Primero

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Le besé la frente a un moribundo que quise mucho, aún recuerdo aquella extraña calidez que percibí y más a sus palabras.

–No te angusties, querido, nos volveremos a encontrar. Pero no te relajes porque puede ser demasiado pronto–

Aquello está grabado en mi consciencia. A decir verdad, siempre tuve la impresión que viviría poco y jamás le temí a la muerte.

Por lo que aceptaré mi destino. Cerré mis ojos esperando el golpe, que no alcancé a sentir realmente. Ya estaba en el vacío.

–Bienvenido, Zhong Chenle –Escuché una voz amigable antes de asimilar siquiera lo que sucedía.

–¿Quién habla y dónde está?–

–Es bueno saber que eres alguien razonable, ya tienes idea de dónde estás tú–

–Lo supuse, mas no tu respuesta ¿Acaso eres la muerte?–

–Si lo fuera no podría estar aquí. Yo soy sólo un alma penúbre más, que busca ayudarte en tu camino –Apareció un cuerpo un poco más alto que yo, con una sonrisa tan tranquila como su voz.

–¿Cómo puedes ayudarme?–

–De diversas maneras, aunque no todas aseguran una ayuda notable –Concluyó intentando ignorar su propia confesión –Puedo responder tus dudas–

–En este momento todo es incertidumbre y por ello no tengo ninguna concreta –Murmuró un suave "comprendo" y en mi mente se formuló un enigma –¿Por qué aquel moribundo me habló de esto? ¿Cómo lo supo?–

–Aquel hombre que conociste era la muerte que había tomado forma humana, es un pasatiempo que acostumbra a realizar de vez en cuando–

–¿Por qué me avisó de mi muerte prematura?–

–Porque se enamoró de ti y esa es la mayor tragedia que pudo haber sucedido; tu estadía aquí será efímera dentro de esta eternidad y la muerte quedará desolada, sin fuerzas para hacer su comisión, dejará de existir y así el mundo perderá su escaso equilibrio–

–¿Puedo verla o hablar con ella?– No respondió –Dijiste querer ayudarme–

–Te llevaré, pero siempre ha estado contigo, irónicamente te ha salvado de morir varias veces, puede tomarse esa atribución porque ya es una parte de ti–

Quedé aún más confundido, ¿será que mi vida corrió riesgo tantas veces que ni siquiera lo noté?

–Antes de ir, ¿me dirás su nombre?– Le pregunté casi con súplica.

–Lo conociste como Mark, lo llamaste así muchas veces pero es lógico que no lo recuerdes, en tu vida humana hubieron muchas versiones de él–

Estaba por entrar en pánico. No recordaba muchos aspectos de mi vida, pese a que sólo unos instantes atrás ésta me pertenecía. Sin embargo, antes de siquiera poder ahogar un suspiro, ya no me encontré en el mismo lugar y mi acompañante tampoco, sólo había un bosque sin hojas ni color.

Te ha intentado salvar muchas veces, pero ya está débil, esta vez no lo pudo hacer. Por eso debes saber que no tiene su típica figura misteriosa, sino que estará en su cuerpo inicial.

No tenía sentido –¿Cómo?... ¿Un humano? –Murmuré sin darme cuenta de mi acción.

–Así es. Hice un pacto, no con el Diablo como se suele creer, sino con aquel ser que tiene tantos nombres, tú lo conoces como Dios. Estaba enamorado, sólo quería ver a mi amado por la eternidad y se cumplió, pero no me dijo que habría letra chica, que ese sería mi fin– Se giró a verme directamente a los ojos y los sentí tan extraños como familiares –Nos volvemos a encontrar–

𝐷𝐸𝐴𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝐷𝐸𝐴𝑇𝐻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora