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Realmente pasar mi tiempo con Grisha es magnífico. Es muy interesante, aunque muy tímido en ocasiones lo que uso como excusa para burlarme un poco de él.
Dos meses de haber pasado de que nos conocimos y es agradable su presencia, es el hombre con el cual puedo hablar lo que sea, aunque también tiene un aura de misterio.
Pero llego el día en donde creo que fue el inicio de algo.
"No me gustan las rosas, prefiero las violetas".
Una tarde predominando las hermosas murallas y el cielo junto con algunos cantos de las aves caminaba por las calles hasta sentir que alguien cubría mis ojos, obviamente sabia de que se trataba de "señor extraño", y para mi sorpresa me había entregado una rosa roja. Claramente por cortesía la acepte, pero le deje en claro mis gustos.
"Puedo saber la razón. Señorita antisistema"
"Las violetas tiene un color único que pueden llegar a presentar un simbolismo hogareño junto con la pureza e inocencia".
"Me agradas cada día más. Sin duda la belleza no solo te representa".
