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Séptimo

–De acuerdo, Jisungie, iremos a visitar a algunos conocidos–

–¿No son amigos?– Me preguntó con temor y reí despreocupado.

–Los llamaría así, mas estamos en el inframundo y puede que en un tiempo ni siquiera nos recordemos–

–¿Estás triste?–

–Por eso iremos a verlos, aún necesito saber ciertas cosas– Caminamos un poco más y me detuve para observarlo –Eres guapo para ser tan alto– Comenté y me miró extrañado –¿Alguna vez has sentido que el destino está en tus manos, pero no sabes cómo controlarlo?–

–Mi vida fue así– ¿Acaso la recordaba? ¿Cómo podía ser posible? –Lo intenté miles de veces y no lo logré, al final opté por la salida de escape–

Sentí cómo se me formaba tortuosamente un nudo en la garganta –¿Reencarnarás?–

–La Muerte dijo que no podía, aunque tengo esperanzas y por eso me permitió quedarme un tiempo más aquí–

–Sería bueno que lo hagas, das esa paz que no había sentido antes en este lugar– Le sonreí y giré para encontrarme con las mismas bolas que había visto días antes.

–¡Haechan! Te vine a ver y traje un amigo–

–No deberían estar aquí–

–Lo sé, pero ya es tarde, estamos demasiado involucrados–

–Entonces diré que me obligaron– Murmuró cubriéndose los labios.

[]

–Sé que Mark y yo tuvimos algo en una vida pasada. Él dijo que se sacrificó por alguien, es decir por mí, pero no sé por qué si nos veíamos tan felices–

–¿Cómo sabes lo otro?–

–El pozo me mostró todo–

–Ese sitio es peligroso, ten cuidado–

–¿Llevas mucho tiempo aquí?–

–No tanto, quizás la mitad que La Muerte–

–¡¿No tanto?!– Exclamó Park y nosotros reímos.

–También dijo que yo había tenido otro amor, quien decidió ir al descanso eterno ¿Sabes quién era esa persona?– Sus ojos se obscurecieron, sí lo sabía.

–Alguna vez escuché esa parte del relato, Mark estaba devastado. No creías en que él fuera La Muerte y decidiste reencarnar esperando encontrarte otra vez con el chico que amaste tanto en vida–

–¿Y qué sucedió? ¿Por qué ahora sí puedo creerle?–

–Reiniciabas con la esperanza de un algo y luego llegó ese otro alguien, al final lo olvidaste y ya ha concurrido demasiada agua hasta ahora por el puente–

No pude evitar la culpa que me abordaba, por supuesto, fui inflexible y traicioné el amor que tuvimos.

–No podías ser flexible si no lo sabías– Susurró Jisung y lo miré sorprendido.

–Esa es su especialidad: indagar en los pensamientos y emociones de otros–

Salí de mi impacto y noté finalmente la presencia de quien había hablado.

–Renjun-ah, pensé que Mark te había castigado por ayudarme–

–Sabía que no podías descubrirlo tú solo–