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Tercero

¿De dónde provenía aquella voz? No coincidía con la de mi acompañante o con la de Mark, era desconocida a tal punto en que ni siquiera lograba entender qué era lo que quería decirme.

–Ambos somos Lee–

–¿Qué?–

–Él es Mark Lee y yo Lee Donghyuck. No sé por qué me puso de esa manera, quizá sea una coincidencia–

–¿No le has preguntado?–

–Siempre hay temas más importantes que atender, ahora que tú estás aquí, es posible que podamos vernos más que todo el tiempo que llevamos en la eternidad–

Entonces ocupa su tiempo en algo más, sin contar sus visitas al mundo humano, claro.

Quise recordarme que no era conveniente que saque conclusiones antes de tiempo, en cambio, era mejor tener más opciones de respuestas que dudas sin indicios de éstas.

–¿Qué quiere mostrarme?–

–Los secretos de ultratumba –Intentó sonar escalofriante y no pude evitar reírme.

–Extrañaba tu risa– Mi reacción se detuvo abruptamente y lo busqué con la mirada hasta encontrarlo.

–¿Qué dijiste?–

–Lo que escuchaste, Chenle. Y también es verdad que debes conocer ciertos aspectos del Infierno–

La gente allí no sufría ni habían gritos como se pintaba en los textos antiguos, pero se sentía tan desolado que sí se terminaba convirtiendo en uno para quienes lo residían.

Lo que venga podría afirmar o derrumbar mi teoría.

[]

–Entonces, ¿hay secciones?–

–No hay perímetros físicos establecidos, así que no, pero estos sí existen– Ambos nos observamos confundidos –El sitio de llegada depende de cada alma– Terminó por sintetizar.

–Algunos aparecen en un área inmediatamente, estos suelen tener claro de antes qué es lo que quieren, sus creencias y lo que están dispuestos a poner en juego–

–¿Y los que no?– Esta vez respondió primero el moreno.

–Quedan en el vacío así como tú y allí deciden su destino, aunque también hay excepciones–

–No todos pueden reencarnar, hay quienes no lo merecen. Si durante su reflexión de moribundo o agonizante no desean cambiar sus errores sinceramente, entonces en sus siguientes vidas seguirían siendo igual–

–¿Qué hay de mí?– El silencio se instaló de manera densa. Era obvio que me ocultaban algo o tal vez sólo lo hacía Mark.

–Debes descubrirlo– Dedujo el alma.

–Y luego decidirlo– Concretó La Muerte y ambos se fueron sin más.

¿Qué se suponía que significaba eso? ¿Y qué haría yo solo en medio de la nada? Las respuestas debían estar en aquel bosque, algo me decía que sí.