第二章_№ Capítulo Veinte (Final)

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Otros seis meses transcurrieron con mucha más calma de lo que se esperaban. JiSung estaba completamente bien y era obvio por la forma en la que embestía al pequeño rubio bb debajo suyo.

- Recuédalo siempre, eres mío. -susurró a su oído mientras seguía moviéndose.

- L-Lo soy... -asintió, completamente perdido- Soy tuyo. -sonrió leve.

Unas embestidas más bastaron para llevarlos al límite por tercera vez en esa noche, para luego quedar desplomados en el colchón mientras respiraban agitadamente.

- ¿De verdad no te duele nada? -preguntó el rubio.

- No. -abrazó su magullada cintura- Eso debería preguntarte yo a ti.

- Estoy bien, creo. No va a dolerme ahora. -sonrió.

- Deja de poner esa cara... -lo regañó.

- ¿Cuál? ¿ésta? -puso cara de perrito mojado.

- Puta madre, deja de enamorarme o no respondo. -le cubrió el rostro con la sábana para luego oír su risa.

- Perro ridículo, tanto ibas a amarme. -continuó carcajeándose mientras se destapaba.

- Pues sí. -lo abrazó- Realmente lo hago. Tanto que quiero pedirte que nos casemos ahora mismo... O cuando te den el alta de terapia. -bromeó.

- Imbécil. -golpeó su hombro.

- Pero tengo esa duda... Si yo te lo pidiera, ¿aceptarías? ¿o me tendrías esperando mucho más tiempo? -preguntó serio.

- Eso depende. -se encogió de hombros- Si me gusta el anillo, podría aceptar de inmediato. O podría golpearte... Mmh, no lo sé. ¿Por qué me lo pedirías?

- ¿No es obvio? Porque te amo. -se encogió de hombros.

- Lo sé, pero... Ah, realmente amo tu capacidad para soportarme. Y si estuviésemos casados, ¿qué haré si te aburres de mi? -se puso pensativo- Si no estamos casados y te aburres, puedes irte. Pero si estamos casados y te aburres, el divorcio sería tedioso.

- Hablas como si tú no pudieses aburrirte. -rió.

- Es que no podría, es imposible. -se recostó sobre su hombro.

- Pues yo tampoco podría aburrirme de ti. -sonrió- ¿Quieres hacerme el grandísimo honor de ser mi esposo? Prometo ser el perrito más fiel y limpio que exista.

Cuando ChangBin se volteó a verlo, apreció como él sostenía una linda cajita de terciopelo negro. Con la tenue luz de la luna entrando por la ventana, el pequeño diamante en el simple y precioso anillo brillaba tanto como sus ojos.

Y es que, cualquier cosa que JiSung le obsequiase siempre era una caricia al alma.

- Puta mierda, realmente me tomaste de sorpresa. -sonrió- Acepto. -respondió mientras se acercaba a darle un besito.

- ¿Tendría que haber sido más romántico? -se preguntó en voz alta.

- Mmmh nope, you're okay like that. -acarició su cabello con la mano en la que el anillo descansaba- I mean, you're already so sweet...

- Yes but you know who's sweeter? -lo miró- This. -apretó su trasero.

- Ya tardabas, perro en celo. -bufó, aunque con una sonrisa.

-

Fue así como ahora estaban en una finca donde habían decidido organizar su boda, mientras que ambos se hallaban en distintos lugares ya que debían cambiarse y toda esa mierda que a JiSung en realidad no le gustaba tanto.

🍢 the godfather · sungbin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora