¿Que podría salir mal?

Deberiamos Entrar

- ¿Qué?-
-Sal conmigo, por favor-  bien lo dije, pero ahora estoy sudando y siento que mi corazón saldra de mi pecho, ni siquiera pregunté si ella esta saliendo con alguien, tal vez espere demasiado y ahora ella tiene a otra persona - disculpa, no debí preguntar no se si estás saliendo con alguien o algo parecido.

Okey, okey, Samantha me esta invitando a salir y yo solo estoy mirando su rostro pero es que realmente nunca pensé que esto fuera posible, Sam y yo una cita, di algo por Dios -te refieres una cita de amigos o una cita cita- bien eso fue estupido y Sam se veia nerviosa y ¿decepcionada?
-Si alex queria invitarte a una cita, pero si no quieres esta bien, relamnete no debí invitarte asi de la nada, pero realmente queria hacerlo, aunque parece que alguien tuvo el valor antes que yo y estoy feliz por ti porque eres mi amiga y yo yo, no estoy enojada ni me voy a alejar de ti yo...- Sam seguía divagando de una manera tan linda, sus mejillas estaban un poco sonrojadas mientras jugaba con sus dedos con evidente nerviosismo, nunca pensé que la veria así, ella siempre esta segura de si misma nunca la habia escuchado tartamudear, estaba sorprendida y encantada por toda esta nueva faceta, la situación hizo que me sintiera menos nerviosa- Sam, Sam, no estoy saliendo con alguien- Ella levantó la cabeza con una mirada llena de alivio y yo le sonreí - y claro que quiero salir contigo quien no querría, tu tienes espejos en tu casa ¿cierto? - solté una pequeña risa nerviosa ante mi repentina seguridad, coquetear con Sam y ser correspondida solo existía en mis sueños.

Alex había aceptado, y reía de su comentario,  me acerque, no queria sobrepasarme entonces solo deje un beso en su mejilla - Me hace muy feliz que aceptaras, y al parecer la que no tiene espejos aquí, eres tú- le dije empujandola un poco con un dedo ya que mientras hablabamos nos habíamos acercado bastante, recorrí todo su cuerpo con mis ojos, cuando llegué a su rostro ella tenía la boca entre abierta y estaba sonrojada, GRACIAS RAO POR DARME UNA CITA CON ESTA MUJER,  ella se volteó intentando ocultar su sonrojo, y camino hacia la pequeña mesa que estaba cerca a la ventada al otro lado de la habitación, dando una perfecta vista de su trasero, y que hermosa vista, no se cuanto tiempo duró, pero cuando me di cuenta ella me estaba viendo, una sonrisa lenta y socarrona se extendía por su rostro haciéndola ver mucho mas sexy de lo usual, sip, esta mujer será mi perdición - disfrutando de lo que ves- fue mi turno de sonrojarme, alex era muy buena en esto, la había visto coquetear con chicas en los bares a los que íbamos con kara y Lena luego de que ella rompiera con Maggie, que ahora toda esa atención estuviera en mi, me hacía vibrar de la emoción - bueno, entonces el collar - ella dijo acercándose nuevamente - mientras lo tengas puesto te será mas fácil controlar tus poderes y pronto sabremos cuales son los que desarrollarás, ¿puedo? - dijo levantando el  collar, asenti y me levanté de la camilla - si claro, ponmelo mas difícil - dijo alex acercado una silla, ella era mucho mas baja, mientras yo media 1,78  alex media cuando mucho 1,66 - siéntate - señalo la silla con rueditas, girandola en cuanto me siente, la silla no era tan baja, asi que quedaba a su altura. Recogí mi cabello para que se le hiciera mas fácil ponerme el collar, la sentia detras de mí, cuando lo ajusto sentí sus manos pasar lantamente por mi cuello y pasar por mis hombros - ¿Cuándo sería la cita? - preguntó, girando la silla para quedar nuevamente frente a mi - Puede ser el viernes, Ruby estara en casa de una amiga asi que estoy libre, pero podemos vernos otro día, si quieres - le dije mientras me levantaba, sentí el teléfono vibrar en mi bolsillo - Lo siento, es Lena, tengo que irme, al parecer se dio cuenta que destruí un piso completo del edificio - dije rascando mi cuello mientras revisaba el mensaje - el viernes esta bien para mi - la mire a los ojos un momento, deberda queria besarla, pero termine dandole un abrazo, despidiendome de ella.

Cuando Sam salió todo ese nerviosismo que habia ocultado explotó, empecé a temblar y tuve que sentarme. Tres palabras era lo que tenia en mi cabeza "Sam", "Cita", "Viernes", se repetian repentina constantemente junto con la calidez del abrazo y el coqueteo inocente.