Bailar lo era todo para mi. El ballet siempre fue parte de mi vida hasta ese día. De repente dejé de ser una bailarina para convertirme en una simple espectadora que se deleitaba con la vista de un majestuoso baile , incapaz de dar, tan siquiera, un solo paso.
Me gustaría decir que los culpé a todos, pero sólo la culpé a ella. A la más inocente de todas las personas. Mi hermana siempre había querido lo mejor para mi, espantaba a los monstruos que habían debajo de mi cama, con ella a mi lado ya no habían malos sueños, pero todo cambió. La traté mal como ellos lo hicieron, la culpé como ellos lo hicieron y aunque no me sienta orgullosa de lo que hice, la humillé como ellos los hicieron, sin saber quién era el verdadero culpable. Y cuando por fin me quité la venda de los ojos, ella con su corazón gigante me perdonó. Después de todo había logrado recuperar a mi hermana.
El tiempo pasó y mi salud iba empeorando, al principio solo eran pequeños dolores en el pecho, luego fue en aumento hasta que los doctores dijeron que el corazón que me habían puesto años atrás ya no me servía, había que en contra uno nuevo pero la lista era larga y yo no tenía tanto tiempo.
Pensé que todo lo que me ocurría era una especie de castigo por lo mal que habia tratado a personas que sólo querían un bien para mi. La espera era horrible, la incertidumbre de si viviría o no también lo era.
Todo lo que en una vez creí parecía derrumbarse hasta que apareció él.
—Lo siento señorita, pero aquí no puede estar.
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Una eterna sonrisa [Sonrisas Parte III] [Cristiana]✅
Short StoryGrecia está muy enferma y a punto de morir, y lo único que ella desea es encontrar su paz y poder ver a su familia completa aunque sea por última vez. Ella necesita esperanza y amor, algo que Daniel no dudará en darle. Porque después de a ver sido...