第12章_ № Capítulo Doce

244 27 1
                                    

ChangBin se levantó algo adolorido y no pudo hacer nada más que mirar mal al imbécil durmiendo a su lado. Eran las nueve de la mañana.

— JiSung, levántate. —lo movió ligeramente.

No recibió respuesta alguna, entonces decidió tirarlo de la cama y aún así él no se movió. Apestaba a alcohol y probablemente era porque lo estaba destilando de su cuerpo.

Así que, se tomó el tiempo de ir a llenar un enorme balde y además, ponerle hielos.

El primero se lo arrojó a JeongIn por ser un vil borracho que apenas había podido quitarse la ropa para dormir. El segundo balde, se lo arrojó de lleno a JiSung por la misma razón y por haberlo dejado adolorido, parecía que también tenía resaca pero sólo eran sus músculos que dolían como la mierda.

— ¡P-Puta mad-dre! —el peliazul se levantó rápidamente.

— Arriba, si tienes resaca me importa tres hectáreas de mierda. —se agacho a su lado— Vamos, perro desobediente.

— Cielito por favor... Sólo déjame... Cinco minutos m- —se cubrió rápidamente la boca antes de pararse y salir corriendo al baño.

— No vuelvas a llamarme así, o te corto las bolas. —amenazó.

JiSung no pudo responderle porque estaba muy ocupado vomitando hasta por la nariz.

En el caso de JeongIn, este estaba igual y quizá peor. Pero aquello no lo suficiente para escapar del interrogatorio de su hermano.

— ¿De qué hablaron tanto? —lo miró fijo— Estuvieron fuera todo el día...

— Hablamos mucho de cosas sin sentido... Hyung... —se tapó los ojos puesto que sus ojos dolían— Lo que sucede es que estuvimos primero en el casino y luego nos fuimos a un bar... —eructó— Con el dinero que ganamos en el casino... Y estábamos muy ebrios... No recuerdo ni cómo llegué a mi cama... Sé que JiSung manejó y hasta allí, mi película se apagó. —suspiró.

— Hmm... Bien. —respondió dudoso.

— ¿No me crees, hyung? —hizo un puchero.

¿Por qué no te creería? Es un muchacho dulce... Pensó el rubio, incapaz de dudar de su hermano.

— Sí te creo, JeongIn. —se acercó a él y dejó un par de pastillas junto con una botella de agua en la mesita de luz— Descansa... Si quieres algo de comer, en la cocina hay. —salió de su habitación.

¿Que si lo mimaba mucho? Por supuesto que sí.

Volvió con JiSung sólo para avisarle que debían salir a más tardar las cuatro de la tarde. Tenían que cruzar el puente para llegar al Distrito Vietnamita pasando por Whitewood, puesto que ciertas cosas habían pasado y... No podía no devolverlas.

Ellos pensaron que iban a meterse a sus casinos a romper y generar disturbios, iba a asustarlo. No, claro que no. No estaba asustado de unos simplones como ellos, razón por la cuál, cabezas vietnamitas rodarían.

— Si tenemos hasta las cuatro, ¿por qué no me dejas dormir un rato más? —preguntó casi a punto de caerse, parado en la puerta del baño luego de haberse dado una ducha.

— Porque estás en mi habitación. Si quieres dormir, ve a la tuya. —se encogió de hombros.

— ¿Me acompañas? Todo me da vueltas y siento que voy morir. —hizo un puchero.

Bufando, el rubio lo ayudó a caminar hasta su habitación y cuando ya estuvieron allí, Han cerró la puerta de una patada para luego arrojarse junto con él a la cama. Lo abrazó con fuerza para que no pudiera irse de su lado, haciéndolo enojar.

🍢 the godfather · sungbin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora