que está empresa surgiera nadie nace rico sin luchar y mi familia no fue la excepción, aunque tuvimos suerte de que nuestros diseños fueran bien recibidos en el mercado - respondió obito con una sonrisa, vaya que ese viejo verde sorprendía a Deidara

- enserio? Pues tengo entendido que tu madre trabajaba con el banco Monte Real y que gracias a eso le dieron un préstamo a esta empresa en sus inicios y por eso iniciaron con una gran capital que les ayudo a surgir si eso no es un poco de ayuda o "palanca" no se que sea - dijo Deidara algo enojado y ofendido pues había sentido como un ataque aquello de que si no era rico fue porque no se esforzaba

- deuda que hasta el día de hoy no existe por el esfuerzo de esta compañía, como tú mismo lo dijiste es un préstamo hay que regresar el dinero y no lo gastamos lo invertimos - sentenció obito un poco más serio ya que también sintió aquello como una ofensa

- si? Debo recordar que no a todos el banco les suelta así como nada más de 100 mil dólares, es obvio que con esa cantidad haces milagros y sin mencionar los rumores de los primeros inversionistas que...- Deidara se lo pensó mejor, solo era un rumor y decir aquello si pasaría la línea

- vamos dilo, quienes eran los primeros inversionistas - hablo en tono muy enojado el huchiha que tomo de la muñeca al de más baja estatura apretando un poco

- solo es un rumor nunca dije que fuera algo verídico - chillo Deidara ese apretón le estaba doliendo y lastimando la muñeca

- y? No me importa lo que pienses, di que es aquellos rumores que merodean la empresas tú llevas aqui tres días no? Yo llevo cinco años y en mi puta vida alguien se ha atrevido a hablarme así y muchos menos de aquellos rumores - hablo entre dientes obito, se notaba la ira cosa que a muchos de esa compañía asustaba pero con Deidara fue diferente, el no vio aquella irá el solo veía tristeza y soledad en aquellos ojos marrones oscuros, estaban apagados como si alguien los hubiera apagado y sin tener control propio puso una de sus manos en la mejilla izquierda de obito sorprendiendo y sobre exaltando al joven mientras que Deidara solo se disponía a acariciar aquella cicatriz

- que eran amantes de tu madre - dijo susurrando apenas audible la voz del rubio mientras obito abría los ojos y soltaba la muñeca de este y dejaba aquella mano que acariciaba su rostro - pero repito solo son rumores, eso sucede con todos los famoso, envidiosos inventan escusas solo porque ellos no pudieron y tratan de dejar mal a la otra persona que lucho por ello - su voz sonaba tranquila mientras seguía acariciando aquel rostro que se había relajado y la idea de aquella fobia del contacto se hizo presente en la mente de Deidara aunque no quería separarse

- no te da asco? - pregunto lento y suave obito a Deidara que solo hizo un gesto de no entender a que se refería - tocar mi rostro, a muchos les doy asco y a otros les doy miedo, son muy pocos aquellos que me ven normal pero nunca nadie se había atrevido a tocarme - su voz parecía entrecortada Deidara apostaría que estuvo reteniendo todo aquello

- porque me daría asco? Solo es una cicatriz todos tenemos una, nadie es perfecto, por eso los lápices tienen borradores - obito solo sonrió con una pequeña carcajada - bueno eso dice mi mamá, y aunque suele ser un poco testaruda es muy sabía

Todo se quedó en silencio y Deidara seguía acariciando aquella mejilla incluso comenzó a acercarse cosa que obito no paso por alto, Deidara sentía aquella conexión y que pegarse un beso no haría mal a nadie no? O eso pensó el rubio mientras se acercaba y seguía con aquel tacto sobre su mejilla y solo imaginaba aquellos labios sobre los de él aunque esto no paso, obito tomo la muñeca sobre la que Deidara tenía sobre su cara y la quito y se alejo un poco

- aún no han dicho nada sobre quien va a ser mi asistente pero mañana voy a ir a un almuerzo en un club junto algunos directivos y socios comerciales para ser más exactos los que nos importan la tela, necesito que vayas conmigo y me ayudes puedes? - dijo obito en su tono frío como normalmente habla

- si, si puedo - hablo bajo Deidara y un poco desilusionado que fea forma de cortarle la cara de esa forma a una persona que no había hecho nada

- bueno, mañana a las 9 te espero aquí en la salida - se dió vuelta para irse al estacionamiento

Deidara se quedó embobado por lo sucedido, rayos toda esa mierda solo afecto a Deidara obito solo había rechazado aquel beso nada más, y estaba en todo su derecho aunque bueno, por lo menos no mezclo lo personal con lo profesional o si no ya lo hubieran despedido, así tomo su celular y volvió al mismo dilema de un inicio

- mierda, me voy en taxi o colectivo? - volvió a plantearse la pregunta más desesperado que antes pues ahora necesitaba llegar a dormir para ir al club mañana

Mensaje a Mamá

[ Hola mamá, hoy tengo que dormir temprano tengo que ir con mi jefe a un club mañana y tengo que madrugar besos ♥️ ]

Esa noche iba a ser algo larga y su conversación con la almohada más, mañana se le iba a caer hasta el culo de vergüenza frente a obito aunque agradecía que lo hubiera rechazado

Continuara...

Una triste realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora