Te amo, Samantha.

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Me desaparecí demasiado tiempo, pero hice 3 parciales y me fue muy bien, asi que ahora tengo mas tiempos, estoy un poco mas despejada con menos preocupaciones.






Después de una MUY placentera ducha, habíamos cocinado entre besos y caricias, cada vez que lo recordaba podia sentir mi corazón explotar de felicidad, la amaba, definitivamente me habia arruinado para cualquier otra persona, solo queria estar con ella, para terminar con una hermosa tarde habiamos ido por su coche a la DEO, para luego recoger a Ruby. Al final de la noche habiamos terminado viendo peliculas y comiendo palomita, con Ruby durmiendo en medio de nosotras, nunca me habia sentido tan feliz, estaba completa, y no preferiría otro lugar para estar que con mis chicas favoritas, y la cereza del pastel, Sam me habia dicho que podria quedarme con ella

Podia sentir el nudo en mi estómago mientras subiamos las escaleras, estaba muy nerviosa y ni sabía la razón, al pasar por la puerta Sam se dirigio hacia su armario, y se sacó la camiseta que se había puesto al cambiarse la ropa deportiva en mi casa, era increíble como Sam siempre estaba preparada para todo, bueno por ahi dicen que son habilidades de mamá, supongo que si tienes que cuidar una niña tu sola desarrollas super poderes.
Sentí el sueter, impregnado de su aroma y calor, que ahora estaba sobre mi rostro sacándome de mis pensamientos

-No me mires así, se siente raro- dijo mientras se ponia una camisa grande y desgastada

- y, ¿ cómo te estoy mirando? - respondí con una amplia sonrisa divertida, y otra camisa golpeo mi rostro

- me miras como si quieres saltarme encima o pedirme matrimonio - el sonrojo me había llegado hasta el cuello, casi me ahogue con la saliva que estaba tragando y aparte la mirada

- ¿Te molesta? - yo miraba las líneas y figuras que se fomaban en el piso de madera, como si así pudiera calmar mi decepción y nerviosismo, que pasaría si Sam no me queria de la forma en la que yo la queria a ella, no creo que mi corazón pudiese superarlo

- Me siento querida, y eso no lo había tenido antes - ella estaba frente a mi y dejo un pequeño beso en mi nariz, que me hizo amarla mucho más - ahora en asuntos más importantes, TU Alexandra Danvers, serás la cuchara grande - habia dicho mientras se acercaba a la cama y se ponia una media dispareja, yo no pude hacer mas que soltar una carcajada

- Nunca imagine a la señorita "yo dirijo un montón de empleados y hasta una empresa" siendo la chuchara pequeña - mis carcajadas eran cada vez mas ruidosas

-Sabes Alex, es tu deber como mi novia ser la cuchara grande, no me importa lo que tengas para decir - estaba usando esa voz que la hacía cerrar tratos y era tan sexy - ahora ven aquí y abrázame.

-Si, Señora - hice un saludo militar que la hizo reír, Dios amaba su sonrisa, me quité la ropa y los zapatos, poniendome la camisa que Sam me habia lanzado a la cara, olía tan bien, tal vez debería robarmela, me deje las medias y - no me darás un pantalón, esta haciendo frío -

- no necesitas un pantalón, yo te daré calor- guiñó un ojo y subió la cejas varias veces, y la sonrisa maliciosa apareció

-Espero que sea así, no quiero que se me congele el trasero - ella seguía sentada en el borde de la cama, me pare entre sus piernas y sus manos fueron directo a mi trasero, se sentían cálidas, en comparación con el frío del cuarto y de la ciudad en general

- Ves, se te olvida que soy kriptoniana ahora, seré tu calefacción personal-

Nos habíamos acostado y el olor a Sam me rodeaba, la habia abrazado por la cintura y mi frente se encontraba entre sus omóplatos, me sentía calentita, llena de amor, plante un beso suave en la piel frente a mi y me acerque más, acurrucandome, enredando nuestras piernas, colando mis manos heladas bajo su camisa, podría estar así toda mi vida.

-Sammy, cariño, ¿Estás bien? - dije al sentir las respiraciones rapidas y cortas que estaba haciendo.

Se giro y aunque en la oscuridad del cuarto no podia ver su rostro sabía que estaba llorando, ella me abrazo enterrando su cabeza en mi pecho

-Tengo miedo Alex- su voz entrecortada por los sollozos - toda la gente a la que quiero me abandona- yo la acerqué mucho mas mientras acariciaba su cabello - se que tu no lo harías, ¿tu no lo harías cierto? - levanto su cabeza para verme, sus ojos brillantes, reflejaban una profunda tristeza - no desaparecerias de mi vida un día sin decir nada, ¿ verdad?, yo siento que me he enamorado de ti y no podría soportar que un día te fueras- sabía que la vida de Sam había sido dura pero nunca imagine que tanta gente la hubiese abandonado como para que ella se sintiera así.

- nunca me iré, a menos de que tu lo quieras, y aún así seguiré estando cerca- seguía acariciando su cabello, su llanto había disminuido y deje un beso en su frente - Te amo, Samantha.

Su mirada de sorpresa no paso desapercibida, y aunque no me arrepentía de decir lo que siento, pero no me gustaria que las cosas se pusieran incómodas.

- No puedes decirme eso mientras estoy llorando - dijo soltando una pequeña risa entrecortada y poniendo su cabeza sobre mi pecho- yo también te amo - que Sam me abrazara por la cintura y que me dijera que me amaba, me saco una sonrisa gigante a pesar de la situación - tus tetas son muy cómodas para ser tan pequeñas- una carcajada profunda salio de repente desde mi pecho y Sam me tapó  la boca de inmediato - despertaras a Ruby, bulliciosa - otra carcajada salio, siendo retenida por su mano

- Que clase de palabra es bulliciosa, ¿cuantos años tienes?¿60? - segui riendo pero moderandome un poco mas

- callate ya - solto un suspiro y luego de un rato en el que estuve acariciando su cabello esperando a que ella dijera lo que se habia estado guardando - es la primera vez que duermo con alguien desde hace mas de 5 años, quiero decir me he acostado con gente y hemos despertado juntos, pero siempre se han ido antes de que Ruby pudiera verlos, desde que el papá de Ruby nos dejo yo no he tenido una relación real, y ahora estoy tan feliz y a la ves tan aterrada, me gusta el camino que esta tomando todo esto, quiero que seas tan feliz como me haces a mi y a Ruby - no esperaba eso, pero desde ese momento pude decir que el amor de mi vida era Samantha Arias y Ruby Arias y mi misión en este mundo seria hacerlas felices.

- No tienes que esforzarte muchlo, solo con verme me haces feliz - le sonreí y le deje un pequeño beso en la frente

- okey, esto se esta volviendo demasiado gay y empalagoso- hizo una mueca de asco y solto una gran sonrisa - te amo, pero no podre decir tantas cosas cursis todos los dias.

- que bueno, por que yo tampoco- reímos bajo y luego de unos cuantos besos nos fuimos a dormir

Despertar con Sam fue una de las mejores experiencias de mi vida, y queria que todas mis mañanas fueran así, con ella entre mis piernas, su cabeza en mi pecho, los brazos extendidos y la boca entre abierta, Tan linda. Desayunamos, conversamos sobre lo que teníamos que hacer y Ruby se quejo de lo mucho que odiaba levantarse temprano, yo estaba encantada con todo lo que habia pasado y el buen humor se habia reflejado a lo largo de la semana, Sam también habia propuesto salir con Kara y Lena el sábado para decirles que eramos novias aunque ellas seguramente lo sabían.

No estaba haciendo realmente nada en la DEO, solo revisaba unas muestras de tejido extraterrestre en el laboratorio, asi que por que no invitar a Sam a almorzar, iba a sacar mi teléfono cuando sono la alarma de ataque alienígena y para luego escucharse la voz generica del computador

- TENEMOS UN ATAQUE DESARROLLÁNDOSE CERCA A LA ZONAS ALEDAÑAS AL PARQUE LINCOLN, EXTRATERRESTRE NO IDENTIFICADO, PROCEDAN CON PRECAUCIÓN- nunca se habia escuchado tan irritante como ahora, esto significaria que no veria a Sam y que ademas tendria que hacer el aburrido papeleo.

Me quite mi bata de laboratorio, acomode mi armamento y salí a dirigir al equipo.

¿Que podría salir mal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora