- Por favor permíteme ser yo quién te salve...
Las lágrimas bañaban sus rosadas mejillas causa del llanto, trataba de alcanzarlo pero sus manos apenas y podían rozarse.
- Solo quiero que todos estén bien, peor no puedo, no puedo cargar con tanto pes...
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Las lágrimas inundaban sus rosadas mejillas, buscando refugio entre los brazos de su mejor amigo, la pequeña sollozaba y temblaba de miedo.
Sus blancas prendas estaban manchadas de ese color carmín oscuro, su rostro tenía grandes manchas de este mismo color, el mayor abrazaba con fuerza a la pequeña, sin importar que sus prendas también se mancharan de dicho color,el la abrazo con más fuerza buscando calmar el miedo de la pequeña.
- No te preocupes ____(T/N), yo estoy aquí...
Decía el joven de cabellera negra mientras acariciaba la espalda de la pequeña cuyo llanto no cesaba.
- S-shinichiro, y-yo...
Hablaba la pequeña entre balbuceos ocasionados por el mismo llanto que la consumía.
- Tranquila pequeña, ya estoy aquí, yo te voy a proteger...
Con sumo cuidado se levantó con la pequeña a un en brazos y salió de la habitación donde la había encontrado, minutos antes.
"Solo es una niña"
Pensaba el mayor, aguantando la impotencia, se lamentaba el no aver podido llegar a tiempo y evitar todo ese desastre.
No tardaron en apareces los dos guardias que cuidaban de la menor, ambos tenían hematomas recientes de una pelea, miraron con preocupación a ambos chicos.
Shinichiro sostenía a ____(T/N) entre sus brazos dispuesto a no soltarla, ambos guardias lo entendieron y solo se mantuvieron observando con pena a la pequeña que a un temblaba de miedo entre los brazos del mayor.
- Todo va estar bien ____(T/N).
Dijo el de cabellera negra mirando a la pequeña con una sonrisa, _____(T/N) miro a Shinichiro y a un temblando trato de sonreír, pero fue más una mueca.
- Por favor quédate!.
Le rogó la pequeña aferrándose más a la camiseta del nombrado, dichas palabras llegaron al corazón del mayor.
- Está bien, mi pequeña no te voy a abandonar nunca.
Dijo para depositar un tierno beso en la frente de la menor, acto seguido se dirigió a la habitación de la pequeña, donde se dispuso a buscar un par de prendas para cambiarla, ya que las que tenía estaban completamente manchadas de sangre.
La menor no objeto ni se negó a qué el mayor le cambiará de ropa y de igual forma le diera un baño para limpiar todo rastro de ese color carmesí, después de todo el era como un hermano para ella, el la había criado en pocas palabras.
Shinichiro tomo un paño húmedo (pañuelo, trapo o como le conozcan ustedes), para limpiar el rostro de la pequeña, apesar de sonreírle para hacerla sentir mejor, por dentro la culpa lo carcomia, pensando que el debió evitar dicho insidente, pero como hacerlo si el estaba cuidando de sus hermanos en ese momento en el que recibió una llamada con mucha urgencia para que se dirigiera a dicha mansión.
