—Vamos a ser el escuadrón que salve a Corea, vamos a ser el escuadrón que salve todo el terreno que estos estúpidos quieren tomar para explotarlo. Vamos a ser el escuadrón que salve a todas las personas que quieran sobrevivir al golpe de estado.—
—Nosotros vamos a ser el escuadrón fantasma.—
***
Habían pasado dos días desde la declaración de guerra por parte de JK. Desde entonces, una serie de entrenamientos intensivos habían comenzado.
Apenas dos días y yo no podía con mi cuerpo. Suga me llevaba al gimnasio que había la planta superior y supervisaba todos mis movimientos, mis rutinas, y lo que comía.
El resto de miembros podían hacer toda esa rutina de forma voluntaria pero creo que este chico se olía que no tenía la misma capacidad física que el resto de miembros. Por no hablar de Hobi, que ahora también formaba parte de todo esto con la excusa de que no tenía nada mejor que hacer, pero en verdad también era por estar cerca de Suga.
Hobi apenas podía con el culo, eso que se le veía muy atlético. Lo suyo era bailar, lo había visto un par de veces y había sido magnífico, nunca había visto a un chico moverse con tanta agilidad y destreza en la pista de baile.
El resto de chicos no podrían hacer lo que HoSeok hace bailando, pero en lo que es fuerza bruta, quizá ellos sacaban un tanto más de recorrido respecto a fuerza física.
—13, vamos, sigue. — Noté una pequeña palmada en mi cabeza que me hizo volver a la realidad. Estaba haciendo flexiones. Mis brazos me temblaban. El sudor caía por mi rostro, mi ropa estaba empapada. Llevaba dos horas entrenando.
Bajé de nuevo hasta que mi nariz estuvo cerca del suelo, y volví a subir, repetidas veces. Así hasta que milagrosamente llegué a veinte y terminé la primera repetición.
—¿es que nunca has hecho deporte?— Dijo Suga con una cara de estarse divirtiendo que te cagas.
—No pero voy a innagurar uno que se llama darte un puñetazo. — Dije gruñendo una vez acabaron mis segundos de descanso y teniendo que volver a ponerme en posición, doblando mis brazos.
—Estaría catalogado de deporte de riesgo. — Alguien interrumpió esa conversación abriendo la puerta. Cuando me giré, era JungKook.
El sudor caía por su frente, por su cuello, formando pequeños charcos en la tela de su licra. Me quedé embobada mirándolo. Le había crecido mucho el pelo, ahora que me había dado cuenta. Llevaba un pequeño moñito atándolo a la parte de atrás de la cabeza.
—Adrianna, ven conmigo. Ha llegado el momento de que nos pongamos enserio contigo. — ¿Enserio? ¿Esto sólo había sido el calentamiento o qué?
La verdad es que no había hablado nada con él en esos dos días, o prácticamente nada. Por eso, ahora no sólo temblaba por el ejercicio físico, si no de nervios por lo que sea que tenía que hacer con él.
En la habitación de los trajes y las sillas, ahora había varias colchonetas en el suelo. Él se descalzó y se puso sobre las colchonetas. Me quedé mirando, e hizo un gesto para que le imitase.
Una vez en las colchonetas, se me acercó. Era incómodo. Estábamos callados. Él sólo me miraba. —Hoy te voy a enseñar a defenderte. —
Asentí lentamente. Por un momento nuestras miradas se cruzaron. Le veía distinto. Perdido. Herido. Era como... Si ya no mantuviese una luz dentro de él.
Tenía que hacerlo, no podía verle sufrir. Así que simplemente, avancé y le dí un abrazo. Apreté mi cabeza contra su pecho, y sentí unas cálidas manos acariciar mi cabello.
—Lo siento. Nunca fue mi intención hacer esto. — Dijo con una voz quebrada que me partió el corazón en dos. Le miré a los ojos. Mordía su labio para evitar llorar.
Jeon había cambiado mucho desde que le conocí. Me he dado cuenta de que lo único que busca, es un hogar. un lugar donde sentirse aceptado, amado, y respetado. No por su poder o por el terror que pueda infundir. Si no por sus propios méritos, su gran corazón, su determinación...
—Intentaste protegernos. Intentaste protegerme. Diste gran parte de tú salud mental para mantenerte firme recibiendo amenazas mientras tenías un agujero de un balazo sanando. No creo que pueda enfadarme por algo así.—
Me miró un tanto aliviado. — El día en que llegaste... —seguí hablando. —... estaba enfurecida. Te había llorado durante muchas noches, había rogado a todo ser divino que te trajese de vuelta para sentir tu calor cerca de mí. No quería creer que habías muerto... Por eso... El día que llegaste quise matarte yo misma. Porque pensaba que había sido egoísta marcharte y olvidarte de mí, incluso el día de mi cumpleaños. —
Jeon acarició mi cabello con más suavidad. —Pero creo que volver a verte es el mejor regalo de cumpleaños que nadie podría haberme hecho jamás. —
El chico me miró fijamente. Empezó a besar mis mejillas, mi nariz, mi frente. —No sabes... Cuántas noches pasé en el hospital... Imaginando cuándo podría venir y besarte... Y hacerte mía otra vez. —
Aquella última frase me erizó todo el pelo del cuerpo. ¿Hacerme suya? Había pasado tanto tiempo desde la última vez...
Antes de que pudiera pensar, tuve unos suaves labios sabor cereza sobre los míos. Sin quererlo, lágrimas brotaron de mis ojos y mi temor porque JK desapareciese si le tocaba, al igual que un fantasma, se desvaneció.
Mis manos viajaron a su nuca, acariciando el nacimiento de su cuero cabelludo, mientras que sus manos por lo contrario bajaron hasta mi cintura, donde las dejó para apretarme contra él.
El beso se hizo más profundo, podía sentir su lengua jugar con la mía, me estaba empezando a costar respirar y mantenerme firme. Mis manos acariciaron con más intensidad la parte de atrás de su cabeza.
—¡eh! —Un grito de una tercera persona me sobresaltó y me aparté de inmediato. V estaba en la puerta.
—poco más y le llega hasta el estómago, Jeon. — el rubor cubrió mis mejillas. ¿Había observado todo este tiempo?
—Bien, Tae... Empecemos. — Dijo JungKook tras reír un poco también.
***
¡Buenas! :P
Ha pasado tiempo desde la última vez. Pido disculpas por tardar tanto en actualizar, dentro de poco tendré ya mi portátil y escribir se me hará más sencillo. Espero que estéis disfrutando de esta segunda parte.
Este capítulo se supone que iba a salir el día dos de agosto, el día de mi cumpleaños, como un regalo pero para vosotrxs.
¡Aun así, muchas gracias por la espera!
Gracias por apoyar siempre la novela. 🌞💓
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GHOST [Mind Games Collection]
FanfictionLa venganza es dulce... La justicia, quizá a veces ácida. Pienso sumirme en todos esos sabores junto a Jeon JungKook, que será el fantasma que alivie mis pecados.