Yo

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Al despertar. Me sentía rebosante de felicidad. El mundo era perfecto y la luz de la mañana se escurría por las cortinas, los pajarillos trinaban en armoniosa melodía, y yo podía sentir los mejores aromas del universo. Así de feliz y plena me sentía. Había tenido una cita con la reencarnación del mismo Shakespeare. Cojo el teléfono y me percato de la hora, el reloj indica que son las 9:00 am y veo que tengo algunos mensajes en What Sap y uno de ellos es de Tom.

Buen día nena, espero que hallas descansado bien, y que todo te salga como lo esperas. Te echare de menos a la hora del té.

T.H.

¿Podía este día iniciar de una mejor forma? —Sí, si el estuviera a mi lado—. Decidí responderle.

Hola, acabo de despertarme, pase la noche algo inquieta ultimando los detalles de mi presentación. Estoy muy emocionada por las reuniones que tengo hoy. será un buen pretexto para conocer la ciudad, sobre todo las estaciones del metro, solo espero no perderme. Ten un precioso día.

Tuve que echarle una pequeña mentirijilla para no quedar como desatenta o como alguien que duerme demasiado, su mensaje había llegado a mi móvil a las 6:30 am

A los pocos minutos y mientras yo me apuraba en tomar un desayuno veloz, porque efectivamente tenía que ultimar detalles para mi reunión, comienza a sonar el teléfono.

En la pantalla iluminada se lee Tom

—Aló

—Hola Ana, ¿dime, tienes alguna dificultad para transportarte hoy?

—¿No, lo dices por lo de perderme?

—si.

—bueno, ciertamente no conozco la ciudad, llevo poco menos de una semana aquí, pero puedo arreglármelas con el Google maps y en el metro me dan información.

—Mmmm. Eso no es necesario, puedo enviarte un auto y un chofer para que te acompañe en tus diligencias.

—¿Enserio?, pero no quiero abusar.

—Para nada es un abuso. Te mando a James, es mi hombre de confianza. ve a tus reuniones tranquila, si quieres dar una vuelta, un paseo, o ir a la compra él puede llevarte, Yo tengo otro auto a mi disposición así que siéntete cómoda. Ahora coordino para que te llame y vaya a recogerte.

—Gracias Tom, eres un bello.

—bella tu. Sí necesitas algo, solo avísame, estoy para ayudarte—. Podía imaginar su rostro sonriendo y guiñándome el ojo.

Luego de desayunar un poco más tranquila y con la ilusión que me daba ver como Tom se preocupaba por mí, pase a acomodar mi portafolio con acuarelas, llevaba uno digital, pero me habían solicitado también técnicas tradicionales, así que pasaría la mañana organizando y escogiendo las acuarelas que llevaría.

Mi primera reunión era hacia las 11 y 30 de la mañana. Lo bueno de estas reuniones es que en su mayoría eran creativos como yo, así que tenía licencia para vestir cómodamente y con estilo, sin necesidad de ajustarme a trajes ejecutivos, maquillajes elaborados o perfectos y mucho menos tacones. lo cual era un alivio, porque la verdad es que el tiempo no me daba.

Suena mi teléfono. Es un numero desconocido, pero imagino que se tratara del chofer que Tom enviaría

—¿Aló?

—Buenas mañana miss Ana. Mi nombre es James Reece. Míster Hiddleston me ha encomendado que la lleve y acompañe en sus diligencias. ¿A qué hora me necesita?

—Hola James, eres muy amable. tengo que estar en el Kennington Lane Café. a las 11 y 45, así que quizás unos 30 minutos de antelación estaría bien, tú que dices, no se mucho del tráfico de Londres.

MI VIAJE A LONDRES (TOM HIDDLESTON FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora