SU BOCA Y YO

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Se aproximo con lentitud a mi rostro, sabía lo que iba a suceder y no lo iba a detener.  Sin embargo él si lo hizo, se quedo a un par de  centímetros de mi boca. Podía sentir su aliento. 

—¿Puedo?— me Preguntó.

Respondí en susurro — Solo hazlo —. Y entonces hundió sus labios en los míos, el beso fue suave, lento y  húmedo. Perfecto para un primer beso. 

Al despegar su boca de la mía demore unos segundos en abrir los ojos. Aquel beso continuaba proyectándose en mi mente como si hubiese sido en cámara lenta. Luego de abrir los ojos nos miramos brevemente y volvió a besarme, pero esta vez de una manera mas intensa. Yo no me quedo corta, así que llevo mis manos a hacia su nuca. El beso sigue siendo húmedo y poco a poco voy sintiendo su lengua, comienzo a saborearla y es deliciosa. Presiono sus labios suavemente y él comienza a darme pequeños mordiscos que me prenden a un más, mi lengua se comienza a agitar junto con la suya, me estoy excitando y sé que él lo nota. Apenas y nos despegamos unos centímetros y nuestras bocas quedan abiertas para tomar un poco de aire. Mientras yo entrelazo el cabello de su nunca con mis manos, noto que las suyas vacilan un poco en tocarme y entiendo que está intentado no incomodarme, pero si supiera lo que mi cuerpo pide. Volvemos a juntar nuestras bocas. Deseo que me acaricie toda. Quiero sentirlo dentro de mí, y que me llene por completa. Lo deseo, lo quiero, lo necesito. El beso se torna mas intenso y el decide por fin tocarme de manera indiscreta. Sus manos se pierden en mi vestido, acariciando mi pierna expuesta. Es tan intenso y ninguno de los dos tiene intenciones de parar. Casi no puedo controlarlo y termino por devolver sus caricias frotando la parte interna de sus muslos, A lo que el responde con un pequeño jadeo y se aparta aún con los ojos cerrados, siento su respiración acelerada, su pecho se inflama y yo estoy tan húmeda. No puedo evitar escudriñarlo con la mirada mientras él sigue apoyándose en el respaldar tratando de recobrar el aliento, mientras yo observo su entrepierna y descubro su erección que pedía a gritos ser liberada. 

Él reacciona de pronto, coge mi mano y la acaricia. Nos miramos intensamente, Me observa de manera indiscreta, sé que mis senos lo están provocando así que me animo a pedirle que no se preocupe, que yo también quisiera que los tocara. 

— Te aseguro que no solo quiero tocarlos.

El momento se rompe con los pasos de la camarera que viene a preguntar si deseábamos algo mas. Él me mira y yo hago un gesto con la mano, diciendo —no.

—Estamos bien, gracias.

Por un instante nos quedamos en silencio soltando miradas y sonrisas cómplices. El retoma el dialogo sosteniendo mi mano y diciéndome lo divina que soy.

—Me besaste—, acoté.

—Nos besamos—, me aclara.

—Si— y sonreí.

Declara sus intenciones de volver a besarme, y lo hizo, pero esta vez fue un beso más suave, —No te preocupes, no hare nada—, me susurró. Mientras yo ponía mi mano en señal de alto entre los dos.

—¿Pasa algo?¿Estas bien? me pregunta en tono de preocupación.

—SI, si, estoy perfecta, solo que debo ir al baño—. Me pongo de pie y me ayuda a mover mi silla. Es todo un caballero con modales finos, de eso no hay duda.

Ya estando en el baño, entro a un cubículo y tomo algo de papel para secar mi humedad. Me detengo un momento para asimilar lo que acaba de pasar. «Vamos a terminar follando, Lo sé». Pero hay algo que me fastidia. Y termino por tener una discusión conmigo misma.

—Vamos Ana ¿Qué es lo que te molesta? Tú le tienes ganas y él a ti — ¿Cuál sería el problema? 

El problema es que —«Quiero ser especial para él »—me dije — Por favor Ana, madura, tienes 33 años, eres una mujer adulta y separada, dejaste de creer en los cuentos de hadas antes de los 15 años. Tú más que nadie sabe cómo funciona el mundo-. ¡Basta! tu lo deseas y el a ti, sabes que te encantaría pasar la noche con él. - «Sí»— pero también detestaría amanecer con una nota de, Gracias la pase muy bien y adiós. Pero el no seria capaz de eso, o ¿si?— No, no lo creo, al menos se portaría decentemente conmigo, espero. Me encontraba fustigaqda, no sabien bien que hacer , ni siquiera sabia bien lo que queria. en realidad si lo sabia, queria que se enamorara de mi, pero ese pensamiento era muy tonto. Pero ¿Y que es lo que pretendo? Yo ni siquiera vivo aquí, y él viaja todo el tiempo. me reclame a mi misma.

MI VIAJE A LONDRES (TOM HIDDLESTON FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora