— Oppa... —preguntó una de las niñas, ShuaHua— Jennie ha dicho que necesitaba toallas y aquí no quedan así que me ha dado dinero. —dijo— ¿Me puedes llevar a comprar?
— Bien. Vamos. —sonrió ChangBin.
Una vez dentro de la camioneta y ya manejando, la pequeña niña de cinco años volvió a hablarle.
— Oppa, anoche los perros no ladraron pero yo sentí que estábamos siendo vigilados. —dijo mirando a la carretera.
— ¿De verdad? —dijo sorprendido, sin dejar de mirar la carretera.
— Sí. —asintió rápido— Y cuando me acerqué por la ventana, creí haber visto una sombra, por eso dormí con una navaja debajo de la almohada. —le explicó— ¿Te están buscando de nuevo?
— Así parece linda. —suspiró mientras se estacionaba en el supermercado.
— Deberías habernos dicho oppa... Cuando lleguemos a casa le diré a los demás, todos estaremos alerta. —sonrió mientras mostraba el diente que le faltaba.
Ella había llegado a su casa hace relativamente poco, dos años. Era la menor de los literalmente cincuenta habitantes de la mansión.
— Lamento ponerlos en esto. —bufó mientras tomaba su mano para caminar entre las góndolas.
— Noona dice que son gajos del oficio. —rió— No importa, oppa, nosotros vamos a protegerte.
A ChangBin se le llenaron los ojos de lágrimas al oírla decir aquello.
— Gracias mis niños. —terminó cargándola a upa.
Finalmente, terminaron llevando casi toda la sección de productos femeninos porque si bien la menstruación y las hormonas eran algo natural, a ellas aun les daba un poquito de vergüenza hablar del tema. ChangBin creía firmemente que vergüenza deberían tener quienes hacen algo malo, no ellas.
Por esas cosas y más, también tenían tutores de educación sexual.
No mentía cuando decía que se esforzaba en darles una mejor vida.
— ¿Quieres tomar algún refresco antes de volver, ShuaHua? —preguntó el rubio.
— ¡Leche de banana! —pidió— Por favor~
— Bien. Eso será. —rió mientras pasaban a una tienda.
De camino a casa no pudo evitar sentirse paranoico; y era normal luego de lo que Yeh le había dicho.
Pero debía mantener la compostura, no iba a dejar que sus niños le vieran débil y estúpido. Incluso alguien como él sabía que era normal romperse a veces, pero prefería hacerlo en la soledad de su habitación o su despacho. Preferiblemente mientras bebía algún whisky. Y todos dormían.
— ¿Qué quieren almorzar hoy día, niños? —preguntó en voz alta.
— Espaguetis con salsa bolognesa... Y muchas albóndigas. —dijo Minho, uno de los mayores.
— Sí. —continuó TaeHyun— Hace mucho no comemos espaguetis.
— Opino lo mismo. —habló Jennie junto a Songsun.
— Los demás, ¿están de acuerdo? —todos asintieron— Bien, almorzaremos eso entonces. —sonrió— Voy a subir a mi despacho, avisenme cuando esté la comida.
Los niños asintieron mientras veían al rubio subir las escaleras.
Y tal como había dicho la niña pequeña, se encargó de avisarles a todos que debían estar alerta porque su padre estaba en peligro, y debían protegerlo así como él los protegía todos los días desde que llegaban hasta que decidían irse.
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🍢 the godfather · sungbin ✔️
Fanfiction¸„.-•¹°"ˆ˜¨ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ¨˜ˆ"°¹•-.„¸ ⸙⛜⫺ 𝘊𝘩𝘢𝘯𝘨𝘉𝘪𝘯 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘢𝘭𝘮𝘢 𝘣𝘰𝘯𝘥𝘢𝘥𝘰𝘴𝘢, 𝘨𝘦𝘯𝘦𝘳𝘰𝘴𝘢, 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘭𝘭𝘦𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘺 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘢𝘳. 𝘚𝘰́𝘭𝘰 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘦�...